Je vais t'aimer

26.Nunca

Mi respiración era agitada, las lágrimas se paseaban, junto con un sudor helado, por mi rostro.
Intenté levantarme pero un brazo me lo impedía. Era el brazo de mi amada.
Hice un intento por tranquilizarme pero fue en vano. No podía calmarme tenía miedo, no a morir, no a los problemas que pudiera tener con esos dos hombres, que se hacen llamar "mi familia". Tenía miedo a perderla, tenía miedo a ser incapaz de protegerla, a no poder hacer nada, de nuevo.
Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me dí cuenta cuando Marinette despertó.
-Chat?
-...
-Que ocurre?
-...
-Una pesadilla?- asentí levemente.-Quieres contarme?-Negué con la cabeza.-Quieres que me vaya?-La abracé con todas mis fuerzas.
Al principio ella se sorprendió, luego correspondió el abrazo.
-Nunca te apartes de mi lado, nunca.
Al separarnos acunó mi cara y con su pulgar seco mis lágrimas.
-Nunca te voy a dejar sólo, nunca.
-Nunca-Repetí esa palabra era como el sello de nuestra promesa.
-Nunca-Dijo.
Y esa promesa no la pensaba romper, nunca, sin importar que íbamos.
-Nada ni nadie podrá separarnos, nunca.
-Siempre juntos?
-Palabra de gato. Te he dicho que te amó?
-No lo recuerdo.
-Te amo Marinette y nunca dejaré de hacerlo.
-Es una promesa?
-Una que nunca romperé.
Para la mayoría de las parejas nunca no es una palabra muy usada. Para nosotros era una palabra para expresar lo mucho que nos amabamos. Muchos dicen "te amaré por siempre", pero siempre puede tener un final. En cambio nunca es una forma de reafirmar que el amor no se acabará.
Finalmente quedamos dormidos, juntos, abrazados.
Me despertaron unas voces femeninas que echan el nombre de Marinette. No puede ser, me había olvidado que las chicas estaban ahí abajo.
Desperté a Mari con un besó, por cierto ya se había acostumbrado a que la despertará así.
-5 minutos más chat.
-Princesa, a mi también me gustaría estar así todo el día. Pero sus amigas la buscan.
-Las chicas, siguen ahí abajo?
-Si
-Agh-Marinette se levantó del suelo.
Iba a saltar de su balcón, pero me detuvo por la cola.
-Te vas sin tu beso de despedida, chaton?-Dí la vuelta y ella me tomó por el cascabel para unir nuestros labios.
Salté de tejado en tejado. Pero aún oía las palabras de la pesadilla.
"Tu senda esta llena de sufrimiento Adrien Agreste, joven héroe. Si creías haber perecido, aún te espera lo peor. Para ti no existen los finales felices. Recuerda bien estas palabras eres el gato negro, portador de la mala suerte. La destrucción y el sufrimiento te siguen. Y conforme tu poder crezca tu destino se tornará más negro."
Mi mente estaba llena de preguntas pero al llegar a un tejado, reconocí unas voces, que despertaron mi curiosidad. Así que me acerqué para oír mejor.