Siempre he oído que no debería andar sola por las calles oscuras, que tenga la llamada de emergencias preparada porque me podían secuestrar, sin embargo nunca pensé que me secuestrarían ni tampoco pensé que un secuestro podía ayudarme.
Sé que solo ha pasado unas semanas desde que nos vimos por última vez y te prometo que te he echado tantísimo de menos. Por eso, realmente he dejado atrás todo lo que tenía que hacer para poder venir a verte pero te veías tan adorable durmiendo que no he podido despertarte. Me he quedado unos minutos en silencio mirándote desde la silla del escritorio, ¿Isabel II, eh? A mí se me daba fatal, siento de no ser de gran ayuda, aunque dudo que la necesites, sé que eres inteligente. No lo eras tanto cuando te decía que te callaras y aún así seguías hablando aunque sabías que podías estar en peligro si lo hacías. Sabía que algún día esto iba a ocurrir pero lo temía con todas mis ganas, parece algo posesivo el que deseara que no te despertaras del coma pero, realmente es lo que pensaba. Se me hace totalmente raro demostrar lo que siento pero es a través de un papel. Estás empezando a despertar y yo tengo que irme, solo quiero decirte algo. Lo estás haciendo genial, sigue así, pronto me tendrás a tu lado.
Y-
La carta me dejó realmente desconcertada, él estuvo allí conmigo pero no lo había escuchado. Lo cierto es que estaba empezando a pensar que existía realmente pero, ¿y si era un ángel o lo que sea que fuera? ¿Y si no existía? Debía empezar a dejar aquellos pensamientos de mi mente si quería aprobar el examen del día siguiente o mejor dicho de aquella mañana. Las cuatro de la mañana estaba marcando el reloj y un bostezo provocó que salieran pequeñas lágrimas de mis ojos. Una sonrisa adornó mi rostro, él había estado mirando mis apuntes y confiaba en mí. Esto hizo que me esforzara mucho más y que a las cinco y media me lo supiera todo. Solo me quedaban dos horas para descansar así que no me lo pensé dos veces y me tiré a la cama. Cuando estaba a punto de quedarme dormida, me sorprendió el sonido de mi ventana abrirse. Me giré lentamente, esperando que fuera el viento, aunque solo pude ver la silueta de alguien salir por esta. No me asusté, al contrario, debido a que sabía perfectamente que había sido él. Había estado allí mientras estudiaba aunque no pudiera verlo. No sabía que era, eso lo tenía claro, pero pronto lo sabría.
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Salí del examen, el cual era a última hora, con una sonrisa en el rostro. Me había salido estupendo y estaba deseando contárselo a Suga. No había tenido tiempo de pensar mucho en lo de Yoongi, Taehyung y Jungkook y si realmente no me estoy volviendo loca y solo estoy imaginando que son ellos para verlos. Sí debe ser eso, aunque por intentar verle las caras...
Jin me espera en el coche como siempre pero hoy no íbamos a ir a casa como siempre sino que me llevaría a algún lugar cercano para comer e iríamos a la tienda donde trabaja Vanessa para que pudiera hacerme la entrevista. Esperaba dar una buena impresión aunque eso de que era amiga de Jin hacía que me sintiera mucho más segura.
Tras comer algo nos dirigimos hacia la tienda y la chica que trabajaba en caja nos acompañó hacia la zona privada de la tienda. Siempre he tenido curiosidad en saber qué era lo que había en aquel lugar. Primero pasamos por varias cajas donde había guardada la ropa de nueva temporada; luego pasamos por una puerta que daba a una sala de taquillas donde guardaban los trabajadores sus posesiones y finalmente llegamos a la sala donde se encontraba Vanessa. Su despacho era pequeño pero acogedor y nos recibió con una sonrisa de oreja a oreja. Tras preguntarme lo necesario como si tenía al menos el B1 en inglés, si sabía algún idioma más o si había tenido alguna experiencia trabajando en una tienda, ella me dijo que estaba contratada. Se me hizo bastante extraño que me contratara así sin más pero tuvo que convencerle mi B2 en inglés y que a pesar de no haber estado en tiendas, había conseguido vender bastantes dulces para poder pagar mi viaje de fin de curso.
Seguí a Vanessa, una vez que Jin se despidió de mí, para presentarme a todos mis compañeros de trabajo. Todos fueron muy amables y constaba el equipo de trabajo en dos chicas y un chico que se encargaban de las cajas y de un chico y yo que nos encargábamos de la ropa de los probadores y de asegurarse de que los clientes dejaban la ropa que no querían allí y quedarse con lo que le gustaba. Para mi sorpresa la tienda era una de las tiendas más famosas y una de mis favoritas aunque no tuve la oportunidad de comprarme muchas cosas de aquel lugar.
Vanessa me dejó mi uniforme el cual constaba de una camiseta la cual era negra con letras en blanco que decían STAFF en grande y el nombre de la tienda debajo. Ella me dejó en los probadores a mano de mi compañero para explicármelo todo. Él se acercó con una sonrisa que iluminó todo el lugar.
-Hola, yo soy tu compañero de trabajo, el sol que iluminará tus días con mi sonrisa y mi risa contagiosa. Hoseok, encantado.
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