Bratvá On Ice - [El secuestro de Yuri Plisetsky]

Luces de repuesto

Seguiría aturdido hasta que dejara de tomar el fármaco. Y eso no iba  a suceder, ya que iba a ser un regalo. Y un regalo no debía maldecir a su nuevo dueño ¿verdad?

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Sasha escucho como alguien llegaba al mausoleo e inmediatamente reconoció las pisadas lentas y calmadas sobre las baldosas. Un par de zapatos de cuero con suelas nuevas... Tal como los que usaba Izbran, sí, esas pisadas eran de familia. Pero antes de irse...

"Víctor esta aquí, ya es hora de que me valla, Izbran"

Se separó del mencionado antes de la llegada de Víctor. Miró a Izbran de pies a cabeza, confirmando para si que se veía igual a la última vez que lo vio. 

"A Kolya le gustaba el color rojo. Unas rosas rosas le habrían encantado. ¿Qué irónico verdad?  Ese fue el último color que vio antes de morir... Y todo gracias a ti... Mi persona más importante"

Izbran no respondió, no quería hacerlo... No podría. Ya no tenía ese derecho luego de lo que le había echo a Sasha. 

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Otabek tiró el teléfono al suelo con rabia. Había llamado a su madre y había confirmado las palabras de su "padre". No estaba siendo sencillo, explicaba algunas cosas y le traían mas preguntas sin respuestas.

¿Por qué ahora?,  ¿Por qué él?, ¿Y ahora qué pasaría?....

Pero Otabek omitió lo que dijo acerca de la crisis que le anticipaba ese hombre. No era correcto y no podía. Era un secreto de estado, él fue listo en hacerlo de esa forma. 

Era una persona de mucho cuidado y su madre se tensaba cuando lo tenia cerca. Ya no tocaba el violín... Ella había sido una reconocida violinista en su juventud, así fue como conoció a Nurzhan.

Un candidato prometedor, joven y ambicioso. Ella una figura publica de nombre y elegancia. Por supuesto que era una publicidad muy buena. Y aunque si bien la verdadera razón del interés radicó en que ella era descendiente de kazajos nativos, ella no lo supo hasta mucho mas tarde.

Luego de saber la verdad sobre sus verdaderas intenciones, fue devastador combinarlo con la noticia de su embrazo. Opto por exigir el divorcio, ella no deseaba ser una pieza de ajedrez... 

Otabek nacería un poco más tarde. Cuando ella se retiro a vivir con sus abuelos en unas montañas alejadas del mundo. Se casaría un par de años después con el que hasta hace poco Otabek pensaba su padre. 

Cuando Otabek cumplió los seis años nació su hermano menor. Ya ahora, mas de diez años después Otabek solo quería hablar con alguien, un amigo, Yuri.

El pelinegro revisó su celular y vio una notificación del hada rusa. Una foto que había subido hacia  no demasiado tiempo. Pero algo llamo de sobre manera su atención, el mensaje estaba incompleto...

{"¡Otabek!, el viejo de Yakov y la bruja de Lilia me regañaron por mandarte fotos cada dos días. Ellos no saben cuanto tiempo son dos días... ¡Son dos putos días sin hablar! Por cierto, ¿Tú sabes a que se referían con esas cosas?  No lo entendí .... Tu que-"}

Otabek había notado que Yuri nunca dejaba una conversación incompleta. Al menos no cuando este iniciaba la conversación. Una incomoda sensación recorrió su espalda. Y a Otabek no le gusto. Llamo a Yuri por las dudas. Le supo agriamente que el teléfono del ruso estuviera fuera de servicio. 

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Sus comentarios me animan a seguir escribiendo. Gracias XD

Es un capítulo corto, pero estoy en exámenes finales y lloro sangre T-T 

¡¡Sobreviviré!!