𝘿𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 ▷ ᴏᴡᴇɴ ɢʀᴀᴅʏ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ

1O | ALPHA

〘 1O. ALFA 〙
༆

EL MOTOR DEL QUAD en el que la pelirroja se encontraba, rugió ante el contacto. Barry, en otro de los Quads, y Owen, en su típica moto, estaban junto a ella. Preparados para salir; armados y con la esperanza de volver de una sola pieza... y de haber neutralizado a la bestia.

Owen miró a su mejor amigo, asintiendo con la cabeza, para luego volver ha hacer lo mismo a Jessica, que le devolvió el gesto; era la señal. El tráiler a sus espaldas, encendió las luces, una vez que los tres miembros de delante, lo habían hecho antes.

La pelirroja se colocó mejor el rifle de asalto que llevaba colgado al hombro, para colocarse en el Quad lista para que empezara la acción.

Y entonces, pisó el acelerador a tope, pues Owen y Barry ya habían salido también; los tres, junto al tráiler, por detrás, seguían a los Raptores, los cuales ya podían captar el olor del Indominus.

Cada vez más, se adentraban en el bosque. La adrenalina se hacía presente; recorriendo cada parte de su organismo; correr en medio del bosque, con los Velociraptores, era una sensación única... Era como si nada malo fuese a pasar, como si fueras libre en aquel momento.

Owen y Jessica tomaron la delantera, concentrados en el peligroso camino. Iban entre aquellos animales carnívoros como si nada... Bueno, él estaba acostumbrados, y ellos a él. Pero, realmente le sorprendía cómo se habían adaptado a Jessica tan rápido... Quizás, simplemente, su vida también eran los dinosaurios.

—Van más despacio —avisaron por radio. Ellos tenían un auricular en la chaqueta, pues debían ir concentrados.

—Tienen algo —afirmó Owen, sin apartar la mirada de los Raptores.

Entonces, solo entonces, llegaron a la zona donde todo se saldría de control. Árboles rodeaban el terreno, ¿cómo no? La hierba estaba alta, por lo que sí se tumbaban no los verían... cosa totalmente estúpida para un dinosaurio; ellos utilizan el olfato. Todo se encontraba en silencio.

Owen hizo una seña con su mano, indicando que se detuvieran. Así, los hombres empezaron a dispersarse por los alrededores, todos apuntando a donde los Raptores se encontraban, puesto que tendría que salir de allí el Indominus.

Jessica fue ágilmente hacia Barry, que estaba con Owen, apuntando también al lugar. Ella descolgó el arma de su hombro e imitó a los demás.

Poco después, se empezó a escuchar ese sonido... ese sonido que indicaba la aparición de algo grande; de algo muy grande. Porque tras unos segundos, el Indominus ya se encontraba frente a Los cuatro Raptores. 

Los puntos rojos de los rifles se encontraban sobre ella... sobre ese animal que jamás tuvo que ser creado. Jessica hizo una mueca de confusión, y apartó un poco el arma, al notar algo raro; parecía que se comunicaban, pues uno hacía un sonido y el otro, respondía con otro. Owen también parecía notarlo.

—Veis eso, ¿verdad? —cuestionó Jessica, hablando hacia ambos hombres —. Se están comunicando.

—Ahora entiendo por qué no querían revelarnos su composición... —susurró Owen; la pelirroja le miró unos breves instantes, centrando su atención en tener el arma preparada.

—¿Por qué? —inquirió Barry.

—Esa cosa tiene parte de Raptor...

Con un gran rugido por parte del Indominus, y pequeños de los Raptores, los cuatro se giraron hacia los soldados, con la bestia en la cabeza de todo.

—¡Disparad! —exigió Hoskins por el auricular, impacientándose. Y, antes de que Jessica, Owen o Barry, pudieran hacer algo, el fuego de las armas ya recaía sobre el animal, que se daba la vuelta para poder escapar. Pero entonces, dispararon una granada que provocó que cayera, con un árbol junto a él; el bosque se empezaba a incendiar, sin embargo, no tenía máxima importancia, pues no era grave.