Se formó un gran silencio en alrededor de todo el abandonado campamento. Emma y su grupo de rescate habían quedado estupefactos. Si bien creían que al hacer trampa y utilizar la magia de Regina evitarían caer en la trampa de Pan, se habían equivocado, pues habían caído directo en la red de Peter Pan.
-¿Dónde diablos está Henry?-Emma fue la primera en romper el silencio. Pan sonrió.
-Rompiste las reglas, no es justo, es descortés-respondió el chico caminando, manteniendo el espacio entre él y el grupito-Esperaba más de ti, capitán.
Observó a Garfio con altivez.
-Y lo tendrás-respondió el hombre con enojo.
-Dame a Henry-presionó Emma.
-Lo siento, no puedo-Pan se detuvo- ¿Acaso no saben? Los tramposos nunca ganan.
Solo falto con que saliera la última palabra de la boca del líder, para que alrededor de Emma y sus compañeros, una gran cantidad de niños perdidos aparecieran, cargando en sus manos arcos, lanzas, espadas y dagas, todas apuntando a los intrusos.
Instintivamente, el grupo de adultos se puso en guardia ante la aparición de los niños perdidos. Y chocando sus espaldas se colocaron en posición de ataque, Regina preparando su magia, Emma y David sacaron sus espadas, Mary Margaret preparó el arco y el pirata, su filoso garfio.
-Cuidado con las flechas, están envenenadas con Sombra del Sueño-advirtió Garfio al ver el liquido oscuro en la punta de la flecha.
Pan sonrió con malicia,
Los niños perdidos comenzaron a disparar sus flechas, David las detenía con el metal de su arma, Mary Margaret contratacó.
-¡Cuidado!-gritó David al la flecha ser disparada contra la espalda de su esposa.
Saltó y la empujó justo antes de que le diera, pero logró causarle un rasguño en su costado.
-¡David!-exclamó Mary con preocupación.
-Estoy bien-le aseguró y ambos siguieron luchando.
Regina utilizaba su magia para inmovilizar a los niños perdidos lanzándolos o deteniéndolos, sin matar o lastimar severamente a uno.
Killian detuvo con su garfio el martillo de Félix justo antes de que golpeara su cara.
-Ha pasado un tiempo, capitán-dijo el rubio.
-No el suficiente-respondió Garfio y se movió soltándose de su agresor.
Hubo unos cuantos choques entre la espada, el garfio y el martillo, pero volvieron a detenerse, viéndose cara a cara.
-¿Recuerdas lo que le hice a Rufio?-preguntó Garfio, intentando molestar al chico. Félix gruñó con furia, recordando la triste y desagradable imagen de su amigo-Te espera un destino mucho peor a ti.
Con las últimas palabras del pirata, el niño perdido atacó con más fuerza y determinación. Sin importar el hecho de que en un pasado se habían ayudado piratas y niños perdidos, ante la amenaza de Orson, el rubio aún seguía con el enojo de la pérdida de uno de sus mejores amigos, y la culpa era completa del pirata.
Sabía que Melania se decepcionaría, pero Félix no permitiría que Garfio se escapara, debía vengar o hacerle justicia a Rufio.
Emma se defendía más, que atacar a sus agresores. Blandía la espada con habilidad, evitando que los ataques fuertes lograran generarle una herida. Corrió intentando llegar a donde Pan observaba todo con satisfacción, pero antes de lograrlo, un niño se abalanzó contra ella y la tiró a la tierra. Rodaron por el suelo, y Emma logró quedar encima, tomando una daga, la presionó contra el cuello.
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Destiny
Hayran KurguEl tiempo se agota... Melania está muriendo y con ella su esperanza. Ella sabe que no hay forma de que pueda salvarse, sin embargo, Pan tiene la forma de salvar a su reina. Pero él no puede decírselo, pues conoce a Melania y sabe que ella se negaría...