O3 | EVERYTHING RETURNS

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O3. TODO VUELVE

JESSICA RESOPLANDO después de que Masrani se fuera, había conseguido llegar hasta el coche para ir en busca de Owen Grady, el hombre al que ya conocía lo suficiente como para, por lo menos saber, que no era para ella. Pero, el móvil empezó a sonar en el asiento de copiloto; se inclinó un poco, para ver cómo el nombre de Karen aparecía en la pantalla.

Agarró el volante con más fuerza, pues ya era agobiante tener que ir a hablar con ese hombre, y que encima su hermana la llamara justo ahora. Deslizó el botón verde, preparándose para todo lo que tendría que escuchar.

—Hola..., Karen.

—Hola, Jessica, ¿cómo va todo?

—Bien, ¿por qué debería de ir mal? —preguntó obvia, disimulando —. Sí, los chicos lo pasan estupendamente... Sí... todo en orden.

—¿Ah, sí? —preguntó sarcásticamente —. Es que, he estado hablando con Zach y dice que no estáis con ellos; ninguna de las dos.

—Ya, oye... —suspiró, mirando hacia arriba unos segundos para volver la vista hacia delante —. Está siendo un día agobiante para mí... Pero tranquila, no te preocupes, Karen; Claire los ha dejado con su ayudante, están en buenas manos. Puedo asegurarte que... —pero unos sollozos la interrumpieron; provenían de la otra línea, dando a entender que se trataban de su hermana mayor —. ¿Karen, estás llorando?

—Se suponía que iba a ser un fin de semana familiar —murmuró, ignorando la pregunta —. Lleváis un montón de años sin ver a los niños... Y sé cómo Zach trata a Gray cuando están solos; puede ser muy cruel.

—De acuerdo, lo siento, ¿vale? Mañana, Claire y yo, nos tomaremos el día libre; estaremos junto a ellos y no nos apartaremos ni un segundo de su lado —prometió. Luego, añadió —. Te lo juro, Karen, de verdad.

—Ya... "Jurar para mañana vale mucho menos que intentarlo hoy" —recitó. Jessica puso una mueca nostálgica, pues esa frase era absolutamente conocida para ella.

—¿Ahora hablarás como mamá? —preguntó irónica.

—No, estoy hablando como mamá —afirmó —. La verdad es que tenía mucha razón. Ya lo verás cuando tengas hijos.

—Eso sí los tengo —negó, espantada ante la idea; realmente veía a Karen con hijos, incluso a Claire, pero a ella... era una idea que no entraba en su cabeza de ninguna manera... la viera por dónde la viera.

—Cuando los tengas, merece la pena.

—¡Adiós mamá! —bromeó, intentando cortar la llamada en ese momento. No quería seguir hablando de ese tema; no ahora por lo menos.

—Adiós —la llamada se cortó al cabo de unos segundos. Jessica suspiró de nuevo, frustrada. Entonces, se dio cuenta de que ahora debía de explicarle a Grady lo del Indominus Rex, y quiso cavar un hoyo allí mismo; no tenía ganas de hablar con él, de verdad que no las tenía.

Pero, la característica cabaña elevada en medio del campo, se hizo presente mucho más antes de lo previsto. Observó por el cristal del coche como Owen parecía arreglar su moto junto a la casa. Aparcando el coche, y armándose de paciencia, que de juro la necesitaría, salió del vehículo, para acercarse hacia el hombre.

—¿Qué es lo que quieren ahora? —fue lo primero que preguntó al verla, volviendo a centrar su atención en la moto.

—Grady —saludó, totalmente fría —. He venido a pedirte que eches un vistazo a una cosa.

—¿Por qué me llamas "Grady"? Que saludó más frío —contradijo.

—Owen —recalcó, fulminándole con la mirada, para luego seguir —. Si no estás ocupado, claro... Si es así, me da igual.

—Estoy muy ocupado —sentenció, dándole un trago a su CocaCola.

—Tenemos una atracción... —volvió a hablar, rodando los ojos ante su actitud.

—Eso no fue lo que dijiste la última vez —le cortó. Se levantó, para ponerse frente a ella, clavando su azulada mirada en la suya, de un verde claro.

—Me refiero a los dinosaurios, Grady —hizo énfasis en su apellido, siendo que los niveles de paciencia iban bajando de forma estrepitosa.

—Owen —rectificó.

—Una nueva especie que hemos fabricado —informó. Owen se acercó aún más, interesado.

—¿Habéis fabricado un dinosaurio nuevo?

—Eso he dicho, ¿no? Ha eso se dedican en el laboratorio.

—Hablas como si no fueras parte de aquello.

—Porque realmente no lo soy; Claire es la que se ocupa mayormente del laboratorio. Solo soy la segunda al mando —respondió, con evidente obviedad —. Yo soy más... de seguir mis propios impulsos y estar fuera, como jefa de seguridad. En fin, lo van a presentar al público dentro de... tres semanas; el mismísimo Simón Masrani quiere que lo consulte contigo.

—¿Quieres consultarlo aquí... o en mi bungaló? —preguntó, con intenciones graciosamente provocativas. Jessica rió falsamente.

—¿Quieres consultarlo con o sin un ojo? No tiene gracia —masculló. Owen rompió en carcajadas, mientras empezaba a subir las escaleras de su bungaló.

—Un poco, sí —afirmó.

—Masrani quisiera que supervisaras el cercado por si hay cosas fuera de su lugar —argumentó, Owen empezó a ir a la parte trasera de la cabaña.

—¿Por qué yo?

—Créeme, también me hago esa pregunta —respondió —. Pero supongo que el señor Masrani cree —subió las escaleras —, que como eres capaz de controlar a los raptores...

—Tú siempre tan amable —respondió sarcástico, acercándose de nuevo a ella —. Yo no controlo a los raptores; es una relación basada en el respeto mutuo... Por eso no tuvimos una segunda cita.

—Escucha, yo nunca quise tener una segunda cita.

—Fuiste tú la que montaste una escena en medio del bar.

—Porque me pones de los nervios; eres insoportable, ¿sabes?

—¿Ah, entonces te pongo nerviosa? —preguntó terminando por acabar con su espacio personal.

—He dicho de los nervios, Grady, de los nervios —repitió, apartándole bruscamente. Pasó frente a Jessica, con una pieza de su moto entre sus manos y volvió hacia el vehículo, para seguir arreglándolo —. ¿Podemos centrarnos en el dinosaurio de una vez?

—En el dinosaurio, entiendo. Tú eres la que manda, ¿no? Tomarás muchas decisiones con tu hermana, pero sé que lo que te gustaría es librarte de aquello... ¿o no? —mencionó. Jessica lo observó varios segundos, pues no iba a negar que había acertado a la primera, por mucho que costara admitirlo. Sin embargo, el orgullo podía con la gente.

—No sabes de lo que hablas; tomar decisiones no es como tú lo ves, porque aunque no lo creas; es en esos momentos, en los que decides realmente qué pasará con todo lo relacionado al parque... que será de él. Ser jefa de seguridad es algo secundario, por poco que me guste andar por los laboratorios; debo hacerlo por Claire —informó, mirando hacia otro lado, convenciéndose a sí misma de que era lo correcto. Bajó las escaleras, para llegar hasta Owen —. Así que, me voy al coche. A lo mejor quieres cambiarte; son sensibles al mal olor.

Sin más, volvió hacia el coche, sabiendo perfectamente que vendría, pues ya sentía aquella mirada tan intensa clavada en su espalda. Sabría que vendría, porque en el fondo y aunque no quisiera admitirlo nunca, él se parecía a ella; cuando una nueva criatura aparecía, querían saber si todo estaría bien a partir de entonces.

𝘿𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 ▷ ᴏᴡᴇɴ ɢʀᴀᴅʏ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora