-¿Estás bien?, estaba muy preocupado
Michael me miraba con los ojos como platos, parado en la puerta de mi casa con unos lirios en su mano derecha, parecía un novio preocupado de la década de los ochenta, su manera de actuar era antigua, agradable, como todo un caballero.
-estoy bien, ¿cómo sabes dónde vivo?- dije aceptando las flores con una media sonrisa
-pues antes Tyler mencionó algo sobre ser vecinos- se encogió de hombros- saqué mis conclusiones al ver tu apellido en el bote de mensajería- Señaló el bote de mensajería clavado en el césped con el apellido Cashfod escrito con pintura negra- solo vine a ver como estabas y dejarte las flores
>estaba pensando que tal vez a ti y a tu amigo- miró detrás mío en donde Luke, seguramente, estaba parado presenciando la escena más romántica de toda mi vida- les gustaría ir a una fiesta que haré en mi casa, mis padres están fuera y supuse que tal vez hacer una fiesta podría ayudarme a socializar.
-¡claro que iremos!- gritó Luke- oh claaaaro que iremos- canturreó moviéndose lentamente dentro de la cocina.
-¡excelente!, puedes darme tu número de teléfono y puedo darte la dirección y hora
Le di mi información y la apuntó en una hoja de papel, que cliché, me dió un abrazo de despedida y un beso en la mejilla, el mejor beso en la mejilla de toda mi vida.
Cerré la puerta y me apoyé contra ella un momento, Michael era lindo, muy lindo, pero Tyler tenía algo familiar que me hacia sentir cierta cercanía, y los tres chasquidos, me habían resultado tan familiares, al igual que su manera de mirarme, juraría que había visto esos ojos verdosos en otro lugar, probablemente en el centro comercial o en el cine, pero estaba segura que me habría acordado de ese momento.
Luke salió de la cocina con un tazón lleno de palomitas de maiz y una sonrisa culpable mientras cargaba su mano de palomitas y se las llevaba a la boca
Pasamos el día viendo películas y hablando sobre Michael, Luke era heterosexual, pero siempre había sido como una amiga mujer, según Luke, Michael era lindo y educado, en cambio Tyler parecía como si estuviera enojado y estresado todo el tiempo.
Las horas pasaron y ni siquiera nos dimos cuenta que eras las ocho de la noche hasta que la mamá de Luke le reventó el teléfono y lo obligó a ir a casa.
-Si o si iremos a esa fiesta Cashfod, no dejaré que mi mejor amiga pierda la oportunidad de conocer a su verdadero amor
Me sonrojé ante esas palabras, no por el hecho de que dijera "verdadero amor" si no por la manera en la que salieron esas palabras de su boca, como si en verdad pensara que yo podía tener algo asi, el amor nunca ha sido un don mío, siempre he tenido muy mala suerte con esas cosas, desde que había empezado la secundaria habia tenido la mala suerte de morder puras manzanas envenenadas con los chicos.
Entré a la casa y subí a mi habitación, sentí una punzada de soledad al ver la ventana, en la que había visto a Tyler el otro día, cerrada y con una cortina cubriéndola.
Ahora solo podía acurrucarme con Coroline, quien miraba hacia la ventana como si entendiera mi tristeza, y dormir.
"corría, no, no corría. Flotaba. Podía sentir el miedo, un miedo inimaginable, como si hubiera hecho algo innombrable -ya no eres bienvenida aquí- Sentí que desgarraban mi espalda, como dos cuchillos clavándose en mis omóplatos y luego. Muerte. Soledad. Unos ojos verdes que me miraban a travéz de las nubes con suma trsiteza y horror."
