Shoto llegó hasta el hotel donde se hospedaba su madre, se parqueo en uno de los laterales del hotel y bajo del auto con rumbo al edificio, y todo el tiempo que camino hasta el lobby, e incluso manejando en la autopista sintió ese vacío en su pecho que le oprimía como si estuvieran estrujando ese órgano vital y en cada suspiro se le fuera un poco más de vida y la felicidad misma.
Así que aún con dudas sigue avanzando con paso decidido, entra al lobby y saluda a la joven empleada que le da la bienvenida característica de los hoteles.
Con una leve sonrisa, o lo que pareció algo similar en su rostro se despide, y busca a su madre, la albina mujer se encuentra sentada en uno de los sofás que adornan el local haciéndolo más esplendoroso, ella toma su tasa de té y lo lleva a su boca degustando su rico sabor a menta.
Sube la vista y mira a su hijo que se acerca con un aura triste y rostro apagado, sus alarmas de madre se disparan como si de un cohete se tratara y de inmediato deja la tasa en su platito y se levanta a abrazarlo.
Shoto la abraza con fuerza pero no demasiada para lastimarla, hunde su rostro en el costado de su cuello y respira profundamente, buscando como dejar salir ese silencioso dolor interno que ahora le carcome mucho más.
- Shou-chan... ¿Que sucede cariño...? - preguntá en un breve susurro que llega a oídos del bicolor.
Esté saca el aire de sus pulmones contenidos. Y se aparta de ella con la intención de sentarse nuevamente y platicar algunos asuntos pendientes.
- Madre es algo complicado, - empieza diciendo, buscando palabras adecuadas para explicar esa bizarra situación que aún él mismo no logra comprender del todo.
- Puedes comenzar desde el principio Shou-chan, sabes que me gustaría saber que ocurre y porque tu mirada se ve tan afligida... -
Shoto quiere reír, quiere llorar, quiere salir huyendo y tomar el primer avión lo más lejos posible de Japón para así olvidarse del pequeño ángel peliverde, ya que de nada había servido que le gustara, que le encantara con su hermosa sonrisa y de paso darse cuenta al final que tenía pareja.
Se sentía traicionado.
*Eres un idiota por pensar que alguien como él estaría soltero... * piensa con ironía y una tristeza que le consume.
Mira a su progenitora y ve en ella la preocupación de una madre que ama a su hijo, y se siente bendecido. Siente que aunque todo eso esté pasando como una pesadilla, por lo menos alguien lo ama sinceramente.
Y sonríe.
Sonríe como no lo había hecho en mucho tiempo.
Rei se sorprende por su sonrisa ya que demuestra dolor pero a la misma vez alegría.
Así que ella le toma el rostro entre sus manos y pega el propio al de su hijo haciendo un ademán cariñoso que muestra su apoyo incondicional, y ese amor que necesita en ese preciso momento.
- Estas así por esa persona, ¿cierto? - pregunta, casi afirmando lo que el bicolor no dice con palabras.
- Diría que esa es la razón, pero realmente no lo culpo es demasiado hermoso como para que estuviera soltero, - suspira con cansancio y vuelve a verla de forma cariñosa - Izuku es alguien maravilloso, pero yo no puedo ser ese alguien que este a su lado, así que decidí mejor desistir en ello, es mejor así... -
Rei lo abraza nuevamente y sonríe, sabiendo que su hijo a madurado mucho y que si continúa así en algún momento de su vida encontrará a esa pareja que el necesita y que lo amara a como se merece.
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♠Cenicienta y los Cuatro Caballeros♦ 👉Editando 👈
FanfictionMidoriya Izuku a sus 17 años ha tenido una vida difícil desde la muerte de su madre, con la nueva pareja de su padre, los maltratos de su madrastra y hermanastro cada día que pasa son mas caóticos que el anterior. Pero esto cambiara cuando por casua...