Capitulo 14: Hazme olvidarla.

376 43 6
                                    


Pheobe

Desperté con un dolor insoportable a los lados de mi cabeza.
Joder, sentía que me explotaría el cráneo.
Con el ojo derecho cerrado, abrí el ojo  izquierdo, intentando ver dónde me encontraba, intentando entender que había pasado.
Observe que me encontraba en el hospital, todo blanco impoluto, un silencio aterrador, solo se oía una máquina pitando que resonaba por toda la habitación.

–¿Alguien que me escucheeee?– intenté gritar pero mi voz salía demasiado ronca.

Ni Dios.
Pasan de mi todos los de este hospital, ya me puedo morir sola, que aquí no aparece nadie.
Inspecciono mi piel blanca, tengo varios moratones por los brazos y las piernas.

–Me gustaría que alguien me explicase porqué mi cuerpo parece un collage de moratones– hablo sola con tono irónico.

Veo abrirse la puerta muy lentamente, y siento el corazón en la boca al pensar que puede ser mi Sophie, trayéndome chocolate y una flor.

–Pheobeeeee!– grita mi hermano pequeño abalanzándose sobre mi.

Se sube encima del colchón, y me abraza con todas sus fuerzas, acaricio su cara mientras inhalo su aroma, huele como siempre, mi pequeño bebé.
Me percato de que tiene la cara empapada de lágrimas.
Me ha mojado todo el camisón, y yo solo quiero comérmelo a besos, veo en su cara el miedo que ha pasado, veo en su mirada que me ama tanto como yo a él.

– Chiquitín, no llores, estoy bien, todo está bien, no me ves?– le sonrío intentando transmitirle confianza.

– Nick, hijo mío, bájate de ahí, vas a hacerle daño a tu hermana- protesta mamá mientras viene hacia mi con ansias.

– Mamá, que ha pasado?– quiero abrazarla pero necesito respuestas, y las necesito ya.

–Antes de nada, no te alteres, hija te conozco, eres capaz de darle la vuelta a este hospital para sacar algo en claro- dice con una sonrisa pero sé que no bromea.

–Que me digas eso, solo hace que me altere más mamá, dime qué ha pasado, quiero saber dónde está Sophie, porque mi cuerpo parece un collage de moratones, porque Nick entro llorando a la habitación, y porqué nadie me da una maldita explicación– sentencio con voz firme.

–Seré breve y clara cariño, las pruebas apuntan que el novio de Sophie en un arrebato, hizo que su coche chocase contra el tuyo, haciendo que calleses en coma, un coma del cual no sabíamos si ibas a despertar, durante 30 largos días. Dios mío Pheobe, creí que no despertarías, vi mi mundo romperse cuando te vi en esa ambulancia inconsciente– rompe a llorar y a mí se me parte el alma.

Todavía sigo intentando procesar la frase que me ha dicho.

«Un coma durante 30 largos dias»

¿Qué coño?

–Mamá voy a omitir toda esa información, por qué estoy completamente segura de que hay datos que van a importarme mucho más.– digo con miedo.

–Sophie te dejó está carta, dijo que te la diese, su madre me la ha dado a mí, no se mucho más, pero Alex se la ha llevado a Nueva York, y su madre está preocupada, lleva sin saber de ella semanas.–

Me quedo en coma un jodido mes, y se estropea todo.
Ni morirse puede una, que ya están liandola.

Mi madre sale de la habitación para hablar con unas enfermeras, mi hermano por el contrario me mira con mirada dubitativa mientras agarra su cochecito rojo de juguete.

–No soy tonto por ser pequeño, ya he visto como buscas tu ropa y la puerta de salida– comenta mirando por la ventana.

–Se de sobra que no eres tonto, has sacado mi inteligencia.– digo con una sonrisa chulesca. –...me ayudarás a salir de aquí?– suplico con la mirada.

Para otra vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora