capituloo ....

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Al ver que Justin se fue con mis cigarros, y mi encendedor, fui a reponerlos.

Esta vez cuidaría este empaque con mi vida, le haría creer a Justin que había dejado de fumar, no quería volver a verlo nunca más, y si tenía que mentirle para alejarlo, lo haría.

Aunque la tarea se complicaba un poco, demasiado, por el simple echo que él vive enfrente de mi casa.

—____, tienes que dejar de escaparte del colegio— Reprochó Matt, ambos estábamos sentados en mi árbol, hablando.

—No iba a volver a entrar al aula, la profesora me preguntaría por qué me llamaron de enfermería, ¿y qué le diría?, ¿que no me llamaron, que era todo mentira?— Lo observé.

—Sí, al menos de esa forma, la culpa la tendría Jus— Lo interrumpí.

—Eso crearía más rumores de los que ya hay, y no estoy soportando el hecho de que hablen de mí. —Aseguré.

Por primera vez, no estábamos fumando mientras hablábamos.

—Bien, tengo que irme, Cass— Besó mi mejilla, antes de que se baje del árbol, tomé su mano.

— ¿Desde cuándo te vas tan temprano?— Pregunté.

—Desde que a mi madre se le ocurre invitar hombres a mi casa, ya sabes, está buscando algún hombre adinerado para casarse con él— Bufó molesto.

La relación de Matt con su madre nunca podría calificarse como la mejor. Se llevaban como perros y gatos.

—Suerte con eso— Bajamos del árbol, él se fue a su casa, y yo me quedé fuera.

Necesitaba fumar, pero no, no podía, Justin estaba cerca.

En todo el día no había hablado con Justin y eso era un buen indicio. Sin Justin mi vida era mejor, es decir, no tenía preocupaciones.

Entré a mi casa, John había llegado.

—Hola, hija. —Besó mi frente.

Sin prestarle atención a lo que me decía, subí las escaleras.

Me senté en mi cama mientras suspiraba.

— ¡____, BAJA AHORA MISMO!— Gritó John desde la cocina, bufé.

Ahora vendría la típica charla en la que me echa la culpa de algo que no hice, y después de eso vendría la típica cachetada, o el típico golpe.

Bajé las escaleras con desgano, y caminé hasta la cocina.

— ¿Qué pasa?— Pregunté.

— ¿Por qué hay un cigarro en la basura? ¿Estuviste fumando?— Cuestionó.

— ¿Te interesa? ¿Desde cuándo?— Lo observé, al fin y al cabo, algún día lo trataría como se lo merecía, y ese día parecía ser hoy.

— ¡Eres una mal educada! ¡Eres una completa mierda!— Al segundo que terminó de decir esto, su mano ya había sido estrellada en mi rostro.

Toqué mi mejilla, y lo observé.

— ¿Yo soy la mierda, yo te golpeo, yo te grito? Si fumo es por una maldita razón, por la razón de todos mis problemas. ¿Y sabes qué? ¡Tu eres esa razón!— Grité furiosa.

—Vete a tu cuarto, hoy no cenas. —Dijo calmado, lo observé bien.

—Bien, ojalá te atragantes con la comida— Deseé, y subí las escaleras.

Entré al baño y mojé mi mejilla, algunas lágrimas quería salir de mi rostro, pero yo no las dejaba caer.

Salí de mi habitación, iba a ir a mi árbol.

Subí a este, y con una sonrisa observé el cielo, apuesto a que mamá estaría orgullosa de mí.

Tomé un cigarro, y lo prendí, me importaba una mierda que Justin me viera, él no tenía poder en mí, ni nunca lo tendrá. Él es otra persona que quiere salvarme de un pozo sin fondo.

Vi la silueta de Justin, mi cigarro iba por la mitad, y esto sería ir en mi contra, pero tiré el cigarro y apoyé mi cuerpo en el árbol, cerrando mis ojos.

—Creo que no es cómodo dormir sobre un árbol,____. —Avisó Justin, abrí mis ojos. Estaba sentado al lado mío, en la misma rama.

Me observó, todavía estaba enojado por lo que le dije, seguro.

—No estoy durmiendo— Fruncí mi ceño ante mi respuesta inútil.

— ¿Fumaste?— Preguntó al ver el empaque de cigarros sobre el árbol, los tomé rápidamente, y los guardé dentro de mi chaqueta de cuero, para que nadie pueda robármelos.

—No— Mentí observándolo para que me crea.

Él se acercó a mí, era incómodo esto, yo estaba estirada en la rama del árbol, y él estaba sobre mi.

— ¿Qué mierda haces, Justin?— Pregunté mirándolo cuando apoyo su peso sobre mi cuerpo.

Comenzó a oler mi cuello, y mi cabello, rozando su nariz con mi piel.

—Fumaste. —Afirmó, lo miré de mala gana.

—No, es de hoy cuando estuve contigo, en el gimnasio— ¿Para qué le seguía mintiendo?

Acercó su rostro al mío, y observó mis ojos con una sonrisa.

—Te vi mientras fumabas, soy idiota, pero no tanto— Sonrió.

— ¿Y entonces para qué me oliste el cuello?— Pregunté con el ceño fruncido.

—Porque amo tu perfume— Admitió.

— ¿Puedes salir de encima mío?— Cuestioné, nuestros rostros estaban cerca, de nuevo.

—No quiero— Acercó su rostro al mío, ahora nada más nos separaba el poco aire que pasaba cerca de nuestros rostros.

Sus ojos se desviaban de mis labios a mis ojos, y así sucesivamente.

Strong (Justin Bieber Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora