Después de todo lo que había descubierto gracias a mi visita a la Taberna de los Encantados, deseaba más que nunca encontrar las Brujas de la Noche. Así que, justo el fin de semana siguiente, decidí revisar otra de las entradas del diario que parecía estar relacionada con brujas.
En la tarde del sábado, en cuanto mi mujer y mi hija fueron a una librería a la presentación de un libro, me dirigí a Barcelos.
La entrada del diario describía varias desapariciones en una localidad de los alrededores de aquella ciudad y de un ojo marino en el Río Neiva, junto a una roca conocida como el "Penedo de la Moira". Supuestamente, en ciertas noches, mujeres salidas de debajo de las aguas arrastraban a cualquier hombre que encontrasen hacia el ojo marino, y nunca más era visto. Después de todo lo que había presenciado, no tenía dificultades en creer en moiras, sin embargo, como estas no eran contempladas en ninguna otra parte del diario, asumí que se trataban de brujas.
Llegué al lugar al principio de la tarde. Había varias lagunas pequeñas, donde la gente solía nadar durante el Verano, sin embargo, siendo un frío día de Invierno, no se encontraba nadie allí. Busqué inmediatamente por aquella que tenía el supuesto ojo marino. Investigue todos los roquedos de la zona, buscando el "Penedo de la Moira", que mostraría la laguna correcta. Me llevó algún tiempo, pero acabé por encontrar uno en cuya parte superior había una cueva llena de agua, la supuesta "Huella de la Moira". Este se encontraba parcialmente dentro de una de las lagunas, lo que indicaba claramente que aquella era la que yo buscaba.
Años antes, durante unas vacaciones en Grecia, había tomado un curso de buceo para poder visitar unas ruinas submarinas. Hasta había comprado el equipo completo, esperando usarlo después para investigar otros locales similares (lo que, por desgracia, nunca sucedió). Ese día lo llevé conmigo y, junto al coche, me lo puse.
Cuidadosamente, entré en la laguna y, cuando el agua me llegó a la cintura, me tiré. El agua era cristalina, por lo que, incluso en las partes más profundas, podía ver el fondo claramente. Este estaba formado por guijarros y algo de arena. Por desgracia, después de una larga búsqueda, no encontré ninguna señal del ojo marino. Toda la laguna parecía tener un fondo bien definido. Sin embargo, una pequeña depresión en el punto más profundo me llamó la atención. No me parecía bien, pues no había una corriente fuerte el suficiente para causarla, y, a casi cuatro metros debajo de la superficie, era dudoso que pudiera haber sido creada por los bañistas.
Me acerqué. Aparté algunos guijarros y, agitando la mano sobre ella, limpié la arena. Cuando se posó, reveló una de las cosas más extrañas que había visto. Debajo de la depresión, sólo había oscuridad, una oscuridad que ni la luz de mi linterna de buceo lograba penetrar. Sólo podía ser el ojo marino.
Lentamente, penetré esa oscuridad con mi mano. Para mi sorpresa, la dejé de ver, pero podía moverla allí abajo. Pasado unos momentos, me di cuenta de que se trataba de un túnel.
De repente, empecé a sentir el agua a mi alrededor moverse, al principio lentamente, pero acelerando rápidamente. Me di cuenta, entonces, de que se trataba de un torbellino centrado en el punto oscuro que acababa de descubrir. Instintivamente, traté de luchar contra él, sin embargo, al ver que este era más fuerte que yo, me deje llevar. Después de todo, estaba allí para averiguar lo que había del otro lado.
Confieso que no fue una de mis decisiones más inteligentes. Poco después de entrar en el túnel, me golpeé la cabeza y perdí el conocimiento.
Cuando desperté, estaba en un lugar oscuro, pero fuera del agua. Me dolía todo el cuerpo, y no necesitaba ver para saber que tenía varias heridas. Afortunadamente, no parecía tener nada roto.
Barrí el suelo con las manos en busca de mi linterna de buceo, sin embargo, cuando la encontré, me di cuenta de que esta estaba completamente destruida. Por suerte, la pequeña que anda siempre conmigo y que había guardado en el bolsillo de mis pantalones cortos, debajo del traje de buceo, todavía funcionaba.
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Brujas de la Noche
FantasyPocos lo saben, pero, debajo de nuestras ciudades, en medio de los bosques y montañas y hasta bajo el océano, hay otro mundo, un mundo lleno de magia, lugares fantásticos y criaturas mitológicas e imaginarias. Por casualidad, me enteré de él, y mi c...