29 de Julio. Gijón.
Un mes. Bueno, casi un mes había pasado desde la ultima vez que había visto a Luis. Su agenda estaba a reventar y la mia... En la mia podias encontrar mas eventos que cosas realmente de trabajo pero estaba bien de momento, no quería adelantarme a los acontecimientos ya que era muy consciente de que a finales de año no tendría tiempo ni para respirar.
Gijón estaba siendo un soplo de aire fresco debido a la temperatura. Finales de julio y el aire se colaba entre mis cabellos llegando hasta la nuca, haciendo que cerrara los ojos ante aquella sensación. Después del horrible calor de Barcelona aquella temperatura me estaba salvando y no solo a mi al parecer. Pude observar mirando a mi alrededor como todos parecían disfrutar de aquello en silencio, solo se escuchaba algún ruido de los tenedores chocando contra los platos. Apenas habíamos terminado de comer.
- ¿Y Cepeda? -Se atrevió a preguntar Agoney ya que parecía que ninguno de mis compañeros quería nombrarle por algún motivo que no sabia.
- Tiene que estar al caer, o al menos eso me ha dicho. -Hablé en voz alta para contestar al canario cuando todas las miradas cayeron directamente hacia mi. ¿Acaso alguien me había cortado el flequillo durmiendo o pasaba realmente algo?
- ¿Pero seguís juntos?
Alce una de mis cejas de forma incrédula ante la pregunta de Mimi. Nunca habían dado indicios de haberlo dejado, solo no habían podido verse por motivos de agenda. Quería intentar que no se me notara que me había molestado el hecho de que antes de preguntármelo a mi asumieran cosas erróneas.
- Estamos juntos. -Fue lo único que dije antes de arrastrar la silla en el suelo para poder levantarme e irme.
Allí me encontraba, sentada en una de las cajas grandes negras donde transportan el equipo musical mientras miraba como mis compañeros ensayaban. ¿Por qué estaba sola? Porque aquel día estaba rara. No sabia que me pasaba pero lo que si sabia es que el motivo tenia que ver con Cepeda. ¿Tan poco me había echado de menos como para no darse mas prisa en llegar? Encima habían pasado dos horas desde el ultimo whatsapp.
Sonó el instrumental de Esta Vez y alce la vista rápidamente buscándole con la mirada pero no estaba, asique, cambiaron a la siguiente canción. Un suspiro que claramente reflejaba decepción salio de mis labios, volviendo la mirada al hilo de mi camiseta y con el cual estaba jugando a hacer más grande.
Unas grandes manos rodearon mi cintura desde atrás y antes de poder girarme para ver de quien se trataba mi culo fue arrastrado por aquella caja hasta el filo de la misma. Mi espalda ahora estaba completamente pegada al cuerpo ajeno. Ya no tenia que darme la vuelta para ver quien era, el olor que llego a mis fosas nasales me lo confirmo.
- Ya puedes dejar de llorar, he llegado, tarde pero llego. -Pude escuchar su risa antes de que depositara un beso en mi cabello, haciendo que plantara una sonrisa boba en los labios.
- Tu flipas, voy a llorar por ti.
- No seria la primera vez.
Le odiaba. Era odioso. Con un poco de esfuerzo me solté de su agarre pese a que parecía no querer soltarme. Me di la vuelta encogiendo las piernas para poder estar frente a él. Con mis piernas pude engancharle casi de la cintura, atrayéndole mas hacia mi. Alzo sus cejas en mi dirección, claramente ambos estabamos pensado exactamente lo mismo.
- No te emociones.
- No lo hago. -Contesto mientras ahora sus manos se posaban en mis muslos, subiendo estas hasta colar el principio de sus dedos entre mis pantalones cortos.
- Luis...
- Aitana... -Imitó mi voz, haciendo que rodara los ojos.
