O9 | MOTHERFUCKER

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O9. HIJO DE PUTA

LA FURGONETA PASÓ bruscamente por el charco que en el suelo se había formado; Owen iba cabreado y encima, era de noche... algo poco aconsejable para que animales del Jurásico se estuvieran paseando libremente por ahí.

Habían llegado al recinto donde él, junto a su mejor amigo, Barry, se encargaban de los Raptores. ¿La razón? Allí se encontraba nada más y nada menos que la razón de su cabreo.

Jessica abrió la puerta de forma veloz, viendo a Owen hacer lo mismo. En ese momento, ambos, tenían el mismo propósito; eso era seguro. Claire, sin embargo, se quedó con los niños, esperando.... mientras que veían por la ventanilla la escena.

Hoskins se hizo visible, por fin. El muy maldito iba con paso arrogante hacia ellos, acompañado de una sonrisa burlona al observar a Owen, especialmente; él no despegó en ningún momento, la mirada mortífera que le echaba.

—La mamá gallina acaba de llegar —comentó Hoskins. Una sonrisa arrogante ahora se desataba en su cara... Pero, poco le duro, pues fue borrada por el puño del domador de Raptores; se tambaleó graciosamente, a su parecer, para luego agarrase con una mano la zona afectada.

Jessica conectó la mirada con Hoskins, que intentaba parecer razonable ante ella... De nada le sirvió, porque al igual que Owen, otro puñetazo fue lo que ganó. Estaba enfada, estaba harta de aquella situación... y él tenía mucho que ver en ella.

—Por hijo de puta —susurró, ladeando su cabeza. El hombre la observó de reojo, pensando en lo que le gustaba cada vez más. Tenía coraje, tenía algo inexplicable que le hacía ser ella.

—Y ahora lárguese de aquí, y no se acerque a mis animales —masculló Owen. Hoskins aniquiló a Jessica con la mirada, pasando un dedo sobre su labio, el cual estaba partido.

—Quería que ocurriera esto, ¿verdad, a que sí? —reprochó Jessica. Era tanto su odio, que luchaba internamente por no solucionarlo todo a golpes... y ser racional. Pero, ¡venga ya! Ese cabrón no merecía que alguien fuera racional con él. Se adelantó, amenazante —. Eres un maldito hijo de perra... Un gilipollas sin agallas.

—¡Oh, joder! ¿Cuántas personas más tienen que morir para que esta misión tenga sentido para usted? —preguntó a Owen directamente, indignado. Le retaba con la mirada, pues ninguno de los dos la apartaba.

—No es una misión, es una prueba —intervino Barry, que, al escuchar todo aquel embrollo, había decidido que sería mejor salir.

—Ahora es InGen quien se hace cargo de la situación —masculló con rabia.

—¡Qué le jodan a InGen! Está loco. Lo que dice es una puta locura, ¿no lo ve? —saltó Jessica. Ese cerdo lograba ponerle el mal humor a tope.

—Muy bien. ¡Mañana al alba llegarán dos cruceros a la Isla, y todo el mundo abandonará el parque! ¡Y en los titulares de las noticias, se hablará de cómo ustedes salvaron vidas! ¡No, no, mejor aún —observó a Owen —, de cómo sus animales salvaron vidas!

Hoskins se volteó, examinando los lugares de sus hombres, lo cuales se preparaban para la misión. Ambos se centraron en Barry, inquiriendo saber algo más.

—Nunca han salido del recinto; es una locura —murmuró, de acuerdo con la pelirroja.

—¡Vamos a empezar! —gritó Hoskins a los soldados, haciendo señas con sus dedos. Los motores de los coches, que darían una vuelta de reconocimiento, resonaron en el lugar; el gordo se volvió hacia los tres, fijándose en cada detalle en sus caras. Nada aprobatorio era lo que obtenía —. Y esto se va ha hacer..., con o sin ustedes.

𝘿𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 ▷ ᴏᴡᴇɴ ɢʀᴀᴅʏ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora