Las lombrices y los peces
pescan los anzuelos.
Se vuela por el mar
y se navega por el cielo.Bill tomaba la mano de Dipper en el transcurso, se había ofrecido a llevar a casa al castaño, pues después de saber cómo era su verdadera condición quería estar con él todo el tiempo, asegurándose de que estuviera bien.
—Muchas gracias, en verdad. —le susurró el castaño, mirando su mano entrelazada con la del contrario.
—No hay por qué agradecer. —el mayor acarició la mano debajo de la suya con el pulgar, y finalmente la soltó, dejando que el Pines bajara del auto.
Éste cerró la puerta del vehículo tras de sí y entró a la casa, bajo la atenta mirada del otro.
No tenía idea de cómo ayudar a Dipper, y es que estaba aterrado de enfrentar a su padre, más que nada por las cosas que le podría llegar a hacer.
Por otro lado, Mabel estaba sentada en un sillón junto a su hermano, recargada en su hombro, tomando su mano, mirándolo de reojo de vez en cuando.
—¿Cómo te sientes? Dipper te... Te juro que me sentí aterrada cuando no llegaste, y además no contestabas el celular, Dios, yo... No supe...
Su hermano levantó la otra mano, haciendo una señal para que Mabel guardara silencio. Entendía a su hermana, entendía que estuviera preocupada por él pero necesitaba descansar. Se sentía agotado, tanto emocional como físicamente.
—Estoy bien, Mabs. —la miró y le sonrió—. Estuve con un chico. Se preocupa por mí.
Mabel abrió los ojos, sorprendida. Con el pasar del tiempo, su hermano se había negado rotundamente en llegar a tener una relación con cualquier persona que conocía. Claro que trataban de acortejarle, pero el castaño simplemente se negaba.
'No quiero que conozcas mi mundo', pensó la gemela. En algún momento así había rechazado a alguien que Dipper en verdad había llegado a querer, pero es que no tenia de otra. Mabel más que nadie conocía los sentimientos de su hermano, sabía que pudo haber sido feliz con aquella persona que ahora pertenecía a su pasado, pero tanto ella como su hermano sabían que sus padres les prohibirían algo como mantener una relación con alguien.
—¿Es el chico rubio que se quedó tu celular esa vez? —preguntó, apostaba a que sí.
—Por supuesto, ¿quién más crees? —Mabel habría sonreído ante esa respuesta pero ella sabía la manera en que Dipper se cerró, en cómo salió de su, de por sí, pequeño grupo social para evitarse esas cosas de sentimientos y sensaciones extrañas.
Se quedaron ahí, en silencio, hasta que llegó la tarde y con ella, el regreso de sus padres.
Vaya vida.
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Ojos Color Sol | Billdip
Short Story"La luna sale a caminar siguiendo tus pupilas, la noche brilla original después que tú la miras, ya nadie sabe ser feliz a costa del despojo, gracias a ti y a tus ojos." Historia basada en la canción Ojos Color Sol de Calle 13.