Las intenciones del Rey. [Finalizada].

Un complot.

Derek caminaba por los pasillos, con seriedad y el ceño fruncido. A cada paso, sus botas de cuero, provocaban un sonido constate. Anunciando su venir. Finalmente, llegó ante una gran puerta de roble, la cual abrió sin preámbulos.

Los invitados allí, lo observaron con atención, pues, al parecer, era el único faltante de ellos. Derek ingreso, cerrando la puerta tras de sí.

— Mí señor — saludo de forma coqueta, la reina Katerine. Acomodando su cabello atrás de sus hombros, dejando a la vista su descarado escote.

El rey Hale la ignoró, tomando asiento y dándole inicio a aquella reunión clandestina.

El joven rey Winchester, aclaró su garganta, llamando la atención de todos los monarcas.

— Debido a los sucesos con el reino vecino y nuestros convenios con el, nos hemos vistos obligados a llevar a cabo esta reunión, para decidir a quien debemos vuestra lealtad...

— Al rey, como es debido — interrumpió la monarca, Katerine. Al Winchester.

—¿A cual? — preguntó con gracia el rey Salvatore.

— Exactamente — tomó la palabra el rey bastardo . — ¿A cual de ellos?.

— Al único con derecho — hablo Katerine, con seguridad — Al alfa.

— Con todo respeto, mí señora — contesto el rey Burkhrdt, con semblante tranquilo — ambos monarcas gozan del mismo derecho.

— Pero el monarca Stilinski, la sangre en el. Tiene el derecho a la corona.

— Y su señor esposo, el monarca  Hale, posee los mismo derecho. — volvió a responder, el monarca, con imparcial opinión.

— Pero el monarca Stilinski nació como legítimo sucesor — insistió el Winchester.

— Vuelvo a repetir, al desposarse, el rey Hale adquirió los mismos derechos de su señor esposo — volvió a razonar Nick.

— Además, Stilinski es un Omega — murmuró Katerine.

— Un Omega capacitado — defendió Dean Winchester, guardia real. Tomando la palabra por primera vez. — desde el momento en que la reyna Stilinski falleció, se supo que John Stilinski, no volvería a tomar a otra mujer o a engendrar a otro hijo. Stiles Stilinski fue criado para ser un rey sabio, justo y capaz.

Katerine rodó los ojos.

— Sigue siendo un Omega — protestó, infantilmente, sin argumentó.

— Eso no viene a discusión — contesto el guardia. Su sobrino y rey, le miró, buscando que se calmará.

— esa no es forma de hablarle a una dama y mucho menos a una reina — contesto Katerine con veneno.

— con todo respeto, mí señora, de dama no posee nada. — respondió el guardia, apuntó de comenzar una pelea verbal.

— Controle a su perro, Lord Winchester o me veré ...

— De todos modos, ¿Que sentido tiene vuestra reunión?, ¿En que nos beneficia elegir un rey?, Vuestra lealtad no tiene caso y no nos afecta que monarca llevé la corona, mientras la llevé. — habló con seguridad el rey Salvatore. Frenando el desacuerdo naciente.

— Si me permiten — hablo por primer vez el rey Hale. — Mí tío, llegó al trono con artimañas y traiciones hacía su señor esposo. ¿Que le impide apuñalar vuestras espaldas?.

— ¿De qué habla usted? — cuestionó el Salvatore. Interesado.

— Mí tío, es una persona con avaricia, ¿Nos conviene dar nuestra lealtad?, A un hombre que puede traicionar, tan solo por su propio beneficio.