◤Ｌｏｓｓｅｓ◢ [𝖭𝖠𝖬𝖩𝖨𝖭]

◤9. Gracias, V◢

[A PARTIR DE AQUÍ SERÁ NARRADO EN PRIMERA PERSONA; EL PUNTO DE VISTA DEL CADA PERSONAJE SE INDICARÁ PARA SABER QUIÉN ES]

Narra Jin

Veo cómo Namjoon frunce su ceño mientras pasa la mirada de V a mí, repitiendo esa acción por unos segundos. Su mano sigue agarrando con fuerza mi brazo, intentando que no me escape a pesar de que es lo que más quiero en este momento y en cualquier en el que esté él también.

Me asusta demasiado y, aunque no lo deje ver con fluidez algunas veces en las que ambos estamos juntos, simplemente me aterroriza.

Ni yo sé de dónde salen esos arranques de valentía, si es que se pueden llegar a llamar así, claro.

Lo único que quiero de Namjoon es que me devuelva mis cosas: mi mochila y mi llavero, no pido más, eso junto a que me deje en paz por el resto del curso, que es el último, a menos que él repita claro. No lo creo, pues, aunque es un maleante y los profesores no lo toleran, siempre saca buenas notas que le hacen pasar de curso en curso, siempre en una de mis clases como mínimo. Le he tenido respeto durante todo este tiempo y, ahora que no se lo falto ni hago nada para cabrearle, pierdo el llavero de mi difunta prima y se lía todo. Y también sé que es una gran estupidez por lo que se ha enfadado, es más, creo que últimamente lo utiliza para joderme un rato y molestar, que es lo que mejor se le da hacer, junto aterrorizar y trapichear por ahí junto a su banda.

Por otra parte, acabo de descubrir que Namjoon también conoce a V, quien parece ser mucho más amigable y cariñoso que el rubio, al menos eso demostró en la fiesta; noté cierto tono infantil y ñoño en su forma de hablar y pensar.

Me cayó bien, la verdad.

Cuando veo que V no responde, decido hacerlo yo:

—Sí, nos conocemos —intento soltar mi brazo, peor me es imposible, y más cuando intensifica su agarre y me acerca sorpresivamente a su cuerpo, alejándome del que tiene como apodo una letra.

—¿Desde cuándo? —pregunta de nuevo.

Voy a contestar para que se quede a gusto y me deje de coger el brazo tan fuerte, pero V me interrumpe agarrándome del otro y negando con la cabeza mientras una sonrisa se abre paso por su cara, mostrado los perfectos dientes que tiene. Puedo ver que se está burlando un poco de Namjoon, aunque a mí no me hace gracia, ya que cuando ve que me ha puesto la mano encima, tira más de mí y me coloca tras su espalda.

¿Son amigos o no son amigos?, pienso mientras ahora hago la acción primeriza del rubio, posar mi mirada en uno y luego en el otro.

—Vamos, Namjoon —V le golpea el brazo en forma de jugueteo—. Aún quiero una disculpa por esto —se señala un moretón que tiene cerca del labio, y me sorprendo porque tengo uno parecido.

Namjoon inmediatamente me suelta y se tranquiliza, pasándome a mi la paz cuando, al fin, puedo escapar, al menos de su agarre, porque veo que de su compañía no. Con un par de miradas entre ellos, acabamos sentados en la misma mesa de antes, solo que ahora el rubio está sentado a mi lado mientras V está frente a nosotros, mirándome. Me mentalizo de que en verdad sí son amigos, bastante cercanos, cuando V se pide una bebida, Namjoon le pregunta que si tiene dinero y obtiene como respuesta un «no» cargado de risa, por lo que ambos carcajean mientras el rubio sujeta el puente de su nariz en modo de resignación y como si fuese una pérdida de tiempo seguir hablando con el otro. Yo no hago nada más que estar frotando nerviosamente mis manos contra la tela de mi pantalón y mirar mi alrededor; no sé qué narices comentar.

—Ahora, en serio —habla Namjoon—. ¿Desde cuándo lo conoces? —me señala con su pulgar.

Esta vez yo no intento responder, espero que lo haga V. Y, efectivamente, responde, solo que lo hace después de darle otro sorbo a su refresco.