Me eché para atrás, el doctor limpió mi herida para finalmente colocar un vendaje, dolía, pero era soportable, maldije en bajo cuando empecé a caminar.
- ¿Quién le ha hecho eso? - preguntó el doctor mirando de reojo mientras se quitaba los guantes, me arreglé mi hoodie haciendo una mueca con mis labios. - Ah, cierto, no importa. Dirígete a el ala C, la doctora la está esperando. - asentí alejándome de la oficina caminando por los pasillos, había puertas a cada extremo y en cada una un oficial.
Era la única paciente con privilegios, tenían que dármelos, o enloquecería, jamás hablaba con nadie mas que con mi doctora, la vi de espaldas revisando un papeleo, unos guardias siempre le acompañaban, llegué a su lado silenciosa.
- Entra allí, te haremos unos análisis. – pidió sin mirarme, me adentré en una habitación blanca donde podía ver del otro lado gracias al vidrio a la doctora quien me observaba expectante, me quedé allí de pie esperando algo. Y por fin llegó, dolor, mi piel quemaba, grité tapándome los oídos, ¿Qué mierda era eso?, me incorporé aguantando el dolor que me causaba ese ruido, y hice contacto visual con la científica.
Segundos después, todo había acabado, me queje en bajo.
- Bien, puedes salir. -así lo hice con las manos en mis bolsillos, quemaban. Me acerque nuevamente a ella expectante, alzó la mirada por primera vez, enfrentándome. - Todo está bien. ¿Dónde estabas? Fui a tu cuarto en la madrugada. - dijo curiosa, anotando algo.
- Salí un momento. – dije con voz baja sonriendo levemente con falsedad.
- Ya. No tienes permitido salir del centro por más de dos horas. – soltó inclinando la cabeza. – Menos si vas a ver a TaeHyung. - ¿Cómo lo sabía?, alce la mirada de inmediato encontrándome con esos ojos llenos de ambición y rencor. - Sabes muy bien que tienes prohibido verlo.
Esa regla la odiaba con todo mi ser, TaeHyung y yo nos conocimos en la planta desde crías, dos niños huérfanos sin hogar que comenzaron a hacer parte de un proyecto liderado por el gobierno, era secreto, nadie además de la doctora sabia de nuestra existencia. No éramos mas que unas ratas de laboratorio, inyectaban todo tipo de cosas en nuestras venas, TaeHyung se había agotado de esa forma de vida, y escapó, era un enigma, estaba demente.
La doctora siempre me decía, "Si los ángeles existieran, ellos lucirían como tú. A pesar de tu angelical rostro, eres mala". Me quede sola en el centro, de vez en cuando iba a ver a TaeHyung, pero solo quería atacarme, así era su naturaleza.
Aun así, no quería dejarle solo, iba a visitarle para que no perdiese la cordura, TaeHyung disfrutaba de matar, para eso ha sido entrenado. Esperé a que fuese madrugada, nuevamente el silencio estaba allí, Sali de mi habitación casualmente.
...
- Mira a esta perra loca. - sentí mi mejilla arder, alcé mi mirada arreglando mi cabello. Le sonreí a la mujer que me acababa de abofetear, me miró fijamente como un bicho raro. Me empecé a reír sobando mi mejilla roja.
- Zorra. - murmuré en voz baja sonriendo, me había escuchado muy claro. Intentó tomarme del cabello, pero fui lo suficientemente rápida para quitar su mano de encima de mí.
- Yah, dímelo de nuevo. - dijo altanera intentando por segunda vez tomarme del cabello, alcé mi mirada para después devolverle la cachetada aún más fuerte. Se encorvó aturdida por el golpe, sentí un sabor muy peculiar en mi labio, estaba sangrando, la hija de puta me lo había roto.
- Agh. - me queje dándole una patada. - Jamás había visto una idiota como tu en toda mi vida. - me limpié mi suéter mirando a la tipa en el suelo. - Adiós, entonces. - me di la vuelta caminando con lentitud, pero me detuve al escuchar algo filoso y después unos pasos fuertes. Allí estaba el castaño clavándole un cuchillo en la mitad de la cabeza de la mujer, matándola.
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ONE SHOTS BTS
Teen FictionHistorias randoms que me llegan a mi imaginación basándome en videos, canciones, o películas. Disfruta y recuerda que esto es nada mas que ficción pura.