◤6. Consecuencias◢

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Siempre se suele decir que cada acción tiene su consecuencia, y gran verdad que es.

Seokjin, con su pelo revuelto a causa de la velocidad con la que corre, busca desesperadamente un lugar en el que esconderse lo más rápido posible. Siente que en cualquier momento puede llegar a tropezar y estropear absolutamente todo. Con el corazón pareciendo que está apunto de salirse de su pecho, consigue agarrar el pomo de una solitaria puerta en uno de los pasillos del instituto y escabullirse dentro, quedando a oscuras pero agradeciendo en su mente a cualquier cosa que haya plantado esa bendita puerta ahí. Más concretamente a alguien en vez de algo.

Restriega nerviosamente sus manos contra su pantalón, las cuales están ligeramente sudadas a causa de los nervios que le carcomen en este preciso momento. Y todo esto es debido a que alguien el está buscando durante toda la mañana.

Namjoon le está buscando.

No sabe por qué, solo quiere huir, ya que todo lo que tenga que ver con ese chico, significa problemas.

Fuera, en el pasillo, consigue oír los murmullos de algunas personas, por lo que, casi sin darse cuenta, se acobarda y se introduce más en la habitación. Mala idea, pues, al no ver nada, choca con lo que parece ser una fregona seca y esta cae sobre unas cajas y después acaba en el suelo, dejando un sonido sordo en el ambiente. Las voces se callan. Maldice en su mente al notar como la puerta es abierta, dejando entrar una franja verdaderamente notable. Dicha luz ilumina su cara, la cual deja ver a las dos personas que murmuraban por los pasillos: Hoseok y Yugyeom.

—Joder, tanta búsqueda para que estuviese escondido en un puto armario del conserje —bufa el primero.

—Vamos, marica —Yugyeom agarra el brazo derecho de Jin, obligándole a salir del lugar, cerrando la puerta abruptamente tras ellos—. Te daría una paliza por haberme hecho desaprovechar media hora de mi vida, pero Namjoon me la daría por haber dañado a su juguete.

Una incomodidad acude al cuerpo de Jin, quien no puede oponerse a rechistar.

—Yo no soy el juguete de nadie.

—Para Namjoon sí, así que ahora cállate —vuelve a hablar Yugyeom.

Intenta decirle que nadie le manda callar, pero cuando ve que levanta su mano en un puño, cierra la boca, sintiendo un poco de miedo al poder recibir un nuevo golpe. Incluso sabiendo que las palabras sobre que Namjoon se enfadaría podrían llegar a ser ciertas, se acobarda.

Mientras su cuerpo es arrastrado por los dos chicos, empieza a insultar de todas las formas posibles el viernes: cuando perdió su llavero, cuando tuvo que ir a la clase y encontrarse con el que, en poco tiempo, está siendo una pesadilla... Insulta todo de ese día y a los siguientes que sean relativos.

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El temido chico espera sobre el capó de su coche, mientras le da una calada a su cigarro casi acabado y revisa su móvil, en el que hay un mensaje de Hoseok, donde dice que han encontrado al moreno y que ya lo llevan junto a él.

Sonríe al leer la gran noticia.

Minutos más tarde levanta la cabeza al oír a sus amigos reír en la lejanía. Junto a ellos, su querido gatito. Guarda su teléfono en el bolsillo trasero de sus vaqueros y tira la colilla, pisándola.

—Os habéis tardado demasiado —habla.

—Este —Hoseok le da un pequeño empujón a Jin—. Estaba escondido en un armario del conserje.

—Joder, qué irónico —ríe—. Maricón y sale de un armario —vuelve a carcajear, seguido de todos menos del menospreciado.

Le encanta ver lo asustado e incómodo que está su gatito. Se siente poderoso y dominante al saber que el otro, ante tal rechiste que haga, se ganará algo con lo que no volver a abrir la boca para quejarse.

◤Losses◢ [𝖭𝖠𝖬𝖩𝖨𝖭]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora