Ziz estaba caminando por el reino elfo buscando al herrero que debía darle la pala prometida por el rey, según este mientras estaba con la reina informó al mejor herrero de la ciudad para que lo preparase todo.
El chico no se orientaba muy bien, todo le parecía igual, y los elfos y elfas lo miraban con mala cara por ser un humano, el chico comenzaba a sufrir las consecuencias de no estar con Garudo, y en cuanto llegó a junto herrero se quedó quieto en la puerta pensando en lo que hacer; el chico quería entrar para pedir su pala, sin embargo, no se veía capaz de hacerlo, finalmente cruzó la puerta y se puso delante del mostrador, el herrero era una elfa, al verlo el chico salió dejándola con la palabra en la boca.
Garudo estaba caminando hasta la casa de Enleavor, la chica tenía una sonrisa en su rostro, algo que a juzgar por el tiempo que habían pasado juntos era impropio de ella, al llegar a su casa, Garudo vió lo enorme que era, una mansión antigua bien cuidada y sin ninguna grieta en su fachada; la elfa abrió la puerta a su casa y miró a Garudo.
—Tú primero.
El chico entró sin dudarlo, aunque sus manos estaban sudorosas y su corazón palpitaba a toda velocidad por lo rápido que estaba pasando todo, por dentro la casa parecía haber sido remodelada, los pasillos estaban decorados con jarrones caros, armaduras de plata y cuadros de pintores seguramente ya muertos, y que se habían revalorizado por dicha muerte.
Enleavor condujo al chico hasta el salón que había mencionado durante su travesía por el bosque, estaba lleno de estanterías y en medio había un sofá delante de una chimenea.
—Coge el libro que más te guste, yo iré a por el pastel de frutas—Dijo la chica abandonando la sala y truncando los planes de Garudo.
Garudo se puso a mirar los libros que tenía la chica, no reconocía ningún autor y los titulos eran aún más extraños, algunos hasta estaban en otro idioma; el chico con la intención de impresionar a Enleavor cogió el que estaba más gastado, pues suponía que era el preferido de la chica. El libro se titulaba "Elfos En Tiempos De Guerra" para saber mejor de lo que iba el chico le dió la vuelta y comenzó a leer la sinopsis.
—"Las nueve naciones de la Tierra estaban en paz y armonía, hasta que la nación de los enanos atacó, el Airalag, maestro de los nueve elementos era el único que podía impedir la gran guerra, pero un día desapareció" No sé por qué pero esto me suena familiar.
Garudo se decidió a echar un vistazo a las primeras páginas, y tal como pensaba leer era un asco y cada oración que leía le parecía un suplicio, y le provocaba unas inmensas ganas de lanzar el libro a la chimenea que no sabía ni cómo las aguantaba, tras media hora leyendo lo que le parecía la historia más racista y llena de misoginia que había leído en toda su vida Enleavor llegó,
—Ese libro—Exclamó la chica al verselo en las manos—Me encanta ese libro, me siento totalmente identificada con la protagonista femenina—Dijo a pesar de que la protagonista femenina era la peor de todo el libro y que hacía sombra al villano, cada frase que decía era un insulto hacia una raza, y sus acciones solo provocaban dolor y sufrimiento hacia las mujeres.
—Dios—Pensó Garudo en alto—Quiero decir, es un libro genial, esa forma en la que la protagonista insinúa que los orcos son peores que la mierda es simplemente genial, que genial, sublime, la mejor escena que he leído en mi vida, y eso que no he acabado el libro.
La mirada de Enleavor parecía estar centrada en el chico, y tras un incómodo silencio, le dijo que tomara asiento y colocó un trozo de pastel de frutas en la mesa que estaba delante de él, sin decir nada más cogió un cubierto y comenzó a comer su pastel mientras miraba expectante a Garudo esperando que comentara todo lo que acababa de leer.
—Buf, es un librazo ¿Eh?—Dijo el chico intentando cumplir con las expectativas de Enleavor—Lo mejor que he leído de Smolly—Continuó intentando recordar el nombre del que había escrito eso.
—Dirás Swolly.
—Así es como lo llamamos de donde vengo—Explicó el chico intentando quedar bien.
—Oh, ¿Y de donde vienes?
—Dejemos de hablar de mí, me parece que el autor de este libro, es elfo ¿Estoy en lo cierto?
—No, eso es lo que opinan muchos por la simpatía que tiene hacia los elfos, pero solo es un degenerado que quería ligarse a una elfa mediante mentiras y engaños, esto no sé si es verdad, pero una vez me dijeron, y siento las palabras que voy a usar, que solo quería follarse a las elfas, y esa chica no le importaba nada.
—Que desvergonzado.
Ziz se alejó de la herrería, esperando que si volvía más tarde un hombre le atendiera, preferiblemente uno que le proporcionara la confianza suficiente como para poder hablarle, invadido por sus pensamientos, abandonó la ciudad y se adentro en un bosque cercano; un río se escuchaba cerca de su posición, y como hacía rato que no bebía nada fue hasta allí; para su sorpresa, en el río se estaba bañando una elfa que claramente era pelirroja natural y de pechos muy pequeños, la chica vió enseguida a Ziz, y se cubrió tras pegar un grito, Ziz se dió la vuelta para señalar que había sido un accidente, entonces sintió un fuerte dolor en la parte baja de la espalda, cuando intentó ver que pasaba con la mano, notó que tenía una flecha clavada en la espalda, la elfa se la había disparado, y en sus manos tenía el arco tensado con otra flecha.
—Te voy a enseñar a espiar a las personas, asqueroso humano—Dijo antes de disparar la flecha hacia el hombro de Ziz.
En ese momento su teléfono comenzó a sonar, aunque Ziz no pensaba que ese fuera un buen momento para comprobar que tenía que hacer, desesperado por el miedo a las certeras flechas de la chica desnuda en el río, salió corriendo mientras las flechas volaban a centímetros de él, su regeneración no parecía estar funcionando lo que lo asustaba aún más; cuando llegó a la ciudad se acercó a un guardia y cayó a plomo al suelo antes de poder decirle nada, su espalda tenía al menos cincuenta flechas clavadas, y la sangre estaba por toda su ropa.
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El Mundo Detrás Del Arco
ФэнтезиEl Mundo Detrás Del Arco sigue la historia de Griffith y sus compañeros de clase que tras ser llevados a un mundo fantástico mediante una extraña luz toman caminos separados basándose en sus convicciones, siendo la de unos volver a su mundo, la de o...