Capitulo 11

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Andamos con máximo cuidado. Aunque el guardia no se encuentre en condiciones de meternos un dardo a cada una por el culo no significa que no pueda haber otro por ahí. Además, la sala de las máquinas está en el ala F, si no tenemos cuidado nos pueden ver los guardias de las demás alas. Antes de salir en busca de la sala perdida entramos en el cuartillo de armas y cogemos cuatro walkie-talkies, solo los conectamos entre ellos cuatro, para que no le llegue la señal a ningún otro guardia y nos descubran. Ya de paso cogemos un cinturón para poder colgárnoslo.

Hay un pasillo principal para entrar en cada ala, y a partir de ahí hay un laberinto de pasillos. Tenemos la suerte de que cuando vamos por el pasillo principal de la segunda planta todos los guardias están metidos por los laberintos vigilando si hay alguna alumna que esté saltándose clases, como nosotras. Pero al llegar al ala F tenemos que meternos en los pasillos para encontrar la sala que buscamos. Así que tenemos que repetir la maniobra de las escaleras, que esta vez es Kate quien la realiza.

Tras esconder al guardia en otro cuartillo de la limpieza -sí, hay uno por ala- encontramos la sala al final de uno de los pasillos, entramos y atrancamos la puerta desde dentro por si acaso. Buscamos la máquina de la ventilación, y es fácil encontrarla porque se ve el conducto que comunica a los demás.

-Mierda, mierda, y mierda. -Empieza Cara a maldecir-. No hemos pensado en las cámaras de seguridad.

-Tranquila. -Pongo una mano en su hombro-. No sé que coño hice ayer, pero no debes de preocuparte más por las cámaras de seguridad.

Las tres me miran un tanto inseguras, pero saben que es mejor no preguntar.

Sacamos las cuatro nuestro jabón “creme”. Un gran sacrificio pero será una gran satisfacción. Dejamos las cuatro pastillas en la entrada de ventilación y empezamos a programar la máquina para que funcione con aire frío. Al comprarlo en París, la mujer nos dijo que a temperaturas frías -ya sea agua o aire- reaccionaba rápidamente produciendo espuma rosa. Lo comprobamos en nuestras casas y así fue. En cinco minutos tuve mi cuarto de baño y la habitación llena de espuma, así que podíamos perfectamente llenar el instituto entero con cuatro pastillas en media hora.

Salimos y volvemos a cerrar la puerta. El siguiente paso consiste en que cada una va a un ala del edificio, las cuatro más alejadas de la sala de la maquinaria y esperar a ver si la espuma llega hasta allí, si lo hace, también llegará hasta abajo.

Comprobamos una vez los walkie-talkies y cada una se va hacia el sitio que le toca. Yo me coloco en el ala C, justo al lado de uno de los conductos de ventilación que hay en el techo, no sin antes deshacerme del guardia que hay en el ala que me toca de la misma forma que con los demás. No llega. Joder que no llega. Decido ser paciente. Hay mucho centro por rellenar, no me extrañe que tarde un poco más. Pero es que estoy jodidamente aburrida.

-Hola zorrillas. -Saludo por el walkie-talkie-. ¿Os habéis desecho de los guardias que sobraban? ¿Veis indicios de espuma?

-Sí a la primera. No a la segunda. -Contesta Cara desde el ala D-. Relajate, solo llevamos diez minutos. Es normal que tarde.

Dejamos de hablar y seguimos quietas como unas tontas cada una en su sitio correspondiente. Realmente me aburro. Me pongo debajo de la rejilla para ver si sale algo, pero nada. Creo que me voy a buscar a las demás para irnos un rato a la mierda, nuestro plan ha fracasado.

Escucho una voces acercarse. Mierda. Empiezo a correr en círculos buscando donde meterme, seguro que parezco tonta. No puedo meterme en ninguna habitación, están cerradas. Joder, cada vez se escucha más cerca a quienes se estén acercando.

Cinco chicos doblan la esquina al segundo y yo empiezo a andar como si estuviera saliendo de este. Se quedan mirándome unos instantes pero no me dan importancia, menos mal. Ahora que los veo mejor... Joder, les hacía gemelos a todos y cada uno de ellos hasta que salieran impares. Deben de ser el hijo de Des y los amigos, porque no llevan uniforme de guardia, y este es un centro solo para chicas.

Todo lo que no puedes controlarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora