NamJoon

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Negó con su cabeza mirándome como si le estuviera diciendo algún tipo de broma. Sonreí abiertamente.

- Solo me estás diciendo que le diga a Hobi lo que pasó entre nosotros dos.- dijo incrédulo, asentí no viéndole nada de malo a la situación.- Entiende.

- Nam, hay que decírselo.- tome una de las bases del maquillaje y empecé a ponérsela en el rostro con toques leves, subió la mirada encontrándose con la mía.- No me mires así.- intente sonar severa pero fracase. Sonrió levemente.

- Vale. Lo haré por tí.- creí que mentía pero en cuanto tomó mis caderas entre sus grades manos, le creí .Mi corazón ya estaba hecho un desastre. Seguí difuminando el maquillaje mientras su mirada estaba fija sobre mí, relamí mis labios.- Pero no creo que sea buena idea.

- Hobi es mi mejor amigo, se enojara si no le digo ahora.- le reñí en cuanto intento que me sentara en sus muslos, me negué dándole una mirada fulminante y el solo sonrió risueño tomándose todo de broma. Tragué saliva en cuanto vi sus lindos hoyuelos, definitivamente me declaraba la fan numero uno de ese detalle.- Tú más que nadie sabes cómo es...

- ¡Vaaale!.- llamó la atención de una de las chicas del staff que nos dedicó una mirada no muy amigable y decidió ignorarnos. Y es que cada vez era más notable que algo había sucedido entre nosotros dos.

Nam tuvo un encuentro conmigo. Algo que nunca creí que sucedería, compartimos tiempo juntos no como amigos sino como algo más que eso, si ni siquiera me gustaba darle una etiqueta. NamJoon había aprovechado que tenía unas cuantas semanas de descanso de tanto ajetreo con su trabajo como una celebridad conocida globalmente.

En ese descanso todo ocurrió. En una fiesta de todo el grupo de trabajo y los chicos, sucedió. Fue algo inesperado, se dio la ocasión y la aprovechamos pero lo que no sabíamos es que los dos lo permitimos por más tiempo. Claro que a escondidas de la empresa. Si se enteraban que me besaba, acostaba, tocaba con el orgullo de Big Hit estaba más que segura de que sería despedida de inmediato. Las relaciones amorosas con los chicos estaban altamente prohibidas y yo había roto esa regla como si fuese algo muy mínimo.

Era un secreto. Nadie lo sabía. Ni siquiera los chicos. Y muchos menos mi mejor amigo, Hobi quien me cuidaba como si fuese su hermana pequeña.

Gruñí en cuanto no le importo mucho la presencia de más personas en la sala, y su mano subió por mi muslo. Le di un manotazo y protestó en bajo.

- Kim NamJoon.- le advertí tosca pero el seguía siendo un niño pequeño, sonrió por mi actitud y siguió subiendo su mano hasta mi trasero en donde apretó levemente y se alejó escondiendo su rostro en sus manos, avergonzado.- ¡Maldito pervertido!- chillé, tomé un poco de bálsamo de labios, con un pincel pillé un poco y empecé a aplicarlo en esos labios que tanto me gustaba mordisquear.

Poco a poco todo empezaba a tensionarse, chasqueé la lengua en cuanto mi mano tembló, Nam se percató de eso, elevando una de sus cejas. Y justo la puerta principal se cerró dejándonos totalmente solos.

- No te pongas nerviosa.- susurró con la voz ronca, le miré insinuándole que no lo estaba cuando era más que claro que los nervios me estaban molestando.- No pienso hacer nada. Por ahora.

- A veces me pregunto en qué momento terminamos de este modo.- suspire alejándome de su cuerpo, puse mis manos en mis caderas y mire hacia la puerta solo para estar segura que probablemente nadie iba a entrar.- Aún recuerdo cuando tiraste el café sobre mí, Nam.- se río recordando aquello, yo también lo hice y sonreí.

- Tu te metiste en mi camino.- se defendió alardeando, hice una mueca, arrugando mi nariz.- Además te había visto por el pasillo cuando te enseñaban la empresa y lo hice a propósito. Solo para hablarte.

- ¿Eh?. Eres increíble Kim NamJoon.- dije risueña sin poderme creer aquello. - ¿y acaso el tirarme el café justo en todo mi pecho fue algo doble sentido?.

- Todo estaba planeado.- hice una mueca fingiendo estar ofendida mientras el me sonreía con fuerza. Quise pellizcarle las mejillas por ser tan pilluelo y adorable. De pronto la sonrisa se borró como si hubiese recordado algo.- Oye, quería decirte que no te preocupes por el trabajo, puedo conseguirte otro por si hay problemas.

- No es cuestión de trabajo. Sabes cómo tienen a todo el mundo.- bajo la cabeza, tal vez escondiendo una sonrisa, tome su mentón y le obligue a mirarme.- Son una revolución.- terminé pellizcándole una mejilla.

- No es necesario que lo digas...- se encogió en si mismo, susurrando. Dios como podía ser tan egocéntrico y lindo a la misma vez. Eso no era legal.

- El punto es...- seguí.- Que no quiero estar lejos de ti si pierdo el trabajo. Nuestro tiempo juntos se reducirá y posiblemente no pueda verte.- resoplé. Su sonrisa se agrandó y quise preguntarle porqué tanta risita, fruncí el entrecejo.

- No es justo verse así de tierna mientras me reprochas.- no quise sonrojarme pero NamJoon lograba hacerlo con una facilidad sorprenderte. - No te preocupes. Confía en mí, me quedaré contigo.- fue una promesa. Asentí mordisqueando mi labio inferior. Su mano tomó mi antebrazo, me hizo sentarme en sus muslos. Y me besó.

- Nam...- me separé al instante en que oí la vocecita de Hobi llamándonos, estaba plantado en la puerta en silencio. Yo no supe que decir.- Ustedes...

- Estamos saliendo.- Nam le sonrió y pude ver como Hobi sonreía levemente hacia nosotros.

- siempre pensé en que momento me lo dirían.- abrí los ojos totalmente perpleja y horrorizada. Así que ya lo sabía todo y no me había dicho nada.- Pero, que manera de decírmelo.- expresó señalándonos. Me sonroje y le brinde un golpe a Nam en cuanto se unió a las risas de Hoseok.







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