Klaus (gay/yaoi)

CAPÍTULO VII: Atando cabos.

Arriba Chop suey de System of a down, canción que describe a la perfección la situación de Klaus y una de las tantas que utiliza Marc para ahogar sus sentimientos.

Al final del capítulo están los dibujos de Marc y Klaus <3

Votad, comentad y disfrutad de la lectura ^-^~Marte.
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"Stultum est timere quod vitare non potes."
Es tonto temer lo que no se puede evitar.
-Publio Sirio.

MARC.

Cuando estuvo a una distancia prudencial de la casa de Klaus dejó de correr. En ese momento se dio cuenta de que todavía se encontraba agarrando la tubería. Sin saber porqué no la tiró.

Suspiró. Ya no había vuelta atrás. No podía volver y decir "hey, todo ha sido una broma. ¿Me devuelves las galletas?"

Se pasó el trozo de tubería de una mano a otra, como si se tratase de una pelota.
Recordó las heridas de Klaus en la espalda ¿Qué tipo de enfermedad dejaba esas marcas?

Se puso a pensar en las series de médicos ¿Podría ser una fiebre hemorrágica?

Si tan enfermo estaba ¿Por qué no se encontraba en un hospital? Su padre no sería uno de aquellos que no vacunan a sus hijos y van a farmacias homeopáticas ¿Verdad? Eso explicaría porque tenía siempre un aspecto tan enfermizo.
Era igual de estúpido que intentar averiguar que le pasaba mirando series de medicina.

Lo mejor sería pasar por el hospital y preguntar. Llamaría por teléfono, pero le quedaba de camino a casa y así se aseguraría de poder ayudar a Klaus cuando volviese a clase.

Tiró la tubería en un contenedor y entró en el hospital público. No estaba muy transitado, era bastante tarde. Eso le hizo sentir mejor, no quería ralentizar el tratamiento de algún paciente o algo por el estilo.

Saludó al secretario del punto de información. Había venido otras veces para hacerse pruebas de ETS y casi siempre estaba él. Obviamente tomaba precauciones a la hora de mantener relaciones, pero siempre podían fallar y le gustaba hacerse un chequeo cada medio año. Sano como un roble.

—¡Marc! ¿En qué te puedo ayudar?—Preguntó con una sonrisa deslumbrante y unas ojeras muy pronunciadas un joven llamado David.

—Un...amigo está muy enfermo pero su padre no lo quiere llevar al hospital. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarle?

—Lo mejor sería que convencieras a su padre, pero si es tan...insensato de no traer a su hijo, no creo que ceda.

—¿Y si lo traigo a escondidas?

—Necesitaría estar con su tutor legal si es menor.

—Joder—Dijo tras chasquear la lengua.—¿Y no podría hablar con un médico?

—El protocolo especifica que no. Tendría que venir el paciente.

—Venga David...por los viejos tiempos.—Dijo haciendo alusión a las semanas en las que salieron juntos. Nunca sintió nada por él, pero sabía si lo miraba con ojos de cachorrito conseguiría lo que buscaba. Haberse follado a media ciudad tenía sus ventajas. Además sabía que David robaba morfina y luego la vendía, como último recurso siempre podría chantajearle, al menos el no lo intentaría violar.