JaeBeom

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Las cosas eran cada vez mas complicadas, los mensajes de texto y las llamadas escaseaban o simplemente nunca llegaban, intenté ignorar por un meses pero poco a poco me di cuenta que entre mas tiempo pasaba mas doloroso era, intenté sonreirle las pocas veces que nos vimos, pero siempre me observaba con el ceño fruncido y una mueca algo extraña. 

¿Si tanto le molestaba por qué seguía perdiendo el tiempo conmigo? Bufé pensando en aquello, relamí mis labios, había llegado invierno, y con eso las ciudades un poco mas solitarias, resoplé cuando mire hacia la pantalla gigante de aquel edifico en el centro, ahí estaba el, guapo como siempre, fingiendo esa sonrisa a mas no poder. Buah, menudo comercial. 

Llevaba vagando un par de horas por la ciudad, decidí darme un tiempo para mi misma, pensando en mi, en mi carrera, y en mi vida amorosa, era algo estresante, no lo podía negar, pero, aunque me costara ya sabia muy bien que procedía en mi vida. No pude evitar levantar la mirada cuando unas adolescentes rieron fangirleadas al ver el cartel de comercial de JaeBeom, se tomaron un par de fotos y después se fueron hablando de lo guapo que se veía allí. Suspiré levantándome de la silla publica, mire hacia mi alrededor, tomé aire y entonces emprendí camino hacia donde menos quería.

Con resignación caminé, todo ese camino, aunque era realmente largo me empezaban a doler los pies, igual tenia tiempo de irme si me acobardaba, aun así no sucedió. Cuando llegué al edificio estuve a punto de dar un paso atrás, pero, entonces, recordé, tenia que ser valiente, por Dios, no era la primera vez que hacia esto.

Entonces, con voz temblorosa subí las escalera, y llamé al timbre cuando me encontré en la puerta, tal y como me lo esperaba, allí estaba el, algo adormilado y perezoso, con el cabello hecho un desorden. No hizo mas que hacerse a un lado, dejándome pasar en silencio.

- ¿A que se debe esta visita?.- preguntó detrás de mi, cerrando la puerta, su voz estaba algo ronca, seguro que había estado practicando, sonaba algo afónico. Se adentró a la cocina, buscando agua, y entonces bebió un poco en espera.

- Quería hablar contigo sobre algo.- murmuré apretando los labios, elevó las cejas y entonces pareció acordarse de algo, frunció el ceño y resopló.- No sé si recuerdas, pero...

- Ya, no me obligues a recordar nada. Poco recuerdo de lo que me cuentas.- soltó sin un poco de pena, y entonces sentí una punzada en el pecho, había dolido aquel comentario. Tomé aire intentando calmarme, me miró por unos cortos segundos.- ¿Vas a hablar o ...?- preguntó resoplando. Y entonces, exploté.

- ¿Podrías dejar de comportarte como un jodido imbécil, JaeBeom?.- apreté los dientes, Joder, estaba cabreadísima. Arrugó el entrecejo de repente sorprendido.- Para, de una puta vez,  me tienes cabreadísima.- medio chille apretando las manos, bufé.

- ¿Qué coño te pasa?.- preguntó fingiendo indiferencia, sonreí al ver su descaro, era un jodido gilipollas, un ignorante de mierda. Eso era, y mas, dios, no podía aguantar mas de esta mierda.

- ¿En serio me estas preguntando eso? ¿Por que no mejor tu me dices que te pasa a ti?.- gruñí caminando por la cocina con desesperación, me observó en silencio, aclaró su garganta.- No soy tonta, JaeBeom, llevas meses tratándome como una mierda, no nos vemos, no me hablas, me echas cada vez que tienes oportunidad, ¿Tu crees que aquello no duele? ¿No crees que duele que la persona que amas te trate como una jodida basura? ¿Acaso yo lo merezco?.- subí mi tono de voz y empecé a caminar hacia el golpeándome el pecho, debido a lo mal que me sentía.

- Escucha, desde un inicio sabias que todo iba a ser complicado, mierda, mi trabajo no me deja en paz, el grupo cada vez esta a nada de separarse y no puedo parar de pensar en ello.- soltó chasqueando la lengua.- Y sí, sé que no te he colocado atención, pero ...

- No.- le corté porque sabia muy bien lo que iba a decir, rodé los ojos.- Sé muy bien lo importante que es tu trabajo para ti, pero, ¿acaso no lo soy yo también?- pregunté elevando una ceja, entonces se mantuvo en silencio, mudo, manteniéndome la mirada, después de unos segundos, entendí. Sonreí dolorosamente.- Ya entiendo.- asentí fingiendo incredulidad.- Si no me amas por lo menos me lo hubieras dicho antes así no estaría perdiendo mi jodido tiempo con alguien que no lo merece.- murmuré asintiendo sintiendo mi garganta cerrada.- Siempre intentaba hacerte sonreír, JinYoung me decía que no querías comer, y te hacia la puta cena y te la traía, ¿Y que recibía yo a cambio? Ver como la metías en la nevera dejando la comida podrirse. Venia a darte ánimos y solo me echabas de casa.- solté recordándole cada detalle.

-Jamás te pedí que lo hicieras. - soltó buscando mi mirada cristalizada. Y entonces pude sentí una lagrima bajar por mi mejilla, la limpie con rapidez y me mantuve serena.

- Se supone que cuando amas a una persona eso haces, le cuidas, te importa...pero claro, tu ni siquiera me considerabas nada.- solté riéndome con suavidad. - Y sabes, ojala te vaya bien en tu trabajo, espero que crezcas mas de lo que ya eres, sin mi claro, ha sido un gusto lo poco que hemos tenido, JaeBeom.- apreté los labios, y entonces busque la salida. Como esperaba, nunca me detuvo, me dejo ir con las lagrimas retenidas en mis ojos, y el corazón doliéndome.

ONE SHOTS BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora