Bratvá On Ice - [El secuestro de Yuri Plisetsky]

Recital de piano (Capítulo final)

"Sabes, cuando era pequeño... me enseñó a tocar el piano."

"¿Tu abuelo?"

Yuri se sentó en silencio delante de aquel gran piano blanco. Con ambas manos en su regazo y cerrando sus ojos empezó a desdibujar la habitación que lo rodeaba.

Respiraba lentamente mientras extendía lentamente una de sus palmas al centro del teclado, la otra se alejó a un extremo. Sus dedos empezaron a moverse lentamente como las olas sin tocar ninguna tecla.

Mientras Otabek se había quedado anonadado ante lo que pasaba, sin querer interrumpir a su compañero y solo miraba en silencio lo que estaba por ocurrir ante sus ojos.

"uno"

Salió del trance que lo habían mandado involuntariamente. Las manos del rubio empezaron moverse a lo largo del teclado aun sin producir algún sonido en el piano.

"dos"

El primer sonido provino de un pedal del piano, las manos aun no tocaban las piezas de marfil.

"tres"

Yuri seguía en aquel baile de manos a lo largo del teclado, los pedales eran presionados, pero ningún sonido de notas musicales.

En un punto, en el cual Otabek olvidó que debía salir sonido alguno, sus dedos presionaron suavemente las teclas, la música lentamente empezaba a escabullirse en sus oídos, un suave compas que empezaba a apresurarse...

"cuatro"

Las teclas eran presionadas con un ritmo apresurado y repentinamente cayeron a tonos más suaves.

Otabek perdió la percepción del tiempo, solo estaba Yuri en la habitación. Nadie más, no importaba la situación, el lugar o lo ocurrido... Solo estaba allí Yuri y aquella melodía bailada por sus dedos.

Yuri terminó aquella pieza.

"Ella era terca y lo que más quería fue que aprendiera a tocar el piano. Cuando no pude hacerlo... no la vi por un tiempo. Creí que.... Sí aprendía a tocar el piano ella volvería y me felicitaría. Cuando tenía seis ella no regresó más. Llamaba al abuelo rara vez, no pude aprender a tocar lo suficientemente bien para que ella se quedara. Nunca odie tocar el piano... de haber sido así... el patinaje no hubiera estado en mis planes. "

Otabek seguía inmóvil frente al rubio mientras este acomodaba su cabello detrás de sus orejas.

"Luego de que dejará de llamarme, el abuelo me llevó a patinar y el resto es historia. Aprendí que tocar el piano era una ínfima parte de lo que podría hacer en realidad. Y me propuse llegar a la cima para demostrarlo."

Aquella melancólica cara se había esfumado hasta combatirse en aquella sonrisa que solo podría mostrarle a su amigo. Otabek tenía un peso menos en los hombros y estaba muy feliz.

"Un soltado en camino a la cima"

Yuri soltó una pequeña carcajada y asintió con su rostro avergonzado.

"Uno destinado a la grandeza, eso te lo aseguro Beka, destrozare a Victor y reclamaré el trono"

Aquel momento había roto la tensión, el miedo y el pánico que los había aquejado hasta unos minutos atrás. La canción del Yuri les recordó que ambos estaban juntos allí y que no estaban tan mal.

"Solo... no le digas a nadie que use este estúpido vestido cuando regresemos ¿Si Beka?"

Otabek sonríe cómplice al pedido. Jamás revelaría algo tan personal de su compañero, era algo que guardaría para sí. Un Yuri con vestido y tocando el piano para él era un sueño bastante disparatado que se había vuelto realidad y sería un grato recuerdo que guardaría para el futuro.

"Solo si tu omites que dormimos junto en la misa cama plácidamente"

"Solo si tu omites el hecho que ronco al dormir."

"Si olvidas que te traje esas flores."

"Si... bueno, solo si olvidas que tire ese arreglo como una diva"

"Definitivamente así será... Solo si olvidas que este es un sueño."

"¡Pero de qué demonios estás hablando Otabek!" El cabello seguía en su rostro y el pisó seguía en su lugar.

Yuri finalmente se había despertado y esta vez sí podía moverse. Pero el dolor en su espalda le contaba una historia diferente, durmió en el suelo toda la noche. En medio de un callejón... Yuri jurará que fue en el que había fotografiado a un gato...

Su cuerpo siente frio. Se trata de arreglar el cabello y nota que entre sus hebras hay algo seco y oscuro.

Sangre. Poco a poco los recuerdos regresan a Yuri y recuerda como había sido arrinconado en un callejón... ¿Lo habían golpeado? Si, definitivamente. Su herida volvía a palpitar.

Revisa su celular y nota que no lo lleva encima, otra de sus manos no encuentra su billetera. Su cuerpo recupera calor y ahora siente el frio en sus pies. Tampoco tiene sus zapatillas. Genial.

Yuri sale del callejón. Quiere ir a casa y avisarle a su abuelo que está bien. La gente parece huir al verlo... Quizás estaba peor de lo que pensaba. Una ventana le dio una ingrata imagen, un par de duchas lo arreglarían y una visita al doctor estaría a discutir.

A poco menos de una cuadra de la estación del metro lo ve. Preocupado y sintiendo el frio ruso en todo su esplendor. Otabek.

"¡Yura!"

Parece poco creíble, aquel sueño fue muy extraño y apenas aceptó que nada fuera real. Ver a Otabek corriendo hacia él de esa manera parecía parte de aquella canción que toco en el piano.

Yuri no corre hacia Otabek, continua su suave paso, la nieve a sus pies no lo hacen ir más lento y continúa. En algún punto Otabek junto a su mundo empezaron a desdibujarse y desparecer a lo lejos.

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Es bueno avisar que el patinador ruso, Yuri Plisetsky, ha aparecido. Solo pasaron unas horas desde que su entrenador, Yakov Feltsman, denunció su desaparición a la policía estatal de Rusia. Es una buena noticia para el país. Pero se sabe que viene recuperándose en una clínica privada por heridas menores y un cuadro de hipotermia que ya ha sido controlado. Nos aseguró su abuelo que podrá patinar para la competencia mundial de patinaje.

Gracias por su apoyo querido televidente, escucha y lector. Gracias a que difundieron la noticia esto fue posible. Buenas noches.

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Tenía escrito esto desde hacía mucho tiempo. Quería compartir este pedazo. Gracias por leer Bratvá on ice. Es muy posible que esta historia no se actualice más, pero casó contrario ya les avisara wattpad. Fue un placer contribuir con una semilla al fandom de YOI.

Porque como leí en un post de tumblr alguna vez y ahora lo parafraseo con algunas palabras mías.

"El escritor de fanfics quiere entregar al mundo una semilla para que de cierto modo se ate algún cabo suelto. Ya sea de una trama extensa, tergiversada, una fuente de imaginación o inspiración."