Recuerdo haberla visto acercarse mucho, apunto de lanzarse, cuando derepente sólo levantó los ojos y empezó a mirarme, me vió, yo estaba ahí justo antes de que ella pudiera suicidarse.
No le quite la mirada de encima, pues de mi asombro no salía, fue ahí cuando ella dejó de llorar repentinamente y sólo me veía. El tren pasó y el alma al cuerpo me regresó, al ver que mientras me miraba unos pasos regresó y a la muerte no saltó.Retrocedío con mirada ausente y se apoyó en una columna de la estación, se sentó y volvió a llorar. Crucé la estación para hacia ella poder llegar y cuando estuve a su lado ni una palabra pudo soltar, sólo me miró y seguido a esto me empezó a abrazar.
Esa fue la primera cita, el primer escalón de una historia, nuestra historia bonita. Nunca hablamos de ese día, ni por qué ella se encontraba ahí, ni de lo que en ese momento sentía. No lo hablamos porque ella así lo quería y unos años despues me di cuenta que de verdad no la conocía.
Ese día, evidentemente, nos había marcado, sobre todo a ella por lo que le había pasado. Seguimos saliendo hasta que fuimos enamorados y ella siempre me decía que era su ángel, su ángel que la había salvado
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Nota de suicidio
PoetryNovela juvenil en estilo de poesía ¿Hay algo peor que perderse a sí mismo? ¿Que tan lejos estás dispuesto a llegar para poder tomar una decisión o ser feliz ? ¿Cuánta valentía se necesita para ser un cobarde? Mil problemas acumulados, un arma car...