Marinero.

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Hablando del viento y el mar te trae hasta acá, como una maldición que me persigue desde el Inicio. Como una condena que esta tras mi cabeza o peor aún; tras mi navío.
Las corrientes no son nada, nunca fueron tan fuertes como para mover a quien no quiera moverse; nunca fueron tan brutales como suponer una amenaza, pero aquí estas de nuevo, como un barrilete que fue guiado a mí.
Malditos cambios de temperatura, ¿Por qué me murmuran tus últimas fechorías?, ¿Por qué arrastran la dinámica de la presión?, ¿Por qué no empujan mis velas y me sacan de este calvario?, ¿Por qué apareces una y otra vez?
Ahora que intento dejarte ir, apareces de nuevo; ahora que intento ser uno con la marea... y todo me juega en contra. Hasta en la plaga resultas aire y creo que lo dije al revés; creo que me equivoque navegando.
Sirena mortuaria, por favor, deja de cantar; deja de nadar con la corriente; deja de ir y volver; que el último hombre en pie en el barco soy yo y no te lo pido, te lo imploro; muere de una vez.

Abismo Challenger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora