Capítulo 13

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[3 Horas Antes De La Ejecución]

Carlos se encontraba en el calabozo con el duque, estaban esperando a que el jefe de la guardia los fuera a buscar para aclarar el asunto del entierro.

—Esto es una desfachatez ¿Como se atreven a meterme en este sucio y asqueroso calabozo como si fuera un vulgar ladrón? —preguntó retoricamente el hombre, quejándose de la situación tan injusta en la que se encontraba.

—Esto pasa por estar en el lugar equivocado —contestó el chico, pensando que el duque se lo estaba preguntando a él de verdad.

—Esto te puede pasar a ti, pero yo soy un noble, todos me respetan y me adoran, incluso el rey está en la palma de mi mano, si quisiera podría obligar a todos a vestir de azul y ejecutarlos si no lo cumplían a raja tabla —explicó el hombre, algo subido y creyéndose completamente su importancia en el reino.

—Da igual que seas un noble, o que tengas al rey bajo tu control, si quieren tu cabeza la tomarán, ya ha pasado muchas veces en la historia, y tú no eres una excepción.

—¿¡Cómo te atreves!? —preguntó enfadado, antes de agarrar a Carlos por el cuello de la ropa a modo de amenaza para que lo retirara.

Carlos se enfadó por el comportamiento del noble y puso su mano sobre la muñeca del hombre haciendo que comenzara a gritar; Eisland lo soltó enseguida para agarrarse la mano por el dolor; su mano estaba congelada y el hielo se extendía poco a poco hasta su antebrazo.

—¿¡Qué me has hecho!? —gritó el hombre, asustado y dolorido.

—No te metas conmigo o no solo tu brazo se convertirá en hielo —amenazó, pasando por completo de la pregunta del hombre y controlándose para no matarlo allí mismo como estaba deseando desde que empezó su cautiverio. La mano de Eisland volvió a la normalidad, y ambos se sentaron en silencio a un extremo de la celda cada uno, para evitar más problemas, Eisland estaba pensativo y miraba con curiosidad a Carlos, lo que personalmente a él no le gustaba.

—¿Quieres trabajar para mí? —preguntó el hombre, tras unos minutos de silencio.

—¿Eh?¿Por qué querría hacerlo? —preguntó el chico, de vuelta molesto por la pregunta de un hombre que hace unos instantes lo había amenazado.

—Juntos podríamos dominar el reino...No, el continente.

Aspira a muy poco.
¿No sería mejor el mundo? —preguntó el chico, haciendole ver que aspiraba a muy poco, pero el hombre reacio a demostrarselo solo dijo que eso también le valía, aunque el chico seguía pensando que las aspiraciones del hombre eran muy pequeñas—. ¿Por qué debería unirme a ti? Creo que yo podría hacerlo solo —afirmó con prepotencia.

—Tu poder es fuerte, pero contra los guerreros de hielo o los sabios de fuego no podrías hacer nada; Unete a mí y pondré a tu disposición soldados tan poderosos que los someterán a todos bajo nuestros pies —propuso el hombre convenciendo al chico; ambos sellaron su alianza con un apretón de manos y entonces un guardia les abrió la puerta para que fueran a ver a su líder.

[1 Hora Para La Ejecución]

Griffith llegó a la ciudad con dolor de cabeza; estaba buscando a Ziz y a Garudo para vengarse de ellos por su intento de asesinato, y a pesar de que eran sus amigos no pretendía que se fueran con vida, ellos le habían demostrado que ese mundo era cruel, y si así era, él también sería cruel.

Al llegar a su posada cogió su arma y salió a la caza de los chicos; sin embargo al salir por la puerta vió de cara a un hombre vestido con una armadura dorada seguido por dos guardaespaldas enormes vestidos con la misma armadura pero con la excepción de que estos llevaban un casco puesto que les ocultaba el rostro.

—¿Eres el dueño de la posada? —preguntó el hombre, al ver al chico, parecía conocer bien como era ya que seguramente no estaría ahí todo el día preguntándole a todo el mundo si era el dueño de la posada; Griffith asintió con la mano agarrando la empuñadura de su espada preparado para atacar si fuera necesario, a pesar de que como pintaban las cosas no podría contra los tres a la vez—Soy Sigma, miembro de la Luz de Karis, una de las facciones que protegen el mundo del mal, hemos descubierto que posees un enorme poder capaz de ayudarnos en nuestro proposito y queremos invitarte a que te unas a nosotros, en nuestra sede te enseñaremos a utilizar tu poder, así que te sería bastante provechoso venir con nosotros—Explicó el hombre que claramente tenía un gran don para la palabra y que sabía que decir para que muchos lo siguieran a donde quisiera, aunque Griffith no era de esas personas, a él solo le había provocado curiosidad, y necesitaba más información para tomar una decisión.

—¿Y cuál se supone que es mi poder? —preguntó el chico, con el ceño fruncido, no creyéndose del todo lo que el hombre le estaba diciendo, su posada era bastante respetable así que a lo mejor solo quería aprovecharse de él y obtener sus ingresos mediante estafas, estorsiones o incluso violencia.

—Retroceso temporal —dijo el hombre, sorprendiendo al chico que miró con mejor cara al hombre—. Es muy breve, pero con nuestro entrenamiento podrás usarlo con eficacia —el chico accedió a ir con el ellos, lo que le proponían era más que útil, y seguramente durante el tiempo que pasara con ellos se encontraría con sus compañeros y podría terminar con ellos y vengarse.

—Otra pregunta ¿Hay algo más que deba saber?—preguntó, pensando que el hombre le estaba ocultando algo de información.

—Sí, tu poder tiene muchos defectos, si una persona sufre los efectos varias veces dejará de perder la memoria y ya no te será de utilidad—dijo, haciéndole tener más curiosidad sobre como usar su poder y cuales eran eses defectos que había mencionado, aunque el chico suponía que no se los diría hasta asegurarse por completo de que estaba de su lado.

Griffith emprendió marcha con los hombres y por el camino les preguntó como sabían tanto sobre eso.

—Porque está en las tablas que un gran guerrero con la capacidad y el poder de enmendar sus errores aparecería cuando el mundo se encontrara en caos.

—No he viso que el mundo esté en problemas—pensó el chico en alto.

—Eso es porque no has salido de esta ciudad donde nunca pasa nada—explicó el hombre.

[Explosión]

El Mundo Detrás Del ArcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora