Una pausa antes de morir, La cita

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La invité a salir días después de haberla conocido y, cuando aceptó verme, sentí la felicidad mas grande que pudo haber existido. Fue un sueño hecho realidad hasta que llegó aquel día y me gobernó la ansiedad.

Ella no había llegado a la hora acordada, pero tampoco la llame, pues sentí rechazo y eso me avergonzaba. Me senté dos horas a esperar lo que pasaba hasta que "nada" fue la respuesta a lo que con los minutos se asomaba. Decidí levantarme y poco a poco preocuparme, quizás le había pasado algo y por eso no había llegado, no lo sabía pero cualquier cosa era excusa perfecta para dejarme plantado.

La llamé y esperé a que me pudiera contestar, pensando ilusionado en que, quizás no me quería plantar, se le había olvidado o un percance la hizo retrasar. El teléfono sonó hasta que contestó y solo se escuchó un llanto que en un segundo el alma entera me devoró. La escuche nerviosa y desesperada, pero solo se escuchaba su respirar pues ella no decía nada.

Escuché el sonido del tren a lo lejos al otro lado de la llamada y había una estacion cerca al lugar en el que la esparaba. El ambiente me dejó sin palabras y no pude decir nada; escuché de ella un "lo siento, no puedo" mientras que lloraba y de inmediato la llamada terminaba.

Sin pensar comencé a caminar hacia aquel lugar. Llegué a la estacion y miré hacia todos lados para ver donde se podría encontrar. El tren terminó de pasar y paralelo a este uno se acercaba y allí estaba,la vi al otro extremo, se le veía asustada, al borde de la estación parada, mientras que el otro tren poco a poco se acercaba.

El tren se aproximaba, ella lloraba, y yo, sin poder mover dedo alguno, sólo la miraba mientras que, poco a poco, ella al borde se acercaba

Nota de suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora