Je vais t'aimer

23.Mi nueva vida.

-No quiero decir que te lo dije pero te lo dije- Volví a revisar su temperatura.
-Solo es un resfriado - Su voz era casi inaudible.
-Y una fiebre de 40 grados.
-Estoy bien.
-No lo estas.
-Además tu también te mojaste.
-Pero yo soy el gran Chat Noir.
-El mismo que hace algunos meses llegó inconciente a mi balcón.
-Pero fue lo mejor que me paso.-Sus mejillas se tornaron carmesí.
-Lo mismo digo chaton.
-Que harías ahora sin mí.
-Probablemente Alya vendría a cuidarme después de clases.-En ese momento empalidecí-Y su sopa sería mejor que esta-Me salpicó de sopa-Chat?
-Alya.-En ese momento alguien entró al edificio.
-Marinette?-Tomé todas las cosas que estaba usando para curar a Mari y salí al balcón.
Alya entró a la habitación.
-Oh amiga que te pasó.
-Recuerdas que ayer saliendo de clases estaba lloviendo.
-Si?
-Necesitaba inspiración y fui a caminar al parque. Y por la mojada me enfermé.-Mintió. Bueno no del todo.
Si necesitaba inspiración. Pero no fue al parque. Para ver mejor París, decidió que la llevará a la azotea de la fábrica. Yo le dije que se enfrentaría por la lluvia. Pero respondió que era muy resistente.
-Y tus padres están de viaje.
-Cursos para mejorar las ventas.
-Me quedaré a cuidarte.
-No es necesario Alya yo puedo cuidarme.
-No intentes levantarte.
En ese momento un akuma rugió.
-Marinette yo...
-Alya puedes irte no pasará nada.-Alya salió del edificio y yo entré.
-Marinette. Prometemé que estarás bien.
-Chat no tienes que preocuparte.
Salí por la ventana.
Era un chico hecho de lava.
-Soy Fuego rojo.
-Nooo, yo creí que seas fuego azul.
-Callate y dame tu miraculous.
-No creo que lleguemos a un trato.
-Entonces habrá gato quemado-Lanzó una bola de fuego.
-Buen intento. Pero necesitaras mas que eso para derrotarme.
-No creo que tu cola piense lo mismo.-En ese momento vi que el chico tenía una insignia que decía "Sigue intentando." Y también descubrí que mi cola de estaba quemando.
-Ahí debe estar el akuma.-murmure.
Me lancé a su pecho para poder arrebatarle la insignia.El fue más rápido y logró esquivar mi golpe. Ambos comenzamos una batalla en el suelo.
A cada golpe el chico me quemaba. Me lanzó cientos de veces contra unos edificios.
En un último intento con las pocas fuerzas que me quedaban le arrebate la insignia y la rompí y destruí al akuma con mi cataclismo.
El dolor fue insoportable. No me había dado cuenta de lo herido que estaba. Tenía quemaduras en todo el cuerpo, algunos raspones en los brazos y piernas y las costillas, probablemente rotas.
Entre por la ventana ella estaba dormida.Y sin ninguna herida.
Tomé su temperatura estaba mejor que esta mañana.
Me quedé velando toda la noche. Hasta que su alarma sonó.
-Princesa, levantate. Tienes que ir a la escuela.-La besé, sabía que era la forma más efectiva de despertarla.
Un rodillazo en el stomago. Si mis costillas no se habían roto ayer, Mari había terminado el trabajo.
-Chat?! Que ocurre?- Señalé la alarma.-Que te pasó en la cara?
-El akuma de ayer, no es nada. Las costillas son lo peor.
-Te curó cuando regresé -Me dio un corto beso y yo salí por la ventana.
Patrulle un rato, regresé a casa de Mari, la cual se encontraba vacía, para comer y ducharme, y luego patrullaba más. Cuando veía que los alumnos comenzaban a salir regresaba a casa.
Y así eran todos mis días desde que Mari me "adoptó" hace como dos semanas.