Si te hubieras quedado, Nudo

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Odio recordar la mitad de la historia que me devora y me mata por dentro, pues he buscado tantas salidas para olvidarlo y aún no las encuentro. Fue mala idea pensar en ti y a la mitad de esto me arrepiento. Si sigo es porque encontré en este momento respuestas que me devoran sentimientos.

Recordar siempre fue mi mayor debilidad para poder avanzar

Después de tiempo de haberla conocido, me casé con ella y fue la mejor de las experiencias que, en mis recuerdos, he vivido. Verla de blanco fue lo mejor que mis ojos pudieron haber distinguido. Aquella, fue una noche espectacular junto a las siguientes durante 4 hermosos años. Jamás imaginé que conocería a tan maravillosa persona, la misma que al lado de un tren quiso hacerse daño.

Un día llegue de trabajar y ella sentada emocionada en el sillón de la sala, al parecer, una sorpresa me tenia por dar. Me entrego una caja con algo que debía observar, ella estaba llorando de felicidad y su emoción no la dejaba respirar. Al abrir la caja me enteré que sería padre y aquella noche sentí una emoción inigualable. Parecía que las cosas seguirían mejorando sin pausa alguna, que al conocerla había conseguido la más grande de las fortunas.

Pasaron meses y todo se complicaba, sus cambios de humor, su seriedad y su manera de hablarme me asombraban. Me sentaba por las noches mientras dormir la observaba y me daba cuenta que poco a poco todo cambiaba. Las peleas se volvían absurdas y sin sentido. Llegue a sentir que aquella mujer que esperaba un hijo mío no era la misma chica que años atrás había conocido.

Recuerdo que con el tiempo se fueron acabando los buenos momentos, ella se fue apagando y dejo de ser aquella luz que ya no recuerdo. Quise volver a prenderla y no pude, así que donde quiera que esté, solo te dire que lo lamento.

Nota de suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora