Los minutos corrían lentos, como si estuvieran deteniéndose con intención para que ambos se torturaran por la cercanía del otro mientras compartían ese ínfimo espacio el cual los obligaba a estar demasiado cerca para el gusto de ambos. El ambiente cargado de un pesado silencio no dejo de estar presente en dicho camino de regreso a la mansión.
E Izuku pensó que extrañamente el destino seguro lo odiaba. Porque una plática con el cenizo a su lado y ese ceño fruncido que siempre mantenía en su rostro no daba atisbo a una conversación civilizada, mas bien estaba seguro que el rubio lo mandaría a volar con alguna grosería, como las que tuvo el placer de escuchar de su boca al atacar al pelirrojo acosador.
*¿Pero tu desayunas el peligro o no Izuku?* se cuestiono mentalmente mientras se odiaba por su intensa osadía. El sabia que eso siempre le traería problemas, pero era algo innato en su persona.
—Aizawa Kat— trato de decir pero el chasquido de la lengua del contrario lo callaron de inmediato.
— Cierra la boca, mi apellido no es Aizawa,— le dijo viéndolo de reojo, y con gesto asesino, pues odiaba que lo compararan con los otros dos idiotas — ¡Es Bakugou pequeña mierdecilla! Que no se te olvide — termino de decir refunfuñando.
Izuku meditó en lo que le dijo. ¿Bakugou? Era ese realmente su apellido?
Inclino la cabeza a un lado en gesto confundido. Si mal no recordaba los tres eran Aizawa y el tío de ellos lo había dejado en claro mas de una vez. Pero al observar como el cenizo seguía reacio a continuar con la casi inexistente platica prefirió ceder al silencio.
El era su mejor acompañante en ese momento. Pues sentía que su vida peligraba si seguía con su innata curiosidad.
El trayecto a la mansión se vio atrasado por un tranque en la vía el cual parecía haberse dado por un accidente al lado de la carretera contraria, lo que se suponía mantendría a los vehículos estacionados por mas de unos veinte minutos, puesto que la policía de transito turnaba a ambas vías para que los autos pasaran por igual y no hubiera problemas con los conductores.
*¡Maldición solo esto faltaba! ¡Mas tiempo con este idiota!* pensó Bakugou apretando mas la mandíbula por el enojo que estaba floreciendo poco a poco dentro de su ser.
Ese había terminado siendo un día de mierda, sus decisiones estúpidas lo tenían al borde de un colapso mental, por el cual luego se recriminaría. Por ahora trato de centrarse en algo que no fuera el maldito pecoso a su lado.
¿Porque demonios tenia que fijarse en su físico de mierda?
¿Acaso debía mostrarse todo triste y vulnerable para llamar la atención ajena?
Le molesto la idea, y sobre todo se molesto consigo mismo por pensar cosas que no debería. Y que de paso le estaban dando dolor de cabeza.
Él tenia muy en claro su heterosexualidad.
*¡Deja de mirarlo maldito animal!* se recriminó con ese absurdo pensamiento que a veces aparecía en su nublada mente. Y haberlo besado anteriormente no le estaba ayudando a mantenerse calmado.
Últimamente sus ojos lo seguían sin su consentimiento y eso no le gustaba. Él no se preocupaba por nadie mas que por el idiota de Kaminari, pero no podía evitar sentirse raro al lado del peliverde que con rostro perdido en la ventana alejaba sus verdes ojos de su cara.
— Lo siento si te moleste con mi afirmación, — dijo Izuku, trago grueso y le devolvió la mirada con algo de vergüenza y un leve sonrojo en sus pecosas mejillas — No era mi intención ¡por favor no me odies!— le pidió en tono bajo al decir lo ultimo.
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♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈
FanfictionMidoriya Izuku a sus 17 años ha tenido una vida difícil desde la muerte de su madre, con la nueva pareja de su padre, los maltratos de su madrastra y hermanastro cada día que pasa son mas caóticos que el anterior. Pero esto cambiara cuando por casua...