Capítulo 3

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Anteriormente:

"  - En casa vamos a hablar sobre esto. ¿Ok? Quiero que me cuentes todo lo que pasó. Cada detalle sobre la pelea. - le dijo, mientras Star no tenía otra que asentir y esperar a lo que le quedaba del día para relatarle todo a su amiga."  

- Vamos, suéltalo. - la apremió la azabache cuando subieron con la merienda a su habitación. 

Star iba apoyando las bebidas sobre el suelo, mientras Marinette acomodaba los cojines para la larga charla que les esperaba. Una vez hecho todo eso, las dos féminas se sentaron en sus respectivos lugares, y Star le contó desde el principio.

- Bueno, todo esto comenzó cuando Marco y yo nos besamos en la cabina de fotos. - empezó la rubia, acomodando un mechon de su largo cabello tras la oreja. 

- ¿Engañaste a Tom...? - preguntó Marinette, abriendo los ojos cómo platos. 

- ¡No! No, no, no, no... - respondió ella negando con sus manos. - Fue un tanto diferente. Marco y yo estabamos atrapados en la cabina, por que no nos podíamos sacar la foto perfecta. Gastamos como 650 dólares para eso.

- ¿¡GASTARON 650 DÓLARES!? - a la azabache se le caía la boca del asombro.

- Ehh... Si. Pero... Es que... Yo quería que nos sacaramos una muy buena foto, por eso retuve a Marco allí adentro hasta que nos sacaramos la foto perfecta de los mejores amigos. - se excusó la rubia. - Pero las fotos no salían como yo quería, por que comparando las fotos que nos estabamos sacando en ese momento, con las que nos habíamos sacado un año atrás, pude notar que a estas le faltaban cierto... Brillo. Y Marco no se lo daba. Hasta que por tantas fotos seguidas que nos fuimos tomando la cabina se averió, y según el mecánico, ésta se había roto no por un problema de que nos habíamos sacado quinientas fotos. Si no, porque era mágica.

- ¿Mágica? - preguntó la azabache alzando una ceja, mientras mordía una galleta.

- Mágica. - contestó Star tomando un sorbo de su chocolate caliente. - Él nos contó que la máquina podía ver a través de las fotografías, es decir, la verdad que estaba oculta tras las imágenes. Entonces, la única manera de poder salir de allí, era sacarnos una fotografía que demostrara la verdad de nosotros. Por eso seguímos sacandonos fotos, hasta que solo nos quedaron cinco dolares. Es decir, solo podíamos pagar una fotografía más.

- Mhm... Sigue... - la apremió la azabache, esta vez dándole el resto de su galleta a Tikki, su Kwami. 

- Entonces, Marco me explicó por qué las fotos que nos estabamos tomando, eran, o se sentían "diferentes" comparadas con las fotos que nos habíamos tomado en esa misma cabina, un año atrás. -  La rubia le explicó eso a Marinette, sumado a todo lo que le había dicho Marco, y los ojos de la misma no paraban de agrandarse.(N/A: Miren el capítulo Booth Buddies y sabrán a lo que me refiero)

- Él... Estaba enamorado de tí. 

Star se limitó a asentir, mirando hacia el suelo.

- Lo peor... Es que en ese momento no me di cuenta, hasta que nos sacamos la última fotografía. En ella... Marco... Me besó. - Star le explicó que en realidad lo de que la cabina era "mágica" era una farsa, y que el reparador los había encerrado allí por que ambos "necesitaban" un beso.

- Wow... - fue lo único que la azabache atinó a decir después de eso.

- Y a partir de ese momento... Cada vez que estaba junto a Marco me sentía rara. Cómo... Si algo hubiese cambiado dentro de mí.

"Se enamoró de él." fue lo que pensó Marinette al darle un mordisco a una galleta de avena.

- ... Luego, Marco le dijo a Tom ¡A mis espaldas! - remarcó la rubia haciendo un ademán con sus manos. - Que nos habíamos besado. Algo que era completamente MI responsabilidad decirle a MI NOVIO... O ahora ex. - se corrigió. - No importa. La cosa es que cuando Tom rompió conmigo me lo dijo. Y ahí exploté: Marco no me había avisado a mí que le había dicho a Tom sobre el beso, si no, que  me enteré por el mismísimo Tom. Eso... Me hizo enojar mucho. Por eso fuí a hablar con Marco.

Unidos por la luna rojaWhere stories live. Discover now