You Know

Capítulo V

Un respiro

Un respiro. Lo único que necesita es darse un respiro. Absorber la brisa marina por la nariz y dejar que juegue en sus pulmones para volver a salir en un suspiro. Suspiro. Lo ha hecho tanto que no recuerda el día en que empezó a hacerlo. Con sentimiento o sin él, siempre suspira.

Sus hombros se sienten más pesados, pero también más cálidos. Mira hacía arriba con una sonrisa dulce en los labios. Es Neji que se recarga en sus hombros y se llena los pulmones de la brisa salada con los ojos cerrados.

—El mar —dice—, a mi no se me hubiera ocurrido. Agradecerle a Hana por mi.

Acaricia la mano de Neji sobre su hombro y mira al frente, al agua azulada contrastada de anaranjado atardecer. El Sol se pone en el horizonte.

—Puedes hacerlo tú mismo, esta en los camastros de la piscina con papá.

Neji se ríe y se sienta al lado de Hinata sobre la arena sin quitar una de sus manos del hombro de ella. Acaso cree que si la suelta ¿se irá?

—Es extraño verte tan tranquila.

—Han pasado muchas cosas.

—Lo sé. Te entiendo, en parte, pero te entiendo —la tomo de las manos y ella lo miró con lágrimas en los ojos—. ¿Quieres contarme?

—No creó poder.

Sus manos temblaban y Neji las apretó con más fuerza. Sonrió comprensivo y entrecerro los ojos para decir—: Tienes qué.

Volvió a suspirar.

—Lo intentaré.

~•~

Las personas iban y venían. Entraban y salían. Algunos con prisa y otros disfrutando el momento. Miró a su reloj: dos y media. Llegaba retrasada, bueno, siempre lo hacía.

—¡Lamento el retardo! —chillaron a sus espaldas—. Esto no hubiera ocurrido si mejor fuéramos en mi coche.

Puso los ojos en blanco. ¿Siempre ha sido tan irritante?

—Vamos o perderemos el tren —camino en dirección a la estación con las manos en los bolsillos. Dio dos pasos y volvió la mirada a su acompañante—. ¿Shion?

Parpadeó. Un segundo, quizá menos. Pero fue suficiente para sentir la fuerza de una bofetada en su mejilla. Cambio de mirada y se paso la mano en el lugar del impacto. Chasqueo la lengua en el primer rose.

—¿¡Qué te sucede!?

Shion estaba aun con la mano extendida, su respiración era agitada y en sus ojos se percibía una gran molestia. A su vez, pareciera que quisiera llorar.

La gente empezó a rodearlos.

—No te entiendo —continuó hablando—. De verdad, no te entiendo. ¿Qué quieres de mí? Demos esto por terminado de una vez.

—No —se acerco a él y colocó su mano sobre la suya—. No podemos terminar.

—¿Por qué no? Además, yo no soy él que sale con dos al mismo tiempo —se cruzo de brazos—. Tú fuiste la que puso punto final a esta relación.

—No, es que tú no entiendes.

—Sí, yo no entiendo.

—Naruto, por favor, ¡espera!

No quería detenerse, tampoco podía mirar atrás. Él había decidido no hacerlo. Sus pasos veloces fueron convirtiéndose en una carrera. Deseaba llegar a casa. Ponerle fin a todo este drama.

A unos cuantos metros, redujo el paso y a lo lejos pudo divisar la banca en el jardín de los Hyuga. Se sentó en ella y se dejó caer sobre el respaldo. Inclinó la cabeza hacía atrás y miró un poco de la casa a sus espaldas.

Sonrió.

«Naruto, por favor. No podemos dejar las cosas así

3:09 p.m»

Leyó con una mueca el mensaje.

«Por favor. Vuelve. Te esperaré

3:09 p.m»

Si fuera por él podría esperar toda la vida. No volvería. Y no lo hará.

Se levantó del banco y le marco. Es lo único que podía hacer. Esperó a que timbrase uno de los tonos y Shion contesto.

—¡Naruto! No podemos dejarlo así.

—Pero sí ya lo hemos hecho.

—¡Tú no entiendes!

Apretó los puños y exhalo para calmarse un poco. Se sentó de nuevo en la banca.

—Shion, solo dices que no entiendo. Explicame ¿qué es lo que no entiendo?

Escuchó el suspiro de Shion al otro lado de la línea. Pudo asumir que trataba de calmarse para explicar.

—Naruto, te amo. Lo sabes.

—Sí, lo sé. ¿Ya se lo dijiste a Toneri?

No respondió.

—Shion, esa es una respuesta muy débil.

—No quiero perderte. Terminaré hoy mismo con Toneri, pero no terminemos nosotros.

—No puedo aceptar tu oferta —miró atrás, a la casa de los Hyuga. Sonrió de lado y contestó —: Amo a otra persona.

Shion termino la llamada y Naruto se guardo el teléfono en el bolsillo.

Grito.

Grito lo más fuerte que pudo y comenzó a correr hasta llegar a su habitación. Cundo su madre lo recibió en la entrada y lo vio gritar solo pudo gritar ella también. Abrió la cortina y la ventana y su poderoso "¡Ah..!" se convirtió en un "¡Te amo!"

Continuará...

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11/Julio/18