Aliados del norte.

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Estaban en el territorio de los lobos del norte. Seres terriblemente brutales. Su piel tan grusa como la carne de cualquier animal salvaje. Y el frío era tanto, que los copos de nieve podían cortar la piel de su rostro, sin embargo Stiles estaba allí con su ejército por un propósito. Reclutar a estos salvajes.

Idea proveniente de Salvatore. Era por ello que ahora Stiles se presentó, dando aviso de sus intenciones.

—¿Que es lo que usted dice, acepta mi pedido?.

— eres un ser débil. — demandó el líder. Como respuesta.

Stiles hirvió de ira, tan rojo por el enojo en su sangre.

—¿Por mi casta?.

— no, niño omega. Por ti mismo.

— creo que estamos perdiendo el tiempo — susurro Peter, inquietó sobre su caballo. Pero Stiles no escucho.

Desmontando majestuoso para hacer frente al alfa. Este, de piel morena río divertido por el pequeño hombre que invadía su espacio en una clara provocación de poder.

— serás rey de los tuyos. Pero aquí solo eres un forastero. Un niño con piel de hombre.

— pruébame.

Los hombres salvajes rieron en coro. Mientras sus propios hombres se convertían en dudosos seres.

— mi señor. — intentó llamar Damon.

Stiles volvió a provocar al líder.

—¿Que pasa lobo?, ¿Por que no muestras tus garras?.

La diversión inicial del hombre se desvaneció en ofensa, siendo entonces el quien procedió a intimidarlo en tamaño. Pero el omega no se apartó, mostrándose terco ante el acto. El lobo gruñó.

— si morir es lo que quieres. — aceptó. —¡Entonces morirás! — grito y sus hombres se alzaron ansiosos, victoriosos por una lucha que no habia comenzado.

—¡No! — gritó Salvatore preocupado, desmontando su corcel. Pero Stiles volvió a ignorarlo aun cuando el alfa se paró a su lado. — retroceda mi señor. — pidió al rey. Mientras sus hombres armados, se preparaban para un enfrentamiento.

— entonces lobo, dame a tu mejor hombre y dejame demostrar mi valía ante tus dioses.

— que así sea. — aceptó el alfa ofendido, retrocediendo moderadamente, pero aun en una postura furiosa. — mi hombre contra ti. Sin tus guardias de armadura brillante. — demandó en condición.

Salvatore se volvió inquietó al lado del rey, sin saber cómo poner en marcha atrás este pacto. Peter bufó controlando el temor en su cuerpo, mientras los hombres creían que el Rey había perdido del todo la cabeza.

— si yo ganó, ¿Librarán mi guerra?. — quiso saber.

El alfa río, aun molestó. — si ganas, niño omega. Portaremos tu escudo y mis hombres y sus hijos, te alabarán en tu trono brillante. — aceptó divertido, y aun cuando su tono se teñía de burla. Stiles asintió. Y el Alfa sonrió triunfante. — ¡Que venga mi peleador!.

Sus hombres abrieron pasó a un hombre de tez oscura, cuyo rostro impasible intimidó a todos los suyos.

— tal vez podríamos llegar a un nuevo acuerdo, su mejor hombre contra el suyo mi señor — aconsejo Salvatore en susurro, viendo al temerario hombre alfa.

Alto y fornido el hombre se deshizo de sus pieles, dejando al descubierto su torso muscular. Stiles lo miró táctico, con el semblante molestó.

— yo soy mi mejor hombre — respondió, sin dejar replicar al alfa, mientras el mismo se quitaba la vestimenta de su torso, se quito su capa roja cual sangre sin inmutarse, entonces dejó caer en un golpe sordo su armadura, su camisa rápidamente también terminó en los suelos blancos de nieve, el frío calo en el tan helado como el hielo mismo.

Las intenciones del Rey. [Finalizada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora