Fue una larga caminata, pero cuando lograron cruzar la selva y llegar al borde de la isla, después del agitado mar en el cual se reflejaba la blanca y brillante luna llena, Henry pudo observar la isla donde él salvaría la magia de Nunca Jamás.
Rodeada de poca vegetación, una piedra gigante y blanca iluminada por la luna se podía apreciar. Con dos agujeros grandes, profundos y oscuros en la parte superior, dos más pequeños en medio de éstos, y en la parte cercana al mar, una cueva que parecia ser la entrada, se asemejaba más a una sonrisa macabra. No tenía que preguntar el nombre la tétrica isla, pues Henry estaba seguro de que aquel lugar era la Isla Calavera.
-Adentro reside nuestra salvación, Henry-Pan tomó el hombro del niño mientras hablaba-Una salvación que sólo la puede traer el verdadero creyente.
-Es decir yo-habló Henry más para sí mismo, mientras que el joven detrás de él asintió y apretó más el hombro del chico.
-No te voy a mentir Henry, no será fácil. Se necesita heroísmo y sacrificio.
Henry observó por unos segundos a Pan, aquello comenzaba a darle miedo, pero ya había aceptado su misión, no podía retroceder por pura cobardía.
-Te lo preguntaré de nuevo, ¿estás dispuesto a hacerlo?
En su mente, el chico se repitió que era el verdadero creyente, el único con el poder y la capacidad de salvar la magia en Nunca Jamás. Los niños perdidos, Pan y Melania contaban con él, no podía defraudarlos. Tomó un largo respiro antes de responder.
-Sí.
Descendieron por las rocas hasta la orilla del mar, en donde un bote los esperaba para llevarlos a su destino. La subida fue un poco complicada. Las aguas estaban bastante agitadas y movian el bote de un lado otro, pero cuando lo lograron, Pan soltó la cuerda que los ataba y con los remos comenzó a acercarse a la isla.
Mientras más cerca estaban, la isla más imponente y macabra se volvía. Henry sintió escalofriós cuando el bote se adentro en la boca de la calavera. El lugar estaba completamente oscuro, la luz de luna que antes iluminaba el oceáno, ahora era nula.
Sintió cómo el bote chocó contra piedra. Después éste se movió un poco a los lados, Henry se sotuvo con fuerza de los bordes sin saber qué hacer. A su lado una luz se hizo presente. La cálida llama de la antorcha remplazó la oscuridad que antes lo rodeaba. Pan se acercó a él, y le extendió una mano para ayudarlo a salir del bote.
Subieron unas cortas escaleras de piedra y llegaron a lo que parecía ser el centro de la calavera. Con un simple ademán de manos, Pan encendió todas las antorchas del lugar. Desde donde se encontraban, los ojos de la Calavera ya no eran tenebrosos, pues aquel abismo negro que se veía por fuera, se convirtió en un estrellado cielo.
Pan caminó más y se acercó a un gran reloj de arena que reposaba sobre una pila de cráneos. Era de un metal oscuro, dentro de él habían granos de arema morados y negros. La parte de abajo casi llena y la de arriba solo tenía una pequeña cantidad de arena, que con los segundos que pasaban ésta poco a poco se deslizaba por el agujero.
-¿Qué significa ese reloj?-preguntó Henry acercándose al gran objeto.
-Es el tiempo de vida que le queda a...a la isla-respondió Pan con un poco de melancolía, pero recuperó su postura inmediatamente y se acercó a Henry-Llegó el momento, es hora de salvar la magia.
-¿Qué es lo que debo hacer?-cuestinó con nerviosismo.
Pan lo tomó de los hombros mientras lo observaba.
-Debes de darme tu corazón, Henry. El corazón del verdadero creyente.
El chico retrocedió algo confuso.

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Destiny
FanficEl tiempo se agota... Melania está muriendo y con ella su esperanza. Ella sabe que no hay forma de que pueda salvarse, sin embargo, Pan tiene la forma de salvar a su reina. Pero él no puede decírselo, pues conoce a Melania y sabe que ella se negaría...