Rocket Queen (Duff Mckagan)

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Para DanaTozier114:

Michelle, una rubia de ojos azules, ejercía de groupie de Guns N' Roses y, a pesar de que cualquier fan de la banda estaría encantada de hacerlo, ella solo los acompañaba para estar con su chico favorito aunque paradójicamente él jamás la había tocado y para conservar su puesto debía tener al líder satisfecho.

Los cinco rockeros pasaban la noche en un bar bebiendo, hablando y llenando el enorme sillón de cuero rojo con las prostitutas más caras. Ellas los rodeaban mientras Axl disfrutaba además de la atención de Michelle, quien se encontraba sentada en su regazo.

Mientras el pelirrojo le susurraba al oído cosas que, por su tono, no debían ser precisamente poemas de amor; la joven no lo escuchaba realmente por no permitirse apartar sus ojos del rubio teñido que estaba junto al vocalista, tomando un vaso de vodka tras otro.

De repente, la nariz de Axl le hizo cosquillas en la oreja, obligándola a sonreír justo cuando Duff volvía la cabeza hacia ella. Sin que le diera tiempo a reaccionar, Rose la agarró de la barbilla, haciendo que lo mirase y se acercó a sus labios pero antes de que pudiera saborearlos...el bajista la tomó de las caderas en un moviendo rápido aprovechando la longitud de sus brazos para pasar el pequeño cuerpo de Michelle por encima de la prostituta que separaba a los dos compañeros de banda y sentarla sobre él, abrazándola por la cintura antes de mirar al pelirrojo con el ceño fruncido. Éste lo miró con fuego en los ojos pero una nueva chica robó su atención, haciendo que le importara lo mismo que fuera o no la rubia.

-¿Qué haces?-intentó sonar tranquila al tenerlo tan cerca.
-¿Conmigo no te pones cariñosa?-sonrió colocando los brazos de la muchacha alrededor de su cuello.
-Am...yo...

Sintió a las grandes y finas manos recorrer su espalda hasta su trasero para acercarla de forma que quedó completamente pegada al torso del alto, solo cubierto por un chaleco vaquero.

-¿Qué te dijo Axl para que sonrieras?-susurró tan cerca de su cara que el olor a alcohol acarició sus fosas nasales, embriagándola aún más.
-Nada.-bajó la cabeza.

Un escalofrío la golpeó cuando Duff hundió la cara en su cuello, aspirando su perfume antes de dejar pequeños besos en él. Ella soltó un leve gemido y el chico la miró sonriendo antes de volver a su ocupación, empezó a acariciar su cabello teñido pero suave mientras lo dejaba actuar. Tras unos minutos de leve diversión, una mano de Mckagan se movió sigilosamente a la entrepierna femenina, acariciándola por encima del pantalón vaquero que vestía mientras atrapaba sus labios ferozmente. El bajista detuvo sus movimientos al darse cuenta de que su mano estaba húmeda y mostró una sonrisa que Michelle jamás había visto.

Se acercó a su oído y habló con aquella voz tan característica:

-Tengo la lengua como una hoja de afeitar y te puedo hacer favores, nena, pero luego vas a hacer lo que yo quiera.

La joven estaba sin habla, sentía una mezcla de emociones en su interior.

-Me vas a mantener caliente esta noche.-rió levemente bajando el cierre del pantalón vaquero de la groupie.

Por fin, reaccionó. ¿Qué clase de idiota se había ganado su corazón?

-Olvídalo, Michael.-soltó mirándolo a los ojos; apartó sus manos de ella, subió el cierre recién abierto y se levantó.

Mientras caminaba hacia la salida, enrolló las mangas de la chaqueta que traía alrededor de su cintura para disimular la mancha.

Cuando el aire frío se mezclo con sus lágrimas, se sentó en el suelo junto a un cubo de basura y empezó a llorar desconsoladamente en el callejón donde se encontraba.

-Mich...-la llamó la voz del alto, ahora tan suave como la recordaba aunque algo salpicada de preocupación.
-Vete, la carne se enfría.-sollozó sin mirarlo refiriéndose a las miles de fans que esperaban por una noche con él.
-No me importa.-se agachó junto a ella-¿Qué pasa?
-Nada, Duff, déjame sola.-impuso molesta.
-Solo quiero que sepas que si necesitas un hombro...o un amigo, estoy aquí.
-Voy a volver a casa.-dijo con la mirada perdida.
-¿Qué?-el rubio abrió mucho los ojos, algo escondidos por mechones oxigenados-¿Por qué?
-No voy a seguir siendo un simple juguete sexual para nadie.
-Quizás para ellos lo seas-agarró su barbilla, haciendo que lo mirase-pero para mí no.
-Eso dicen todos...pensaba que esta vida sería divertida pero es una gran mierda porque quiero a alguien que solo me dice cosas sucias y echo de menos el sonido de un simple y claro...
-Te amo.-la interrumpió dejándola boquiabierta-No te castigues ni pienses que quiero hacerte daño dejándote como a una cualquiera porque no lo eres.
-Duff...¿hablas en serio?

No dijo nada, se limitó a agarrar su mejilla y besarla con delicadeza.

-Entiendo cómo te sientes y voy a protegerte.-la abrazó-Vamos a casa, amor.-le agarró la mano-No serás una groupie nunca más, serás mi reina.

Por el camino le iba dando besos cortos y lanzando pequeñas e inocentes miradas.

Al llegar a casa, la llevó a su habitación, cubierta de pósters con imágenes de bandas de punk rock y se metieron en las sábanas, ella con la espalda contra el pecho ahora desnudo del rubio mientras él la rodeaba con sus brazos, entrelazando sus dedos con los de la chica.

-Eres mi Michelle.-susurró y dejó un dulce beso en la mejilla de su nueva y única chica.

{Shots de Canciones} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora