Una Amistad ¿Inocente?

𝑵𝒊𝒏𝒆.

2 semanas, han transcurrido 2 malditas semanas y sigo sin tener rastros de ese idiota. Al llegar a mi cuarto después de aquel día en ese salón, me tiré en la cama pensando en lo ocurrido, hundiendo mi nariz en su suéter para aspirar su olor y sin poder impedirlo, sonreí al pensar en que el chico del que estaba enamorada me buscaba y mostraba interés en mí.

Pasé toda la noche pendiente del teléfono, esperando un mensaje que nunca llegó, en el colegio nunca lo veía, así fueron transcurriendo los días y ahora dos semanas después el coraje me invade y el rencor se apodera de mi.

Cada vez que siento que hemos progresado en algo, que nos hemos acercado, él desaparece, no me escribe ni me habla.

Estúpidamente lo defiendo sin querer ver la realidad, pero he de aceptar que solo juega conmigo, que solo me busca cuando no aguanta las ganas y sabe que son unas pocas palabras bonitas terminaré cediendo, no sé en qué momento perdí mi dignidad pero estoy decidida a recuperarla.

Me puse mi careta de "chica dura sin sentimientos" y afronté día tras día como si no me afectara, no lo buscaba, no estaba pendiente de él y lo bloqueé de todos lados.

No voy a permitir que siga haciéndome daño solamente porque lo amo. Los días fueron pasando, y cuando me di cuenta, ya habían pasado 2 meses, habían pasado muy rápido y estaba ansiosa porque siguiera siendo así.

Me encontraba en el baño del segundo piso mirándome en el espejo, los cuales estaban un poco apartados del resto del colegio, ya todos estaban en su respectiva clase por lo cual la institución estaba desierta, me disponía a salir del baño cuando lo veo entrar al mismo y cerrar la puerta a sus espaldas.

—¿Qué coño quieres? —Digo molesta, lo último que quiero es hablar con él.

—Te extraño —Dice casi en un susurro.

—Me sabe a mierda, no quiero hablar contigo. Déjame salir —Estaba comenzando a perder la paciencia.

—Deja de comportarte así, por favor —Dice acercándose a mi poco a poco.

—No te acerques —Le advierto.

—¿Por qué estás así? —Pregunta con tranquilidad.

—Tu cinismo en verdad me sorprende —Digo cortante— te lo explicaré de la manera más fácil que pueda; yo me enamoré estúpidamente de ti, que me prestaras atención y me buscaras me hacía sentir especial y me hacía pensar que podría haber algo más, pero solo me buscas cuando no aguantas las ganas y luego desapareces como si nada, soy solo un objeto que botas y recoges cuando quieres y ya me cansé de esa mierda —Dije de la manera más indiferente que pude.

—No, no, no es... —Lo interrumpí.

—No quiero, ni me interesan tus excusas, déjame salir —Lo empujé con todas mis fuerzas, haciéndolo caer— No te vuelvas a acercar a mi, jamás.

Salí del baño dejándolo en el suelo, caminé lo más rápido que pude en dirección a mi salón, lágrimas caían por mis mejillas, lágrimas de frustración y hasta cierto punto, de tristeza, el coraje se había apoderado de mi, no iba a soportar que me usaran como un objeto pero no podía ignorar mis sentimientos, y me dolió en el alma todo lo que le dije.

Para poder amar a alguien, primero hay que amarse uno y yo me amaba lo suficiente para saber, que no debía quedarme ahí.

N/a

¡Lo prometido es deuda, así que aquí les dejo un nuevo capítulo!

Me siento muy orgullosa y feliz de que hayamos llegado a la meta, su apoyo me alienta a seguir escribiendo y trabajando en esta historia, en serio se los agradezco inmensamente<3

Ahora vamos a subir un poco la meta, si llegamos a 60 votos, habrá nueva actualización, ¡vamos nenas, yo sé que pueden!

Hasta la próxima, las quiero un montón <3