Me levanté a causa del despertador, había logrado dormir dos horas. Entré al baño, y lavé mi rostro, me puse un poco de base sobre de las ojeras. En cuanto terminé de cambiarme, bajé las escaleras.
No había nadie, mi mañana iba bien. Vi una nota en la heladera, me acerqué.
"______, tuve que irme de urgencia al trabajo, te dejé el desayuno, come, nos vemos."
Comí una tostada, y tomé un poco de mi chocolatada. Hoy le daría el gusto a mi estómago.
Salí de mi casa, con mi mochila en mis hombros. En mi chaqueta llevaba mis cigarros.
Llegué a la puerta de la escuela, buscando al pelinegro.
— ¡BÚ!— Alguien me asustó por detrás, haciéndome cosquillas, me di vuelta mientras reía.
— ¡MATT!— Lo abracé fuertemente mientras reía— Te extrañé, bobo.— Me separé de él, sonrió.
— ¿Crees que yo no? Pues estás equivocada— Nos separamos— Al final, a mi mamá no le gustó ese hombre… Hoy tiene otra cita, con otro hombre— Lo interrumpí.
—Daría mi vida por verte con traje, y daría todo mi dinero por verte tratando de ser educado— Largué una carcajada.
— ¿Quieres venir esta noche?— Preguntó con una sonrisa. —Al menos así no sería tan aburrido— Se encogió de hombros.
— ¡Claro que sí! Hoy no vi a John en todo el día, eso es un buen comienzo de semana— Sonreí.
—___(dimituvo de tu nombre)— Lo observé— Hoy es viernes.
Sonreí mientras entrábamos al colegio.
— ¡Eso es mucho mejor! Terminar la semana sin ver el rostro de ese estúpido es el mejor regalo que me puedan dar en todo el mundo— Suspiré, Matt me observó.
— ¿Qué pasa?— Cuestionó preocupado.
—Tengo que contarte muchas cosas, Wood. —Él frunció el ceño— Eso te pasa por desaparecerte de una día para otro— Me quejé ante su mueca.
—Yo también tengo que contarte muchas cosas— Me guiñó un ojo, reí.
Entramos a nuestra aula. Hora de lengua.
Le conté todo a Matt, y él me contó todo a mí.
La profesora de lengua ya estaba acostumbrada a nuestras charlas sin fin, estaba acostumbrada a que hablemos toda la clase sin prestarle atención. Por eso amaba a esta profesora.
Desde la próxima clase hasta la final, no estaría con Matt, pero lo vería a la salida.
Las ganas de escaparme siempre están, y hoy no era la excepción. Yo creo que al profesor de geografía no le importará no tenerme en su clase por un día…
Con una sonrisa me dirigí al estacionamiento, ya había salido de la escuela.
Observé la Ducati de Matt, había olvidado el hecho de pedirle las llaves. ¡Maldita sea! Tendría que volver a clases.
Caminé hasta el aula, y toqué la puerta.
— ¡Pase!— Gritó el profesor desde adentro, abrí la puerta con desgano, él me observó— Tarde, señorita Stonem— Dirigió su vista a mi asiento.
Caminé hasta mi asiento, y me senté, miré a Justin quien estaba al lado mío.
— ¿Qué?— Pregunté al ver que me observaba.
—Nada…— Respondió y copió lo mismo que el profesor escribía.
—Oh… Eres un chico estudioso— Sonreí, él me observó.
