Extraño la lluvia. Te extraño.
¿Quién me sostendrá tan fuerte como lo hacías? Sin saberlo, totalmente desconocidos.
Extraño tu voz infinita recordada solo en las canciones que dejaste en tu pasado. Caminabas sobre nubes, amarrado a tus sueños que poco a poco se fueron destruyendo. Tu mano dejo de sostener aquellas que no querían que te vayas. Inconscientemente dejaste de escribir, dolía tanto que ni siquiera querías pensar.
"No hay problema, pronto dejara de doler", eso pensabas cada vez que te encontrabas solo en tu habitación. Todos a tu alrededor fueron una pequeña luz que te hacía sonreír sin esfuerzo, aún así eso no alcanza cuando tu interior esta escéptico a tus ganas de seguir respirando. ¿Hice algo bien? no te das cuenta de las vidas que has salvado con solo tu existencia.
No pasa nada, no me extrañaran.
Que doloroso es este sentimiento de que no volverás. Dejaste de existir de repente, y elegiste formar parte de ese cielo inalcanzable, pero que aún brilla cuando llega la noche. La noche me abraza, y es tan cálido como cuando te soñaba despierta. Porque la imaginación era mi único recurso para verte de cerca, y ahora lo seguirá siendo por tiempo indeterminado.
Abrázame esta noche y seca mis lagrimas, mientras miro tu sonrisa y me dices que al final eres feliz.
Entonces sabré que no fue en vano dejarte ir.
ESTÁS LEYENDO
Si algún día dejo de existir.
De TodoSi algún día decido irme, hay algunas cosas que deberían saber.