14 de Marzo, Tenerife.
Me reflejaba contra el espejo con un vestido blanco ceñido que parecía que había sido exclusivamente diseñado para mi. Cada curva de mi cuerpo se marcaba y gire un poco el cuerpo para comprobar que en efecto, el culo estaba bien marcado. Aunque no era por ser egocéntrica... se me marcaría el culo con cualquier cosa que me pusiera.
Unos tacones del mismo color adornaban mis pies y en aquella ocasión había optado por volver a ponerme extensiones en un recogido alto. Estaba un poco sensible recordando cosas del pasado y queria llevar casi el mismo look que el año pasado.
Por un momento desee estar en el mismo lugar que hace un año, sentir esa emoción de estar empezando una relación con una persona, saber que no estaba loca y que realmente estaba enamorada de ese hombre maduro por fuera pero infantil por dentro.
Sentí un pequeño picor en los ojos a causa de las lagrimas que amenazaban por salir pero me sorbí la nariz y mire hacia arriba repitiéndome a mi misma en la cabeza que todo iba a estar bien, que en unas horas estaría de nuevo en un avión rumbo a Madrid a perderme entre sus calles y gente.
Antes de salir por la puerta del hotel me eche mas colonia de lo normal y corrí por el pasillo al ver que el ascensor estaba cerrándose y justamente llegue para pasar la mano y hacer que se abrieran de nuevo. Mis ojos se iluminaron al ver la persona que estaba dentro. Estaba guapísimo.
- ¡Tian!
Nos abrazamos fuertemente y bromeamos los pocos segundos que duro el ascensor en bajar a la planta baja.
- Un mesecito y sale nuestra balada.
Al mencionar eso una sonrisa amplia se formo en mis labios. Nuestra canción era una de mis canciones favoritas y esperaba que la gente acogiera bien el tema.
Cuando salimos del hotel mis hombros estaban adornados con el brazo de Sebastian pues me llevaba agarrada y entonces nuestras miradas se cruzaron. Se estaba haciendo fotos con los fans que esperaban fuera del hotel. Cuando nos vio pude ver la misma mirada que tenia anoche en el bar, pero seguía sin creerme que pudieran ser celos eso que veía.
Como ya eramos bastantes abajo nos metieron en una furgoneta a Luis, Miriam, Sebastian y yo.
- Vas a cantar mi tema favorito.
- Vas a quedaaaaarte, porque te juro que esta vez voy a cuidaaaarte.
Cante una parte sintiendo como Sebastian me daba un toquecito en la nariz haciéndome arrugar esta mirandole con mi particular cara de ratona.
- Y tu vas a cantar tambien mi tema favorito.
- Todos mis temas son tus favoritos.
- Pues tambien es verdad.
Ambos llenamos la furgoneta con nuestras carcajadas y me di cuenta que Miriam y Luis nos miraban como si estuvieran flipando con la situación. Entendía que a veces las personas podían pensar que teniamos una especie de tonteo mutuo pero no, nosotros actuamos así prácticamente desde el primer día que nos conocimos.
Si antes la cara de Luis era de pocos amigos ahora parecía que se iba a transformar en Hulk de un momento a otro. La imagen de un Hulk azul paso fugazmente por mi cabeza por lo que volví a reírme yo sola, contagiandole mi risa a Miriam y ambas nos encontrábamos riendo sin sentido alguno haciendo mas ameno el viaje.
Al llegar, Miriam bajo primero y a los cinco minutos lo hizo Sebastian. Había un señor que nos iba diciendo el orden en el que teníamos que salir para pasar por la alfombra.