Revisé mis bolsillos para tomar el empaque y sacar otro, pero este no estaba.
—La put…— me interrumpí a mi misma cuando vi a mi padre acercarse.
Miré a mí alrededor y estaba en casa. El árbol en dónde habíamos estado recién, era mi árbol.
— ¿Quién es el chico?— cuestionó.
—Nadie— dije cortante mientras caminaba hacia la entrada.
—Pues, “nadie” casi te deja sin virginidad en ese árbol— musitó.
Logró sacarme, raramente, una sonrisa. Si él supiera que mi virginidad ya no existía…
Lancé una mirada al cuarto de Justin, él estaba observando.
—Trata de evadirlo, es un poco curioso— añadí— y también insoportable, mandón, celoso e idiot— Mi padre me interrumpió.
—_____, ¿qué es ese vocabulario?— Bufé.
—El que tú me enseñaste— Musité.
—Ya deja de mentir,____(diminutivo de tu nombre)— Cerré mis ojos fuertemente y me di vuelta.
—Así me decía sólo mamá— Abrí mis ojos y lo miré.
—Mamá no está— Dijo firme.
—Porque tú la mataste— Contra dije.
— ¡Eres una estúpida!— Me abofeteó.
— ¡Vete a la mierda!— Y por primera vez lo enfrenté.
—Lamentablemente no sé dónde queda— Frunció su ceño.
—Mírate en el espejo, y la verás— Le sonreí falsamente— Eres tú, papá.
Él se acercó a mí violentamente.
— ¡Y tú eres una maldita anoréxica, ¿que crees que los cigarros van a salvarte de este mundo?, eres una prostituta, como tu madre!— Su palma chocó contra mi mejilla.
Miles de lágrimas caían por mis ojos.
— ¡Ya basta! Tu no sabes nada de mí— Escupí.
Él tomó mi cabello, y lo jaló, arrastrándome hacía dentro. Pero alguien lo detuvo.
— ¡Ya déjela en paz!— Gritó Justin mientras se acercaba.
—Justin, vete— Susurré.
—Oh, por fin puedo conocer a “nadie”— Comentó John.
Justin se acercó a mí, pero John lo empujó, soltando mi cabello.
—No la toques— Murmuró John.
—La toco cuando quiero hacerlo— Justin me hizo señas para que corra a su casa.
Me negué, mi padre estaba loco, y no dejaría a Justin a solas con él.
—Tu padre es amigo mío, aprendió del mejor— Sonrió mi padre cínicamente.
De un momento al otro, el puño de Justin se estrelló en el rostro de John, dejándolo tirado en el suelo.
—Te dije que vayas a mi habitación— Se acercó a mí, y tomó mi rostro con sus manos. Con su dedo pulgar, limpió las lágrimas de mis ojos. —Ven, iremos a ver la herida de tu mejilla— Susurró.
Justin tomó mi mano, y me encaminó corriendo hacia su casa.
—Gracias por darle ese golpe— Él tomó mi mano y por primera vez, se lo permití.
—Él se metió con mi madre, y contigo— Besó mi cabello.
Entramos a la casa de Justin, y subimos hasta su habitación.
— ¿Tu mamá está internada aún?— Cuestioné preocupada por ella.
—Mañana le dan el alta— Sonrío mientras nos sentábamos en la cama— Iré por un poco de algodón y alcohol— Se levantó de la cama.
Apoyé mi rostro en su almohada, John debía estar sangrando en el suelo. Me acerqué a la ventana, y él ya no estaba.
Sentí unas manos en mi cintura, que me atrajeron al cuerpo de Justin.
— ¿Estás bien?— Susurró en mi oído, y su boca descendió a mi cuello, bajando por mi brazo.
—Estás muy cariñoso hoy— Admití mientras me daba vuelta y me alejaba de su cuerpo.
—Tal vez sólo me pongo cariñoso cuando estoy cerca de ti— Lamió su labio inferior mientras bajaba su rostro y acercaba su boca a mi mejilla, depositando un suave beso en ella.
Sonrió mientras su mano se dirigía a mi mejilla, y su boca a mi oído, esparciendo besos, llevándolos hasta mi cuello.
—Justin, mi mejilla duele, y en serio no quiero que esto termine con los dos desnudos, sobre tu cama— Avisé con una sonrisa, él rió. —Estás muy cerca…
—Desearía que eso pasara, pero ahora curaré esa herida— Sus besos subieron a mi frente, depositando un beso delicado en ella.
Me senté en la cama, y Justin al lado mío.
Justin pasó el algodón con alcohol por mi mejilla, luego de quejarme por diez minutos… Bueno, exagero un poco; el dolor acabó.
—Gracias— Agradecí con una sonrisa.
—De nada,____— Se levantó de la cama, y guardó todo.
Me levanté de la cama para acercarme a la ventana, Justin se acercó a mí.
—Tienes la mano lastimada, Justin— Avisé observando sus ojos.
—No importa— Murmuró
—Sí que importa— Musité.
Justin con un rápido movimiento, puso mis brazos alrededor de su cuello, y movió mi cuerpo contra una pared.
—Te dije que no me provoques— Mi mirada se desconectó de la suya.
—Yo no hago nada.
—No mientas— Quiso acortar la distancia, me alejé de él, pero se acercó nuevamente.
En cuanto Justin iba a unir nuestros labios, la puerta se abrió. Una mujer apareció, posiblemente, la madre de Justin, lo cual sería raro, porque… Estaba en el hospital.
Observé a Justin, y a la mujer, luego observé la posición en la que estábamos.
Me separé de Justin rápidamente, la señora nos miró con el ceño fruncido.
—Lamento interrumpirlos…— Nos observó detenidamente— La señora Mallette está abajo, volvió antes de lo esperado. —Comunicó.
La observé confundida. ¿No era ella la señora Mallette?
—Ya voy, gracias por avisar, Stella— Murmuró Justin, la señora salió de la habitación.
— ¿Quién es?— Pregunté curiosa.
—Stella, nuestra cocinera… Mi nona— Respondió con una sonrisa, apoyando mi cuerpo contra la pared de vuelta.
—Justin, tu madre está ab— No pude terminar de hablar, ya que, los labios de Justin se dirigieron a mi cuello, besándolo. —Ya aléjate, Justin.
—Ya sé que mi madre está abajo,____— Susurró, y se alejó de mí con una sonrisa traviesa.
Me abrió la puerta para que pueda salir primera.
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