Si votáis y comentáis rescataréis a 10 gatitos atrapados en árboles. :')
Disfrutad de la lectura. <3
~Marte.*** *** ***
"Ad nocendum potentes sumus."
Tenemos el poder de dañar
-Séneca.El camino fue silencioso. Ninguno se atrevía a decir la primera palabra.
Marc entretenía sus manos haciendo trucos con su zippo mientras que Klaus tenía su atención puesta en asegurar que sus pies no tocaran las rayas de las baldosas del suelo.Finalmente el más bajo se guardó el mechero.
—¿Te... te gustó la película?Klaus dejó de mirar al suelo.
—Estuvo genial, por mucho que quisiera no me podía sacar la banda sonora de la cabeza—Dijo en voz baja.Los labios de Marc se curvaron en una sonrisa, era demasiado adorable. Y tan homófobo no tenía que ser si quería seguir haciendo el trabajo con él...
En ese momento Klaus se acordó del ascensor roto y de los 7 pisos de escalera. La otra vez había conseguido subirlos sin llamar demasiado la atención. Pero estando enfermo no se veía capaz de volver a lograr tal hazaña.
—Oye, ¿te importa que hagamos el trabajo en una cafetería en vez de en tu casa?
—¿Y eso?—Preguntó Marc mosqueado ¿Tanto asco sentía de él que no quería entrar en su casa?. Pensó Marc pese a que no tuviera sentido.
Para el castaño la única explicación del comportamiento del rubio era la homofobia, pues su ego y su narcisismo le nublaban el juicio.
Es decir ¿Por qué otra razón le iban a rechazar? ¡Si estaba más bueno que el mismísimo Apolo!—Es que estoy un poco cansado...—Dijo volviendo a agachar la cabeza.
—Si, claro. Hay una cafetería que me gusta mucho cerca de aquí.
El sitio se llamaba Cheshire Café. En la fachada se podía ver como junto al nombre del local estaba dibujada la sonrisa macabra del gato de Cheshire junto a la cita "We're all mad here"
Se dirigieron a una mesa del fondo.
—¿Qué te apetece?—Preguntó Marc mientras el rubio se sentaba y sacaba un cuaderno y una pluma.
—Oh. Eh... Nada, no he traído dinero.—Dijo Klaus avergonzado.
—Invito yo, no te preocupes.
—No, no quiero aprovecharme.
—Insisto, venga. ¿Qué quieres?
—Pues... ¿Un café bombón?
—Goloso..., me gusta.—Dijo con una sonrisa traviesa.
Marc se dirigió a pedir a la barra y el rubio con disimulo le miró el culo. También vio como la camarera coqueteaba con él. ¿Ya se conocerían de antes?
Klaus sacudió la cabeza. ¿Qué hacía pensando en eso? ¿Por qué siquiera le había mirado el culo? Pensó con azorado.
El castaño regresó con el café y con una cerveza de trigo y el rubio se le quedó mirando.
—¿Qué? Ni que nunca hubieras visto una cerveza.—Dijo tomando asiento.
—¿No te han pedido el DNI?—Preguntó el más alto extrañado.
—Casi nunca lo hacen.
—Pero eres menor.—Dijo el rubio contrariado.
—¿Y?
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Klaus (gay/yaoi)
RomanceMaltrato familiar, drogas, sexo y amor: Klaus es un adolescente alto, sus pómulos están marcados, al igual que sus ojeras y sus costillas. Si levantas su camiseta verás un cuerpo invadido de moretones, quemaduras y verdugones. El maltrato y el odio...