11 | WHAT SIDE ARE YOU ON?

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11. ¿DE QUÉ LADO ESTÁS?

—«Gracias por visitar Jurassic World, esperamos que hallan disfrutado de su experiencia...» —los altavoces del parque aún seguían en funcionamiento, cuando el camión y la moto cruzaron la entrada principal. Jessica rodó los los ojos con pesadez, al escuchar la voz robotizada; no dejaba de pensar en Hoskins, en los idiotas que los habían abandonado. No podía dejar de pensar en cómo todos le habían dado la escalada, y en cómo su plan, se había ido al traste en tan poco tiempo.

—Ten por seguro que disfrutar... hemos disfrutado —mencionó sarcásticamente, mirando al exterior, pues el camión aún iba con las puertas abiertas. El cartel que daba la bienvenida a las instalaciones estaba all, frente a ellos.

Claire paró, una vez que Owen lo había echo; la pelirroja, que se encontraba con ambos hermanos, bajó en seguida, indicando que esperarán hasta saber si no había nadie... o más bien nada.

Owen ya había cargado su escopeta, mientras que se colocaba en posición defensiva y comprobaba que no hubiera movimiento. Así que, afirmando no haber visto nada, Claire se acercó hasta donde Zach y Gray esperaban.

—¡Vamos, salid, vamos! —les dijo, ayudándoles a ambos. Luego, simplemente siguieron a Jessica y Owen, que iban por delante, dirigiéndoles hasta donde se encontraba el centro de operaciones; el centro de todo. Las puertas mecánicas se abrieron al advertir movimiento cerca, pues estaban diseñadas para aquello; Zach y Gray iban delante, mientras que los tres adultos iban cubriéndoles las espaldas... sobretodo el hombre de la escopeta, que era el único armado —. ¡A la sala de control!

—¡Por allí! —indicó Jessica, sobrepasando a todos, para llevarles a la derecha. Pasaron por donde antes estarían los hologramas de los dinosaurios, corriendo hasta llegar al pasillo directo a la sala; sin embargo, el golpe de algo de cristal al caer al suelo sonó, provocando que se detuvieran, retrocediendo un poco. Estaban frente al laboratorio.

—Lo han evacuado... —murmuró Claire, tomando la iniciativa de entrar y observar hacia todos los sitios del lugar; prácticamente solo quedaban los animales que habían utilizado de prueba, en jaulas. Pero, cuando estaban tan concentrado en ellos, otro ruido atrajo su atención; detrás suya, hombres con trajes de InGen, recogían lo que faltaba, cerrándolo, guardando las muestras de varios experimentos... Se lo estaban llevando todo. Claire miró aquella escena horrorizada... todo su trabajo, sus investigaciones... todo se lo llevaban.

—¿Qué coño estáis haciendo? —cuestionó Jessica, rompiendo el silencio que se había formado. Siempre tan educada, pensó Claire.

—Me temo que eso no te incumbe, preciosa —la voz de Hoskins inundó los oídos de la pelirroja, provocando un escalofrío en ella... Sí, un escalofrío por la sensación de estar a punto de saltar hacia él y arrancarle esa maldita sonrisa burlona de su cara.

—Vaya, vaya, vaya... Si es el cerdo otra vez... —mencionó, totalmente con desprecio.

—¿Dónde está Henry? —preguntó Claire, en su dirección. No lo veía, y empezaba a pensar que podría estar muerto... Él nunca habría dejado sus cosas en manos de InGen... por lo menos, eso pensaba.

—El Doctor Wo trabaja para nosotros —ahí estás la verdad. El muy cobarde de Henry Who, también había sucumbido a las garras de aquella maldita empresa, que creía que podía hacer lo que quisiera.

—Eso no es un dinosaurio —negó Gray. Miraba la pequeña pantalla, que aún funcionaba, donde indicaba los datos de la genética del Indominus Rex.

—No, no lo es chaval —afirmó —. Pero, alguien tiene que hacer algo para que ésta compañía tenga futuro. Imagínenselo; este de aquí, a escala reducida... —señaló la pantalla, mirando directamente a Owen y Jessica —. Letal, inteligente... además de adaptarse a la tecnología militar más avanzada. Un arma viva desconocida a todo lo conocido —definitivamente, Jessica odiaba a ese tío. Y Owen... él quería volver a darle un puñetazo —. Verán, tras millones de años de evolución, ¿qué sabemos? Que la naturaleza, es el don de... ¡Joder!

Aquella exclamación, había alertado al grupo, pues como ellos se encontraban de espalda a la entrada del laboratorio, no veían lo que Hoskins acaba de ver. Y es que, uno de los Raptores, había irrumpido en la habitación.

Owen extendió sus brazos, protegiendo a los niños y ambas hermanas tras suya, de manera en la que, el dinosaurio iba acercándose cada vez. Sin embargo, había optado por acorralar a Hoskins, que retrocedía hacia atrás, encontrándose más cerca de la cámara frigorífica. Sin salida.

—Tranquilo...., tranquilo —murmuraba, extendiendo una mano tal y como había visto hacerlo a Owen. Hiperventilaba fuertemente; empezaba a tener miedo —. Tranquilo. ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! Tú... tú y yo estamos del mismo lado... ¿verdad...? Tranquilo —volvió a entender la mano, puesto que la había retirado al un movimiento brusco por parte del Raptor. Pensaba que podía con ello, que conseguiría que el dinosaurio le hiciera caso.

Owen seguía con sus brazos extendidos, sin poder apartar la mirada de la escena; Jessica se agarró a su hombro para verlo más cerca, también.

—Estoy de tu lado... —susurraba, totalmente concentrado en el Raptor. Y, esas fueron sus últimas palabras, sus últimas palabras antes de que abriera su boca para agarrar con ella el brazo de Hoskins.

Jessica reaccionó de repente, tomando a ambos Mitchell y hacerles correr en dirección a la salida, de nuevo. No estarían a salvo allí. Correr era lo que ahora volvían ha hacer; correr, mientras dejaban al dinosaurio prehistórico, manchar de sangre lo que había quedado del laboratorio.

Claire y Owen los siguieron, entonces. Todos salieron de allí, cruzando el largo pasillo.

—¡Por aquí! —todos se giraron hacia la izquierda, por donde irían más rápido. Claire avanzaba junto a Jessica, indicando aquel camino.

—¡Vamos! —alentó Owen. Pero entonces, el Velociraptor, había traspasado el cristal que estaba a su lado... provocando que se volvieran a dar la vuelta, e ir, sin otra opción, por el camino largo. Luego, después de que se incorporara totalmente, ya les seguía... hasta llegar a los hologramas, el cual Gray pulsó el botón, activándolo y distrayéndole por un tiempo.

Llegaron a fuera, bajando las escaleras de la entrada de manera veloz. Sin embargo, otro rugido les llamó la atención; volvieron a parar, al comprobar que esa vez, estaban rodeados. Echo, Charlie y Delta, les habían acorralado. Estaban atrapados. Genial.

—Conque esas tenemos, ¿eh? —cuestionó Owen, fijando su verdosa mirada en uno de ellos, el que se encontraba delante suya. Bajó el arma lentamente, indicando que estaba allí, en son de paz. Claire temblaba de miedo, por lo que Jessica, agarró su mano, tratando de tranquilizarla; tenía claro que el miedo era muy evidente en esos momentos... pero, no era bueno teniendo a tres depredadores rodeándoles.

Como intentó hacer Hoskins, Owen aproximó su mano hacia él; pero, inconscientemente, el Raptor cerró su boca en un rápido movimiento. Aún así, Owen no dejó de acercarse; tenía la suficiente confianza, en que dentro de ellos aún se encontrarán aquellos animales a los que vio crecer... a los que él mismo crió. En ningún momento rompió el contacto visual.

—Tranquila —formuló decidido. Ningún miedo se leía en su mirada, ningún signo de debilidad... Nada de eso tenía que emplear, pues con ellos no había fronteras; no había nada que ellos debían temer. Todos sabían que Owen no les haría daño, que nunca lo haría. Jessica contempló aquello con fascinación, al igual que los demás —. Tranquila.

Terminó por acercar su mano a la mandíbula, solo para quitarle el chip que le reprimía, situado en el cuello. Luego, solo pudo dedicarle una sonrisa.

—Eso es... —susurró. Jessica había notado el vínculo entre los animales y él; había notado cómo se complementaban entre ellos. Notaba que nunca se dejarían, que no se abandonarían. Sin embargo, el Indominus Rex se hizo presente. Los Velociraptores se giraron a él, mientras que la bestia no hacía más que acercarse... como si creyera que aún estaban de parte suya, y que el verdadero enemigo era el grupo.

Dejó dejar a relucir sus grandes dientes, con el rugido que salió de su garganta... Los tres hermanos respondieron de igual manera; se volvían a comunicar. Giraban su cabeza del Indominus, a Owen, como si se cuestionaran su verdadero bando.

Pero, la decisión era más que clara. Porque, aunque aquella cosa les estuviera ofreciendo protección, que nada les pasaría de su lado. Sus corazones estaba con Owen Grady... Siempre lo habían estado.

Ellos solo pertenecían a un lugar, y si morían por algo, era mejor hacerlo por algo que mereciera la pena, por alguien que había estado siempre ahí, que los había cuidado... Estarían con él..., aunque eso significará su final.

𝘿𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 ▷ ᴏᴡᴇɴ ɢʀᴀᴅʏ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora