{Shots de Canciones}

I've got my mind set on you (George Harrison)

Para Denna_Lights:

George suspiró con pesadez sentándose en uno de los sillones del inmenso local para ver a la gente bailar y hablar entre ellos. Estaba muy orgulloso de su nuevo álbum pero...

-¿Señor Harrison?

Levantó la cabeza apartando su ahora algo largo cabello para ver a un chico sujetando un vinilo y un bolígrafo.

-¿Sí?-intentó parecer interesado en lo que ya sabía que iba a preguntarle.
-Soy muy fan de su trabajo y...me gustaría pedirle un autógrafo.

Asintió cordialmente antes de firmar en el cartón que envolvía el disco, añadiendo una pequeña dedicatoria para agradecerle la compra. Supo que la odiosa pregunta no tardaría demasiado en llegar.

-¿Puedo preguntarle algo?
-Está bien.-bebió del vaso que sostenía.
-¿Es posible que los Beatles vuelvan?

Y...ahí estaba.

-Escucha...¿Cómo te llamas?
-Jack.
-Bien, Jack, déjame decirte algo. Lo único que hace falta para reunir a los Beatles son tres balas-se levantó-. Gracias por comprar el disco-y se alejó del joven.

Ocupó un nuevo lugar junto a la puerta y se frotó los ojos. Por un momento recordó las innumerables veces que le habían hecho la misma pregunta, incluso se le escapó una sonrisa al pensar las groserías que le habría dicho John al muchacho. Vio como la gente entraba y salía de la fiesta, de repente, llegó su gran amigo Tom Petty con una chica y se paró junto a él.

-¿Qué haces aquí?-lo abrazó-Este es tu día-sonrió animándolo.
-Bueno, lo de siempre-se encogió de hombros mirando a la rubia de ojos azules.
-A todo esto...ella es Dana, mi esposa.
-Es un placer conocerle-sonrió.
-Igualmente, señorita-la imitó antes de volver la vista a su amigo-.No me dijiste que te habías casado.
-Bueno...estabas de gira y supuse que el trabajo te tendría desbordado-el rubio se encogió de hombros sentando suavemente a su acompañante junto a Harrison-. Ahora vuelvo, ¿te traigo algo, nena?
-Am...un poco de soda está bien, gracias.

Se quedaron solos y George seguía molesto por el suceso con el fan.

-Disculpe si me meto donde no me llaman pero... ¿Se encuentra bien?-le habló la dulce voz de la chica.
-No hace falta que me hables de usted-la miró con cierta ternura por su educación tan estricta y ella asintió-. La verdad estoy harto de que me hagan la misma pregunta...
-¿Los Beatles volverán?-terminó su frase-La repiten todo el tiempo.

Sonrió negando y él se tomó un tiempo para mirar fijamente sus ojos antes de imitarla.

-Tienes una sonrisa muy linda.
-Gracias...-bajó la cabeza, escondiéndose tras su cabello rubio.
-No dejes que te cubra-lo apartó, colocándolo detrás de su oreja con una mano mientras la otra, sujetaba suavemente su rostro.

Siguieron hablando un buen rato, Tom no había vuelto pero ninguno de los dos parecía acordarse.

-¿Te apetece bailar?-la miró, ya habiendo dejado un brazo detrás de ella desde hace algunos minutos.
-Vale-sonrió.

La chica posó tímidamente sus manos sobre los hombros de George, quien sostenía con firmeza la pequeña cintura y se empezaron a mover al ritmo de aquella balada de Elvis tan conocida: Love Me Tender.

-¿Te he dicho que eres la niña más interesante que he conocido?
-¿Yo? ¿Interesante?-ella frunció el ceño-No lo creo.
-Claro que lo eres-sonrió.
-Gracias-Dana abrazó a Harrison por el cuello de forma que podía unir las manos en la nuca de este.

Los ojos castaños, casi negros, miraban a la muchacha con cariño. Ya no era un simple chico que disfrutaba de tocar la guitarra con sus amigos en Liverpool, pero verla sonreír lo transportaba a aquellos años de libertad y felicidad ahora desconocidas.

-Hará falta mucho dinero, mucho mucho dinero-reflexionó el hombre.
-¿Para qué?-ella frunció el ceño.
-Un divorcio no debe ser barato-le dedicó una mirada de complicidad y ella acarició su mejilla, sonriendo mientras George se acercaba a probar los labios de su futura novia.