◤Ｌｏｓｓｅｓ◢ [𝖭𝖠𝖬𝖩𝖨𝖭]

◤17. "Chocolatito"◢

Narra Jin

Dudo en si llamar o no cuando veo el nombre, bueno, apodo, del castaño en la pantalla de mi móvil. Conseguí su número el otro día, cuando me lo encontré el lunes en el único supermercado donde venden unas golosinas que no he visto en ningún otro.

Simplemente, están deliciosas o más.

Resumiendo todo esto un poco... Fui a por las golosinas, agarré dos paquetes y, cuando fui a pagar, me encontré con la grata sorpresa de que le habían contratado recientemente y trabajaba de cajero. Estaba tan... tan adorable con el uniforme. Era un poco horrible si se lo viese a otra persona, pero en él, en él quedaba genial. La camiseta blanca de manga corta se pegaba un poco a todo su torso y pecho; lo mismo pasaba con unos simples pantalones negros que llevaba. Y he dicho que el uniforme era horrible porque le obligaban a llevar un chaleco azul ni oscuro ni claro, un tono medio, con el cual parecía un presentador de circo. Así que me reí tras descubrir su primera aparición por el lugar, hablamos más cosas, hasta que me extendió un papel, el cual contenía su número, el que ya está agendado en mi teléfono como "Vángel". Sí, muy original...

Si tuviera un hijo, creo que le pondría ese nombre completamente inventado.

La cuestión es que, ahora mismo, tengo mi móvil sujeto fuertemente en una de mis sudorosas manos, dudando en sí alargar el pulgar hasta el signo del teléfono y esperar a que su grave y acalorada voz que me hace temblar de una forma agradable desde hace poco decida hacerse oír al otro lado de la línea.

¡Venga, Jin, es solo V! ¡Le conoces! Bueno, más o menos, pero quieres hacerlo...

Y es verdad. Ahora una de las cosas que más me atormenta por las noches es pensar en el nombre del castaño. ¿Será corto o largo? ¿Compuesto o simple? ¿Sexy o no sexy? Sí, un total suplicio que quiero que se acabe enseguida con sus rosados labios soltándolo de una vez por todas, porque así, al menos, sabré que soy alguien importante en su vida como para que me lo diga, tal y como me comunicó aquella noche en la primera fiesta a la que asistí de Mark.

Ahora que lo pienso, si no hubiera habido interés por parte de Jimin hacia Yoongi, posiblemente en mi vida hubiese conocido a V. O, si lo hubiera hecho, posiblemente no sería con la pequeña relación de amistad que tenemos y que espero no ser el único del dúo en querer que siga creciendo.

Decidido y tras darme una mirada en el reflejo de la pantalla de la televisión del salón apagada, presiono el signo verde y me acerco el objeto a la oreja derecha, oyendo los pausados pitidos mientras escabullo mi labio inferior entre mis dientes.

Es jueves. ¿Hoy también trabajara?

Esa duda se extiende por mi cabeza, notando a través del reflejo, nuevamente de la televisión, que parezco un completo imbécil por una simple llamada, pero es que es una llamada de V.

—¿Diga? —pregunta al otro lado, sonando un tanto confuso, y es normal, porque es la primera vez que le llamo desde que tuve su nombre guardado desde hace cuatro días—. ¿Hola? —insiste un poco más al no tener respuesta.

Entonces, carraspeo y boqueo un poco, pero con la decisión predeterminada.

—Hola, soy yo.

Bravo, Jin. Hay que aplaudirte por tal desciframiento que acabas de hacer tú so...

—Ah... ¡Hola, Jin! —pues sí que me ha reconocido al final—. Ya decía yo que estabas tardando mucho...

—Sí, jaja —parezco lelo riendo así, por lo que paro abruptamente y trago saliva con lentitud, notando mi nuez moverse espesamente y con ondulación—. He estado un poco ocupado con lo de la puerta forzada.