13 de Marzo, Madrid.
Hace días que estaba soltera y esa información solo la conocían mis padres, mis amigos mas cercanos y Ana junto a Amaia. No quería que comenzara a filtrarse a las redes sociales por lo que no hablaría del tema al menos en unos meses, no me sentía preparada para exponer mi ruptura a la prensa y a los medios. No todavía.
Las videollamadas entre Luis y yo eran costumbre desde que salí de la academia pero llevábamos sin hacerlo unas semanas. Para ser mas exactos desde aquel día que hizo el tutorial de como hacer la tortilla en Instagram. No quería ver el motivo por el cual realmente estaba molesto. Sabia que Luis no era celoso y no creo que lo estuviera de que aquel día subiera una foto con Vicente pero nuestras conversaciones pasaron a ser escritas desde aquel día.
Estaba en el hotel de Madrid cuando recibí una llamada de Ana. Me decía lo mucho que nos echaba de menos a todos y que deberíamos de juntarnos para cenar. Acepte la invitación, tampoco quería quedarme encerrada.
No me lo iba a coger pero allí estaba tumbada en la cama marcando el teléfono de Luis para hacer una videollamada. Veía mi cara en la pantalla y escuchaba los pitidos telefónicos antes de que su cara apareciera arriba de la mía.
- ¡Luis!
Mi voz reflejaba entre sorpresa y emoción por volver a verlo, aunque fuese por una pantalla. Le echaba de menos.
- ¿Te ha llamado Ana? Dice que podemos cenar todos juntos.
- Sí, pero no creo que vaya a salir estoy componiendo y están saliendo cosas bonitas.
No le hacia falta decir nada mas, con solo verle los ojos podía saber sobre que y quien estaba componiendo pero tampoco quería pecar de egocéntrica.
- Yo que iba a pedirte que hicieras algunas tortillas y vinierais al hotel a cenar...
Puse unos pucheros viendo como su gesto se ablandaba y no sabia si era por mi petición o por los pucheros de mis labios.
- No hagas eso Aitana.
- ¿Que cosa?
- Los pucheros.
- ¿Por que no?
Su mirada bajo un momento negando con la cabeza como si se estuviera debatiendo interiormente si tenia que decirlo o no.
- Mejor no lo quieras saber.
No pude disimular la sonrisa tonta que se dibujo en mis labios. Mis fantasías estaban ahí y no pude no pensar en que quería besarme cada vez que ponía los pucheros y por eso no los quite si no que los hice mas grandes.
- Hasta que no digas que vas a hacer tortillas y venir a cenar con todos no voy a parar.
- Pues te cuelgo.
- ¡Luis! Por favor. Seguro Roi va a venir con Crislo y Ana con Jadel... ¿Quieres que este de candelabro?
- ¿Quieres tu que estemos de parejitas?
Hubo un silencio y ambos estallamos en carcajadas. Lo que le había echado de menos no estaba escrito. Le necesitaba conmigo y le iba a insistir hasta ser pesada.
- Esta bien Aitana, haré tortillas e iré.
Solté un grito de emoción que le asusto un poco porque le vi pegar un brinco antes de reírse.
- Pero te tengo que colgar, si no, no me va a dar tiempo a llegar a cenar.
- Vale, si si. Voy a avisar a Ana y Roi. Cuando vayas a venir envíame un mensaje.
