𝘿𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 ▷ ᴏᴡᴇɴ ɢʀᴀᴅʏ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ

O6 | ONLY HER. PART 1

〘 O6. SOLO ELLA. PARTE 1 〙
༆

JESSICA NO PARABA de mirar hacia todos los lados; no sabía cómo Owen había desaparecido así de la nada, en tan poco tiempo. No se daba cuenta por dónde caminaba. En su cabeza, solo cabía la idea de encontrar al hombre e ir a por Zach y Gray de una vez; transpasó un holograma de un Velociraptor, al no darse cuenta de que allí se encontraba. Sin embargo, siguió caminando, ignorando a la gente que la rodeaba, hasta que decidió parar, para repasar el terreno con la mirada. No había rastro de él, ¿cómo era posible? No podía haber ido muy lejos.

—¡Jessica! —alguien le llamó detrás suya. Por su cara se vio reflejado el alivio, cuando comprobó que aquel que tras ella estaba, era Owen Grady. Fue hacia él rápidamente, estaba desesperada... Estaba aterrada, por poco que lo mostrase.

—Te necesito —murmuró, cuando estuvo de frente a él. Owen la miró inquisitivamente; era obvio que algo quería, que algo necesitaba de verdad, para que fuera hasta él a pedirle ayuda.

—Vale...

—Owen, tienes que ayudarme —pidió —. Mis sobrinos están en El Valle. Como les pase algo, como pase cualquier cosa, yo no... —él la cortó, arrastrándola del brazo, hasta un lugar apartado, lejos de los guardias de seguridad. Ya no se fiaba de nadie.

—¿Qué edad tienen? —preguntó, fijando su atención en aquellos ojos verdes. Jessica mordió su labio con impotencia, tratando de recordar cuanto podrían tener; intentoó acordarse de sus cumpleaños, de cuanto les echaba a cada uno... Pero, su mente estaba totalmente en blanco. Ahora se daba cuenta realmente, de todo lo que se había perdido estando alejada de Karen.

—Ahh... El mayor tendrá..., la edad de un adolescente. Y el pequeño... Ahh... tiene..., alguno menos —balbuceó, intentando no caer en la insistente mirada de Owen.

—¿No sabes la edad de tus sobrinos? —cuestionó. Jessica suspiró con pesadez, dando a entender que claramente no, no lo sabía. Y en el fondo le dolía no hacerlo, le dolía haberse perdido tanto... Le dolía el no haber pasado más tiempo con su familia.

{***}

Los pitidos que indicaban que el móvil estaba marcando el número de Zach, resonaron en los oídos de Jessica. No paraban de sonar, dando a entender que no lo cogía. La pelirroja iba, junto a Owen, quien conducía uno de los coches del parque, en busca de ambos. Sin embargo, habían creído que sí Zach cogía el teléfono, todo iría más rápido, pues sabrían su posición exacta; pero, las cosas nunca son fáciles... así que, no lo cogía.

—Venga... cógelo —murmuraba, mirando por la ventana. Estaba empezando a impacientarse; solo esperaba que no hubieran tenido ya, un encuentro con el Indominus Rex —. Cógelo, cógelo... Vamos, vamos, vamos... —volvía a morderse el labio, pues esa era la señal que indicaba lo nerviosa que estaba; Owen la observaba de reojo, puesto que aquel gesto le atrapaba de una manera inexplicable. Jessica no podía evitar sentir miles de sensaciones; los hijos de su hermana estaban en peligro. ¿Cómo no estar nerviosa, asustada, aterrada, impaciente, en una situación como aquella? —. ¡Ah! ¡Es inútil! No responde.

—Los encontraremos —afirmó Owen, atendiendo a lo que tenía por delante. Estaban llegando a El Valle. Pero, eso no importó demasiado cuando pudo distinguir a un Diplodocus tirando en la hierba. Aquel lugar por el que las giroesferas solían pasar, ahora parecía totalmente muerto; deshabitado. Owen paró el coche, y se volvió hacia la pelirroja; cogió su escopeta de los asientos de atrás. Jessica alzó una ceja, al ver sus intenciones —. Quédate aquí.

—Joder, Owen; no me voy a quedar aquí porque tú me lo estés pidiendo —negó rotundamente, mientras que, le mandaba una mirada asesina. Había olvidado lo decidida que podría llegar a ser cuando quería, lo había olvidado por completo... Y no sabía cómo, pues eso era algo que le atraía de ella.