Una palabra

•Negar•

Shinya quería negar demasiadas cosas en su vida, pero no podía hacerlo del todo. No cuando esas palabras que le dirigían a su persona estaban cargadas de verdad.

Quería negar con mucho fervor el hecho de que era un miembro de los Hiiragi. No le gustaba la idea de que estaba vinculado a esa cruel familia que le había hecho pasar un infierno, pero seguía teniendo su apellido. Era adoptado, pero las personas seguían creyendo en él como alguien superior con quien no debían meterse.

El que fuese parte de los Hiiragi era un acto; porque a puerta cerrada, en la mansión de su familia adoptiva, sufría un montón de humillaciones y maltratos como alguien menos que ellos. Estos abusos eran de parte de Tenri Hiiragi muchas veces, ya que alzarle la mano a cualquier persona no era un impedimento para alguien como él. Unas pocas veces Kureto se había metido con el albino, pero sólo era para saber de qué era capaz el prometido de la heredera de la familia. También solía pegarle a Shinya cuando éste hacía algunas de sus bromas pasadas de tono, pero ni siquiera el involucrado lo culparía por eso.

Seishirō también solía molestarle. Desde que lo conoció, éste adquirió desprecio hacia él cuando veía que Shinya era más inteligente y habilidoso que su persona y ganaba más reconocimiento de sus superiores. No le gustaba verse rebajado ante alguien que ni siquiera era un Hiiragi y se ganaba la atención que él no tenía.

Eso le había costado a Shinya muchos golpes e insultos. Rata adoptada. Huérfano. Perra. Idiota. Bicho raro. Fenómeno. Y más que eso, también.

Una vez lo había llamado maricón, y le disgustó demasiado por la forma en que lo dijo. Claro que, años después, Shinya se dio cuenta de que su hermano adoptivo no estaba tan equivocado del todo. Al menos no respecto a eso, pero no había por qué decírselo.

El punto es que, con diecinueve años, había escuchado muchas cosas despectivas hacia su persona. Aún así, la mayoría de éstas cosas no podía negarlas en serio. Como ser llamado acosador por el hombre más amargado y odioso del mundo que había robado su corazón, y que además desconocía ese hecho olímpicamente.

Shinya al principio no había pensado en sí mismo como un acosador. Simplemente se veía como un chico que le gustaba captar los momentos de todo lo que resultaba precioso para él. Y Guren Ichinose era el ser más precioso que había conocido nunca.

Éste no lo entendería, ni siquiera se daba cuenta de cómo el de ojos azules lo miraba. Estaba perdido por él, por eso lo molestaba tanto. Por la misma razón estaba ahora viéndolo a escondidas mientras el Teniente Coronel se daba una ducha.

Guren lo había invitado ese día a su apartamento (en realidad, Shinya se auto-invitó, pero a su parecer era casi lo mismo), por supuesto que el moreno lo amenazó para echarlo. Tuvo que sobornar a Guren con la idea de cocinarle curry para que finalmente aceptara, con evidente resignación.

El de ojos violetas había dicho que iría a bañarse, cosa que provocó que el de tez pálida le coqueteara sugiriendo la idea de ducharse juntos. Cabe decir, que el lado derecho de la cara de Shinya estaba adornado de rojo con la forma de un puño.

Guren no le había permitido ducharse con él, así que éste se había ganado el hecho de que el albino se lo estuviera comiendo con los ojos justo ahora. Estaba escondido en el fondo del baño, y las puertas transparentes de la ducha permitían la visualización del cuerpo de Ichinose sin ninguna censura. Shinya mentiría si decía que su cuerpo no sintió calor, ahora estaba conociendo a qué se referían las personas cuando catalogan el cuerpo de alguien como el de un dios griego.

No sabía si grabar o algo, no quería perderse detalle de esa vista. No iba a negar que sus ojos estaban muy perdidos en su amigo... Amigo que se había percatado de su presencia y le gritó algo que parecía sospechosamente una retahíla de groserías que eran capaces de competir contra las de un camionero.

Antes de que Shinya viera las estrellas por el dolor que le causó una patada, logró sonreír porque no se arrepentía de nada.

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N/A: No sé si se entiende que esto sucedió unos años antes de que estuvieran juntos, como en las viñetas anteriores. En un principio no sabía si hacer esto cronológico o no xD Imagínen lo que prefieran.

Pues, nada. Terminé las clases en el liceo y estaré durante muchos meses en vacaciones hasta que empiece la universidad, así que me gustaría publicar ligeramente más seguido. No prometo nada, porque sé que tal vez siga tardándome un mes o algo así xD

Nos vemos.