CAPÍTULO III: Thomas Hobbes.

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"Homo homini lupus"
El hombre es un lobo para el hombre
(Proverbio latino popularizado por Thomas  Hobbes)

KLAUS.

Klaus se encontraba acurrucado contra el sofá, confundido y temeroso. Ni siquiera estaba seguro de qué era lo que había pasado. No lograba procesar la información.
Cuando Marc se acercó tanto a él simplemente entró en pánico. Se iba a dar cuenta de los golpes, del maquillaje...

Nunca alguien se había aproximado tanto a él sin la intención de dañarle.

Una parte de él quería creer que Marc no le haría daño, que sus intenciones eran honestas. Pero sus alarmas no paraban de advertirle que eso era imposible, que el ser humano era corrupto y maligno por naturaleza, que sólo se preocupaba por su propio bien. Y que de una forma u otra no podía confiar en aquel chico de ojos avellana.

Sus instintos y su ideología le dictaban que se alejase de él, sin embargo lo único que quería hacer era permanecer a su lado, dejar que su piel caliente le cubriera, que su profunda voz le tranquilizase y volver a sentir ese cosquilleo que le había inundando cuando él le había cogido de la mano.

Pero sus instintos de supervivencia eran mas potentes que ese nuevo sentimiento que afloraba en su interior.
Pues esos mismos instintos eran los que le habían protegido durante sus 17 años de pura desgracia. Por eso cuando el bronceado se acercó demasiado su cuerpo saltó como un resorte.

—Será mejor que te vayas.

Cuando Klaus escuchó estas palabras salir de la boca del castaño sintió un miedo y dolor incomparable al que normalmente sentía.
Por primera vez había estado cerca de conseguir un amigo. Durante toda su vida se había repetido cada dos por tres que no necesitaba tener uno, pero eso no impedía que de vez en cuando su imaginación volara y recrease escenas que normalmente veía de lejos. Un saludo, un abrazo, un choque de manos, un partido de fútbol...

Pese a sus intentos sobrehumanos de impedirlo comenzó a llorar.
Había estado tan cerca...
El rubio comenzó a reprenderse. Debió haberse dejado besar, resistir el asco del contacto. Todo por tener a alguien a su lado.

El rubio lloraba silenciosamente, pues los llantos molestaban a Félix y si sollozaba todo era peor para él.

Marc tenía los ojos llorosos, y ver como las lágrimas recorrían las mejillas de Klaus lejos de hacerle sentir más culpable lo sacó de quicio.

—¿ES QUE NO ME HAS OÍDO? ¡TE HE DICHO QUE TE LARGUES!

Al rubio le invadió el miedo, esta vez uno genuino. Se levantó tembloroso y con la rapidez de una gacela abandonó la casa.
Bajó las escaleras corriendo a pesar sus heridas.
Salió a la calle con los ojos nublados, la cara roja y con lágrimas deslizándose por sus mejillas hasta perderse en el cuello.

Ese fue el momento justo en el que se dio cuenta de dos cosas:

De que no sabía regresar a su casa.

Y de que su padre le iba a matar si llegaba tarde.

MARC.

Mientras, Marc se encontraba desplomado contra su cama, quieto como un fósil.

¿Por qué cojones había hecho eso?
Klaus le atraía fuertemente y el lo había jodido todo en menos de 5 minutos.

Klaus (gay/yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora