Las intenciones del Rey. [Finalizada].

Un navío lejano.

El cuerpo colgaba inerte frente a los curiosos ojos del rey. Quien impresionado observaba en meticuloso silencio la fría carne, cuya piel se teñía de un morado asfixiante, la sangre ya no brotaba con furor, ahora en lenta cascada bañando el suelo donde se derramaba. Hacía mucho que Salvatore lo conocía, solo de vista por supuesto, entre la calma de sombras anónimas.

Salvatore no gustaba de ser visto, no cuando el no lo deseaba. Pues saboreaba el saber que solo el estaba en sincronía con los echos. Ser un rostro más para los hombres, mientras estudiaba a los mismos.

Lo que le llevo a conocer a Theo. Guardia mas leal de Hale. Primero en su rango, pesé a su edad.

Conocía de aquel chico cada echo, como sus marginales inicios como huérfano, hasta su mas recóndito interior donde solo se encontraba la ira. Ciertamente su final había sido sellado rápido e injusto, entre las manos de un rey con la furia de una bestia.

Mismo rey que no le permitió confesar su completa verdad y ahora aquel chico había muerto con una confesión a medias. Casi con una verdad silenciosa

Y claro que Salvatore conocía el completo nombre del culpable. No por nada había terminado por detener a Theo... ¿Pero como podía el hacerle entender a Stilinski que apuntaba su ira al Hale equivocado?, ¿Como explicarle, sin exponerse el mismo a sospechas que indudablemente cosecharia el rey su propia cabeza?. Rey que gracias a los echos se habia convertido en un paranoico.

La respuesta llegó a el tan simple como una ventisca. Cuando a lo lejos, el divisó el navío.

En aquella mazmorra, justo en sus suelos, había ventanas con gruesos barrotes que daban al mar. Por si la marea subiese y ahogara al detenido. No era solo coincidencia el moho del lugar, incluso la sal del mar se impregnaba en las maltratadas paredes.

Pero lo importante no se hallaba dentro, si no fuera, navegando por el calmo mar, a lo lejos estaba el navío.

Lo que no hizo mas que hecer sonreír a Salvatore. Abandonando la sala, abandonando el cuerpo. Que irónicamente siempre estuvo solo...

Por suerte para el. Stilinski no habia ido al encuentro con Peter, por lo que no tuvo que ser testigo de otra muerte a manos del Rey. Por suerte para todos, stilinski se hallaba en su sala mas amplía contemplando con furia sus próximos actos.

—¿Pensativo mi rey? — pregunto con elegancia en cuanto se halló presente en el lugar.

Los ojos fríos del rey lo miraron con cierto rencor, haciendo que Salvatore se sintiese duro por ellos, teniendo en cuenta que tal vez, debería tener mas control sobre sus deseos hacia el rey.

Pero Damon sabia que haría de este rey una leyenda.

— aun no me decido — murmuró el rey con calma.

—¿Decirse de que mi señor?.

— de como daos muerte al bastardo de mi esposo.

Demon vibro ante la despiadada voz que daba condena. Pero luego de remojar sus labios, aclaro su garganta para hablar.

— es una suerte que no tenga que matarle aun. Su alteza, al menos no a ese Hale.

—¿Y por que no podría en todo caso?.

— por que si usted al culpable quiere condenar, le sugiero humildemente que volteé.

Stiles con miró intrigado, antes de voltear con cierta duda, siendo testigo del lejano navío que, estando tan lejos, no sabría decir si venía o si se marchaba.

—¿Un navío?.

— donde el culpable esta escondido. Ya lejos de usted por supuesto, escapando por el mar — se apresuró a aclarar.